Reino Unido

Boris Johnson y otros miembros de su gabinete, multados en escándalo de ‘Partygate’

El anuncio de las autoridades revive el tema que tiene en la cuerda floja al premier británico, y que se refiere a la realización de una serie de fiestas al interior de su residencia en momentos en que estaba prohibido en razón de la pandemia.

12 de abril de 2022
Boris Johnson y los problemas que marcan su crisis de gobernabilidad en Inglaterra.
Boris Johnson y los problemas que marcan su crisis de gobernabilidad en Inglaterra. | Foto: @BorisJohnson (Twitter)

A través de su portavoz oficial, el primer ministro británico, Boris Johnson dio a conocer que fue objeto de una sanción relacionada con su participación en varias fiestas al interior de su residencia en Downing Street 10 durante el periodo de restricciones de movilidad y medidas especiales dispuestas en 2020 para mitigar la expansión de la pandemia, y que en su momento también imponían lineamientos respecto a las reuniones sociales.

Sobre estas multas, enmarcadas en lo que los medios británicos han denominado el escándalo del ‘partygate’, y que es no de los componentes de la actual crisis de gobernabilidad que atraviesa el mandatario inglés, el gobierno reveló que también fue incluido el actual ministro de Economía, Rishi Sunak.

De acuerdo con la Policía londinense, Johnson no sería el único de los funcionarios gubernamentales que han recibido reprimendas por las conductas violatorias de la ley durante la pandemia, advirtiendo que en ese contexto, más de 50 empleados adscritos al Estado, también han recibido sanciones.

El llamado ‘Partygate’ es un escándalo que ha minado la confianza de los británicos en su dirigente, señalando que no es aceptable que, mientras la mayoría de los ciudadanos permanecían encerrados en sus hogares cumpliendo la cuarentena, funcionarios estatales estuvieran aprovechándose de su posibilidad de movilidad para adelantar reuniones que, incluso, iban más allá de lo permitido por las propias reglas establecidas por el Gobierno.

En el caso del ‘partygate’, este no se refiere a un grupo de reuniones que pudiesen ser contadas con los dedos de una mano, sino que por el contrario, según un informe oficial, se hablaría de al menos 16 encuentros al interior de la residencia del primer ministro durante el periodo de los confinamientos.

Del listado de eventos sociales, que denotaron el irrespeto a las normas por parte de los funcionarios británicos, se tiene reporte en mayo de 2020, justo en medio de uno de los momentos más difíciles sanitariamente atravesado por ese país, para hacer frente a una enfermedad que incluso obligó al primer ministro a pasar algunos días internado en una unidad de cuidados intensivos a raíz de las complicaciones de su caso de contagio.

Como respuesta a los hechos de evidente violación de las normas, el primer ministro ha sido objeto de una ola de ataques por parte de la oposición, e incluso, el líder del partido laborista, Keir Starmer, ha elevado fuertes críticas en contra de Johnson, advirtiendo que el líder del Partido Tory, y en general su colectividad, han sido incapaces de gobernar.

En ese sentido, Starmer ha expresado que tanto el primer ministro, Boris Johnson, como varios miembros de su gabinete, deberían dimitir de su cargo.

“Ambos deben dimitir. Los conservadores son totalmente incapaces de gobernar”, manifestó a través de su cuenta de twitter el líder laborista, refiriéndose a Johnson y Rishi Sunak.

“El Reino Unido se merece algo mejor”, puntualizó el político.

Tras el anuncio de las multas en contra de estos dos funcionarios, se revive en Reino Unido el escándalo que tenía en la cuerda floja al premier, que, en las últimas semanas había, al parecer quedado, en ‘stand by’, debido a que la atención de los medios migró de los asuntos domésticos, a la esfera internacional, centrando su foco en las acciones emprendidas en contra de Rusia por la invasión a territorio ucraniano desde el 24 de febrero.

El escándalo y la solicitud de renuncia en contra de Johnson, no solo ha provenido de sectores de oposición, sino que, la indignación generada en el marco del incumplimiento del propio premier a las normas en uno de los momentos más difíciles de la era contemporánea mundial, también ha provenido de algunos sectores del propio partido conservador, quienes, según advierten medios internacionales, han manifestado incluso intención de adelantar procesos de censura al interior de la colectividad.

Incluso, una de las referidas fiestas, aunque no contó con la presencia del primer ministro, se presentó en la víspera del funeral del príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel.

A comienzos del año 2022, Johnson había comparecido públicamente ante el Parlamento de su país para pedir excusas por el escándalo, y el actuar suyo y de sus allegados en violación de las normas sanitarias.

Aunque inicialmente, con el estallido del escándalo, Boris Johnson había negado la ocurrencia de anormalidades, la difusión de imágenes que no solo dan cuenta de su realización, sino también de la participación del premier, lo dejaron en evidencia.