Francia
Burkini: el traje de baño que genera polémica en Francia
La prenda diseñada para que las mujeres musulmanas puedan hacer uso de piscinas y playas sin estar en contra de sus convicciones religiosas ha vuelto a estar en medio del debate en Europa.
La ciudad de Grenoble, a los pies de los Alpes, se dispone este lunes a aprobar que las mujeres musulmanas puedan usar el llamado burkini en las piscinas públicas, una controvertida decisión que el gobierno francés amenaza con bloquear.
“De acuerdo con las instrucciones del ministro del Interior, Gérald Darmanin, el prefecto de Isère remitirá el asunto al tribunal administrativo de Grenoble si se adopta esta decisión”, advirtió el domingo la prefectura.
El asunto del ‘burkini’, así como el del velo, suele caldear el debate político en Francia, máxime en período electoral como el actual, a menos de un mes de unas elecciones legislativas claves para el presidente francés, el centrista Emmanuel Macron.
El alcalde de Grenoble, el ecologista Éric Piolle, defiende que la reforma del reglamento municipal de piscinas busca poner fin “a las aberrantes prohibiciones vestimentarias” y a las órdenes “sobre el cuerpo de las mujeres”.
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El regidor recibió el apoyo de un centenar de personalidades, entre ellas conocidas feministas como Caroline de Haas y Alice Coffin, para quienes “no se debe estigmatizar a nadie en las piscinas por su tipo de bañador”.
Pero para sus opositores, el ‘burkini’ -que cubre el cuerpo y la cabeza, pero no la cara- representa un símbolo de la opresión de la mujer y lo comparan incluso con el velo integral que los talibanes acaban de reimponer a las mujeres en Afganistán.
Piolle “no se da cuenta del mal que está haciendo a nuestros valores republicanos”, aseguró este lunes Prisca Thévenot, del partido del presidente centrista francés. Para la extrema derecha, está cediendo al “islam político”.
A partir de las cuatro de la tarde, Grenoble debe adoptar la modificación del reglamento municipal de piscinas, en un contexto que se anuncia tenso, con llamados a manifestarse en la ciudad. La coalición de izquierdas gobernante también está dividida, lo que augura una votación ajustada entre los 59 concejales. Según el diario regional Le Dauphiné Libéré, al menos 27 se opondrán a la medida.
Debate recurrente
La decisión representa un nuevo pulso de un debate recurrente en Francia, sobre el laicismo y el encaje del islam. Desde 2004, se prohíbe usar signos religiosos visibles en las escuelas y los funcionarios están sometidos al principio de “neutralidad”.
Durante la campaña de la pasada presidencial, la candidata ultraderechista Marine Le Pen propuso prohibir el velo de las mujeres musulmanas en los espacios públicos, pero no así la kipá judía, algo que, según Macron, habría llevado a la “guerra civil” en Francia.
Para el gobierno, el objetivo de autorizar el burkini es “ceder a las exigencias comunitarias con fines religiosos” y esta decisión podría violar el principio de “laicidad establecido por la ley de 1905″, según la prefectura. “Tengo ganas de que el gobierno nos explique por qué, en una piscina, deberíamos esconder todos los signos religiosos”, aseguró Piolle este lunes a la radio franceinfo, recordando que el gobierno “no atacó Rennes” cuando esta ciudad adoptó una medida similar hace cuatro años.
Entonces, todavía no había entrado en vigor la polémica ley contra el “separatismo” adoptada en 2021, que castiga los actos que “atenten gravemente contra el principio de laicidad y de neutralidad del servicio público”.
Sin embargo, en febrero, la entonces ministra de Igualdad, Elisabeth Moreno, en plena polémica en Francia sobre el uso de este símbolo religioso por las futbolistas profesionales, estimó que tenían “derecho a llevar el velo islámico para jugar”. En diciembre de 2018, el Defensor de Derechos, Jacques Toubon, concluyó que un parque acuático incurrió en una “discriminación” cuando rechazó el acceso de una mujer en “burkini”, pero esto no impidió al centro mantener esta prohibición.
Con información de AFP.