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Brasil: Lula da Silva comienza primera gira internacional, tras la ‘purga’ a militares; esta es su agenda
Primera gira al extranjero del brasileño, a días de que los tres poderes del Estado fueran asaltados.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llegó a Buenos Aires para reunirse este lunes con su par argentino, Alberto Fernández, en el lanzamiento internacional de su nueva presidencia, que buscará “reconstruir puentes” con América Latina.
El mandatario brasileño, de 77 años, realiza su primera visita de Estado a su vecino y socio en el Mercosur -el bloque que completan Paraguay y Uruguay-, para luego participar, el martes, de la cumbre de presidentes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), a la que su país regresa tras unos años de ausencia.
El canciller de Lula, Mauro Vieira, explicó el sábado en una entrevista con la agencia oficial argentina Télam, que la visita de Lula se inscribe en el marco de una política exterior que buscará “reconstruir puentes” con la comunidad internacional.
Un relanzamiento de relaciones
“Lo que vamos a hacer en Buenos Aires y Montevideo es dialogar con los socios en cuanto a la situación que heredamos y posibles rumbos a seguir. El primer paso es relanzar la relación bilateral y eso se hará a partir de la declaración conjunta de los presidentes Fernández y Lula, que va a ser el guion de ese relanzamiento, con objetivos y tareas claras”, precisó el diplomático.
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En medio de una crisis en el Mercosur tras la decisión de Uruguay de negociar un TLC bilateral con China y solicitar el ingreso al Acuerdo Transpacífico sin la anuencia de los demás socios, una decisión cuestionada por Brasilia, Buenos Aires y Asunción, Vieira sostuvo que Brasil pretende hablar “sobre el presente y el futuro del Mercosur”.
Los gobiernos del bloque fundado en 1991 deben “hacer los ajustes necesarios en diálogo permanente con los empresarios de nuestros países”, le dijo Vieira a Télam. Lula tiene previsto reunirse con Fernández en la Casa Rosada, tras lo cual los dos mandatarios darán una declaración conjunta.
“Argentina es el país más importante en nuestro relacionamiento diplomático”, explicó a AFP Feliciano de Sa Guimaraes, director académico del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales (CEBRI). A su vez, el gobierno de Fernández “depende mucho de Brasil” y en particular “de la ayuda de Brasil en el FMI”, organismo con el que Buenos Aires mantiene un programa crediticio por 44.000 millones de dólares.
Brasil es el principal socio comercial de Argentina, según cifras oficiales publicadas la semana pasada por el organismo nacional de estadísticas INDEC.
Regreso a la CELAC
El viaje de Lula marca también el retorno de Brasil a la CELAC, un foro de concertación integrado por 33 países, que Brasilia abandonó en 2020 por decisión del entonces presidente Jair Bolsonaro, quien consideraba que “daba protagonismo a regímenes no democráticos como los de Venezuela, Cuba, Nicaragua”.
El gobierno Lula pretende dar una señal de “compromiso con los espacios de diálogo y concertación regional”, sostuvo el canciller Vieira. “No se entiende que los hayamos dejado”.
Lula tiene previsto reunirse en Buenos Aires con el mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, según fuentes de la Presidencia brasileña. El dirigente de la isla comunista confirmó su presencia en la CELAC. La versión sobre una reunión del mandatario brasileño con el chavista, Nicolás Maduro, circula con fuerza pero no ha sido confirmada oficialmente. El gobernante venezolano no acudió a la ceremonia inaugural de Lula en Brasilia el primero de enero.
En Argentina, en tanto, crece el pulso judicial ante la posible visita del chavista, con un pedido de indagatoria urgente en la Justicia por violación a los derechos humanos y anuncios de protestas en su contra, según informó el diario La Nación.
Lula visita Argentina luego de destituir, el sábado, al Comandante en jefe del Ejército, por un “quiebre del nivel de confianza” tras la asonada de partidarios radicales de Bolsonaro a las sedes de los tres poderes públicos en Brasilia el 8 de enero, pidiendo una intervención militar que provocara la caída del mandatario.
En su tercer mandato, quien encabeza ahora el Palacio de Planalto, recibió el apoyo al unísono de las instituciones brasileñas y los actos vandálicos en Brasilia fueron condenados por la comunidad internacional.
*Con información de AFP.