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Brasil exhuma tumbas y abre espacios para los nuevos fallecidos por la covid-19
Tan solo en marzo hubo más de 66.000 muertes por coronavirus en este país que tiene las peores cifras de atención de la pandemia en el sur del continente.
Entre la desesperación y la solemnidad, así viven quienes administran y trabajan en los cementerios de Sao Paulo en Brasil ante la creciente ola de fallecimientos a causa del coronavirus.
El Ministerio de Salud de Brasil registró en las últimas 24 horas 3.769 nuevas muertes y 91.097 contagios nuevos, lo que supone los días de mayor afectación de la pandemia, ante unas medidas débiles para contenerla y el avance lento que ha tenido el inicio de la vacunación masiva.
Ante esta situación, la ciudad más grande de este país comenzó sus esfuerzos para liberar la mayor cantidad de tumbas antiguas y dejar espacio para quienes están muriendo por el virus, pues según estudios, el 80 % de las personas que están internadas en una unidad de cuidados intensivos fallece.
Tanto en el cementerio de Vila Nova Cachoeirinha como en el de Vila Formosa, los horarios laborales se han extendido y las autoridades han permitido trabajos nocturnos, tanto para dar sepultura como para liberar las tumbas de quienes están allí enterrados desde hace algunos años.
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Los trajes blancos de materiales peligrosos son un común denominador en estos campos y son portados por personas que recogen los restos óseos para trasladarlos a otro lugar, mientras algunas familias, entre llantos, despiden a sus seres queridos.
Tan solo en Sao Paulo fueron enterradas 419 personas el pasado martes, la mayor cifra desde que se inició la pandemia en 2020. Y ante esto, el Gobierno local señaló que si estas cifras se mantienen será necesario tomar nuevas medidas para la disposición de cuerpos de personas que fallecen por la covid-19.
Brasil es el país más afectado en Suramérica por la pandemia. El presidente Jair Bolsonaro se ha resistido a aceptar la magnitud de la enfermedad y a tomar medidas lo suficientemente fuertes para controlar los casos nuevos, las muertes y la variante brasileña del virus, que se ha catalogado como una de las predominantes en la región y que ha llevado a otros países a tomar medidas como es el caso de Bolivia, que cerró su frontera con Brasil para evitar una peor catástrofe.
Chile también anunció el cierre de todas sus fronteras a partir del próximo 5 de abril y hasta finales del mismo mes, para contener el nuevo pico de contagios que está viviendo el país, pese a ser el que más avanzada lleva la vacunación en la región.
“Estamos en el peor momento, con el mayor número de muertes y de casos, lo cual indica que abril será todavía muy malo”, señaló por su parte la epidemióloga Ethel Maciel, profesora de la Universidad Federal de Espírito Santo (UFES).
“La pandemia está totalmente fuera de control y la posibilidad de llegar a 4.000 muertes por día es muy real a partir de esta semana. La perspectiva de alcanzar medio millón de muertos en julio ya es plausible”, añadió.
El país que está bajo el mando de Bolsonaro está en los ojos de los organismos internacionales. Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han manifestado su preocupación por el daño que puede ser para la región que Brasil no controle la pandemia.
La OMS señaló recientemente que en Brasil casi todas las Unidades de Cuidado Intensivo tienen una ocupación superior al 90 % y que, “de hecho, hay una situación muy grave en este momento. Tenemos varios estados en estado crítico”, dijo en una sesión informativa la epidemióloga de la OMS Maria van Kerkhove.
En la actualidad, este país representa una cuarta parte de las muertes diarias por coronavirus en todo el mundo, según los indicadores en tiempo real que comparte la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos. En total, Brasil acumula 12.839.844 contagios desde que se inició la pandemia y 325.284 muertes.