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Canciller de Costa Rica se suma a la preocupación por la violación de derechos humanos en Nicaragua
Arnoldo André habló en SEMANA sobre el problema de migración en el Tapón del Darién, las sanciones contra Cuba y Venezuela, y el papel criticado de Luis Almagro en la OEA.
En la ciudad de Washington D.C., Estados Unidos, se inicia hoy la nueva versión de la Asamblea General de la OEA, donde asistirán los ministros de relaciones exteriores de los 33 países miembro, para discutir el programa-presupuesto de la Organización, fijar las cuotas de los Estados Miembros y también adoptar las normas generales que deben regir el funcionamiento de la Secretaría General.
En el marco del evento, el canciller de Costa Rica habló con SEMANA sobre la reciente crisis del Gobierno Petro después del escándalo sobre las presuntas chuzadas a la niñera de Laura Sarabia y se refirió a las relaciones diplomáticas con Colombia. También confirmó la visita de Estado del presidente Petro a Costa Rica en Agosto.
El canciller también abogó por una salida rápida a la diligencia de la presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico que no ha sido entregada a Perú, como había sido estipulado, una situación que afecta directamente a Costa Rica en cuanto a su adhesión.
SEMANA: ¿cuáles son esos puntos que se quieren tocar?, ¿qué nuevas ideas trae usted para esta nueva versión de la Asamblea General de la OEA?, ¿cuáles son esos puntos clave que se deberían tocar en esta ocasión?
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Arnoldo André: la OEA es un organismo regional importantísimo para el hemisferio y en especial para Costa Rica. Destacan, por supuesto, los temas de democracia y de derechos humanos, como lo dice la convocatoria a esta Asamblea, dentro del hemisferio nuestro hay siempre desafíos importantes que vencer y muchos puntos por mejorar en esos dos grandes campos. Aparte de los temas de democracia, de la Carta Democrática, del desarrollo de los procesos en cada uno de nuestros países y del respeto de todos y cada uno de los derechos humanos de primera, segunda y tercera generación, y están, por supuesto, también los reportes de las agencias de la OEA, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el ICA, el Instituto de Ciencias Agrícolas, está la Organización Panamericana de la Salud y la correspondiente a la protección de los derechos de la mujer.
SEMANA: hace algunos días, la CIDH pidió un poco más de actuación referente al caso de Nicaragua y los derechos humanos. ¿De qué forma puede Costa Rica actuar un poco más en este caso en específico en Nicaragua?
A.A: bueno, el tema de Nicaragua es de especial relevancia para Costa Rica, porque tenemos dos nicaraguas, la una, la frontera norte nuestra, con un vecino geográfico y con una amplia frontera y una población migrante hacia Costa Rica. Y la otra Nicaragua que tenemos, es la Nicaragua que vive y reside y trabaja en Costa Rica. Creemos que hay unos 600, 800.000 nicaragüenses dentro de nuestro territorio, que implica un 15 % de la población nuestra. Dentro de ese grupo de nicaragüenses se encuentra una lista de 250.000 solicitantes de refugio. Unos 500.000 expedientes de nicaragüenses con estatus legal en Costa Rica. Los nicaragüenses migrantes laborales que están regularizados, así como gente sin estatus legal reconocido. Entonces, además de ellos, tenemos a toda la oposición nicaragüense residiendo en Costa Rica y muchos de los medios de prensa, como el suyo, operando desde Costa Rica. De tal suerte que cualquier cosa que Costa Rica manifieste respecto de Nicaragua va a tener un impacto en el país del norte o en la población nicaragüense que vive en Costa Rica. En ese sentido. Nos interesa, al igual que a Nicaragua, una operación técnica sana y buena de la frontera. Nos interesa el flujo comercial, el control migratorio, fitosanitario, aduanero e incluso operaciones de seguridad conjuntas en los mares comunes. Eso está funcionando bien. Y por otro lado, a nivel de organismos internacionales, Costa Rica se suma a la preocupación seria por la violación de derechos humanos en ese país, entre ellos la situación de los presos políticos ahora ‘apátridas’. La situación de la falta de libertad de expresión y de prensa. La cancelación de la personería jurídica de miles de organizaciones no gubernamentales y otras restricciones serias que hay a las libertades en Nicaragua.
