Reino Unido
Camila Parker, la mujer que superó el estigma de ‘la otra’ y se convirtió en reina consorte
Aunque la reina estaba entre sus principales detractoras inicialmente, a través de los 17 años de matrimonio con el ahora rey Carlos III, la mujer habría demostrado tener corazón de servicio, ganando el favor de la fallecida monarca.
Con la muerte de la reina Isabel II y el ascenso al trono de su hijo, ahora rey Carlos III, múltiples miradas han recaído en la que ahora se convierte en su reina consorte, Camila Parker Bowls, una mujer que décadas atrás no gozaba con una buena imagen al interior de la población británica, al haberse ganado el estigma de ‘la otra’, siendo culpada de que el matrimonio del entonces príncipe de Gales y su primera esposa, Lady Di, terminara por disolverse en la primera mitad de los años 90.
No obstante, la ahora reina consorte ha sido una mujer paciente, que incluso ha logrado revertir la antipatía de los británicos, para lograr ahora altos niveles de aceptación entre los que ahora son sus súbditos, pasando así de ser la mujer más odiada, a ser respetada como parte de la familia real, y ahora el principal apoyo del rey.
“Nadie disfruta sintiéndose observado y criticado”, afirmó meses atrás la ahora reina consorte, en medio de una entrevista con una prestigiosa revista del mundo de la moda, en la que refirió al hecho de que logró salir de la crisis y, con paciencia y trabajo, se ganó el título que ahora ostentará, siendo además una novedad, en tanto que es la primera vez que una mujer, casada por segunda vez, asciende a lo más alto de la monarquía británica.
Según los expertos, el panorama que vive la realeza hoy no había podido ser previsto hace 17 años, cuando el ‘secreto amor’ que se conocía a voces en el Reino Unido salió oficialmente a la luz y se hizo oficial a través del matrimonio de Carlos y Camila, un enlace que para la época no despertó la simpatía de los británicos, ni de los seguidores mundiales de Lady Di, quienes adelantaron protestas con carteles que decían “Larga vida a la reina; Diana para siempre; rey Carlos y reina Camila, nunca”; no obstante, la historia lo hizo posible.
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Aunque en su momento lo proyectado era que si algún día Carlos tenía que asumir el mando del reino, Camila Rosemary Shand (su nombre real), no podría ser erigida como reina consorte; no obstante, su silencioso trabajo, y la abnegación y buenas maneras demostradas haciendo equipo con el príncipe de Gales, permitieron que la duquesa de Cornualles –título nobiliario recibido tras contraer matrimonio con Carlos–, lograse conquistar el corazón de su suegra, que obraba como una de sus detractoras.
Así, 17 años después de aquel 9 de abril de 2005, cuando se consumó el amor de más de 30 años entre Carlos y Camila, la relación de la reina y su nuera había cambiado considerablemente, llevando a que aquella reina que se mostró muy seria el día del segundo matrimonio de su hijo, comenzara a esbozar sonrisas y simpatías por Parker, llevando a que la misma monarca la nombrara, en enero del presente año, como dama real de la muy noble orden de la Jarretera, una alta distinción en la corte.
Con el pasar del tiempo, según detallan los expertos, si bien aún no cuenta con la simpatía plena de los británicos, Camila se ganó el corazón de buena parte de ellos, logrando convertir al ahora rey en una figura más sonriente, que lucía menos amargado que otrora.
En ese mismo sentido, incluso se ha dicho que la ahora reina consorte, al igual que Lady Di, goza de una imagen más favorable que la de su propio esposo.
Sobre el camino de Camila al trono, este se recorrió en medio de esfuerzos, evidenciando un corazón de servicio, y demostrándose preparada y entregada a las labores sociales que le requería su cargo, logrando que, previo a su muerte, la reina manifestara su beneplácito al deseo de Carlos para que Camila pudiera ser reina consorte.
Actualmente, Camila Parker lidera o preside más de 90 organizaciones benéficas, y se ha mostrado preparada para el nuevo cargo que ha de asumir; no obstante, está claro que si su esposo llegase a fallecer, al igual que la otrora ‘reina madre’, ella no asumiría el trono, sino que quedaría relegada a un papel social y asesor, cuando llegase al trono el príncipe William, quien ahora asume un nuevo rol como príncipe de Gales.