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Cadena perpetua para dos primos adolescentes que planearon fríamente asesinato de otro joven
En Leeds, Reino Unido, Jovani Harriott y Jakele Pusey emboscaron y atacaron con un cuchillo en un callejón a Khayri Mclean, las heridas le produjeron la muerte.
Charlie Mclean tocó las fibras de millones de británicos al hacer públicos sus sentimientos ante la condena que le hizo justicia a su dolor de madre. “Ningún padre debería tener que vivir esto, y mucho menos presenciarlo. Los cobardes responsables del asesinato de mi hijo le quitaron la vida a un hijo, hermano y amigo que tenía toda la vida por delante y luchaba por un futuro brillante”.
Las declaraciones fueron el epílogo de una tragedia que comenzó el pasado 21 de septiembre en la ciudad de Leeds, cuando Khayri Mclean, un estudiante de 15 años, caminaba a su casa desde el colegio North Huddersfield Trust School.
Aquel debía ser un apacible recorrido de rutina, pero al pasar por un callejón, de repente, oyó que alguien gritaba su nombre y ahí comenzó la carnicería que acabó con sus días. Se trataba de Jakele Pusey, un joven de su misma edad, quien de inmediato lo hirió con un cuchillo de treinta centímetros de largo. Era una emboscada en la que también participó Jovani Harriott, primo de Pusey, quien apuñaló a Khayri en una pierna.
Los agresores lo dejaron tirado y en pésimas condiciones, hasta que unos amigos, al igual que algunos profesores del plantel, lo descubrieron y trataron de levantarlo, pero colapsó. Alarmados, permanecieron con él y vieron la angustia de su mamá, quien llegó al lugar para saber que había pasado con su hijo. Los paramédicos que llegaron en una ambulancia trataron de salvarle la vida antes de conducirlo al hospital, todos los esfuerzos fueron en vano, Khayri murió a causa de las graves heridas.
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Hoy, el Reino Unido conoció la noticia de que los asesinos pasarán el resto de sus vidas en prisión por lo que hicieron.
Sus nombres se dieron a conocer a pesar de ser menores, porque los jueces autorizaron el levantamiento del anonimato en este caso que fue noticia en diarios como The Times, de Londres o en canales como ITV, según se puede ver en esta publicación de Instagram:
Los fiscales no dudaron es describir este como un ataque “bien planeado” y describieron cómo los primos asesinos estaban vestidos de negro y se cubrieron el rostro con pasamontañas para perpetrar su horrendo crimen.
Además de relatar la pesadilla que vivió aquel 21 de septiembre, Charlie Mclean evocó la memoria de su hijo con palabras afectuosas: “Él era una persona cariñosa y atenta, que amaba al Manchester United y el rugby, tenía una relación amorosa feliz y planeaba estudiar ingeniería cuando creciera. Todo eso terminó en manos de los dos jóvenes que lo atacaron brutalmente. Khayri no tuvo oportunidad de correr ni defenderse y lo dejaron indefenso”.
La mujer también declaró que se preguntaba de qué había servido todo aquello. “¿Para qué murió mi hijo? Nadie ha salido ganador de esta situación. Yo perdí a mi niño y otros padres perdieron a dos hijos que cometieron este crimen”, manifestó.
Las causas del asesinato parecen ser algo absurdas. De acuerdo con Jonathan Sandiford, de la fiscalía que llevó el caso, Khayri firmó su sentencia de muerte el día en que publicó en una red social un video que mostraba una ventana rota de la casa de Jovani Harriott, que se habría molestado por eso.
A pesar de su corta edad, su primo Jakele Pusey tiene antecedentes criminales, es miembro de una pandilla conocida como Fartown. Antes de los 13 años ya se había visto involucrado en un caso de venta de drogas y fue víctima de un disparo por un hombre enmascarado, informaron las autoridades