SEMANA: ¿cree usted que se deben adherir nuevamente Venezuela y Cuba a la OEA?, ¿cree que deberían volver a estar presentes en este tipo de asambleas, a discutir con ellos temas importantes en la región?
A.A: bueno, idealmente, la OEA como organización hemisférica debería tener como miembros activos a todos los países de las Américas y del Caribe. Y los más de 33 países que somos deberíamos operar conjuntamente. Actualmente nos enfrentamos a una situación donde están excluidos de la participación y discusión de los temas relevantes. Los tres países que usted menciona. Nicaragua, Venezuela y Cuba no están presentes. Que no es una situación deseable en la buena marcha de una organización regional que procura el respeto de los derechos humanos, pero además, la seguridad colectiva de los países con instrumentos o tratados internacionales que se refieren a ellos, lo ideal es que todos participemos. Usted ha visto los esfuerzos de Colombia, por ejemplo, en atraer la membresía de Venezuela para que se reincorpore al Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos, en donde Colombia está promoviendo el diálogo en esa dirección, que nos parece adecuado. Pero el caso de Nicaragua, que es más reciente, de exclusión por voluntad propia, es más difícil, y Cuba, que desde los 70 está excluida.
SEMANA: ¿cómo ve las relaciones entre Estados Unidos y Cuba?, ¿se deberían excluir las sanciones a la isla?
A.A: nosotros respetamos el principio de autodeterminación de los pueblos y de autonomía doméstica de los pueblos para escoger cómo se organizan. Es un principio de derecho internacional que sigue siendo plenamente válido. Sin embargo, en derecho internacional existe una excepción. ¿Cuál es? Justamente el tema de los derechos humanos en el derecho internacional y en el sistema de Naciones Unidas y el sistema de la OEA se permite la intervención d e otros Estados y la opinión de otros Estados en materia de protección de los derechos humanos que se consideran universales, es en ese sentido que los Estados nos permitimos coadyuvar en los procesos para mejorar la situación de los ciudadanos en esa materia. Es en esa condición que Costa Rica participa.
SEMANA: canciller, hablemos de las relaciones entre Colombia y Costa Rica desde la llegada del presidente Gustavo Petro en agosto al Gobierno.
A.A: Costa Rica y Colombia han sido aliados históricos y buenos amigos como países vecinos, Costa Rica y Colombia son vecinos por ambos mares, tanto en el Pacífico, donde participamos de la iniciativa conocida como Semar, junto con Panamá, Ecuador y Costa Rica. Las islas de Galápagos, Malpelo, Coiba y la isla de Cocos, en el lado Pacífico y en el lado Atlántico. En el Mar Caribe también somos vecinos. Además, tenemos históricamente relaciones en materia de seguridad, el programa Sembremos Seguridad, que inició en Colombia, ha sido importado por Costa Rica y exitosamente desarrollado siguiendo el modelo colombiano y hemos contado tradicionalmente con asesoría y cooperación colombiana en materia de seguridad. Tenemos un buen amigo en Colombia, que es el canciller don Álvaro Leyva, quien residió y vivió durante muchos años en San José y por lo tanto tiene y mantiene relaciones estrechas con muchos costarricenses. En ese sentido, el diálogo se ha facilitado desde agosto y nos ha ocupado principalmente el tema migratorio. En el tema migratorio respecto de los migrantes que transitan por el continente de sur a norte, donde lo que suceda en el tapón de Darién, que une a Colombia con Panamá afecta directamente a Costa Rica. Porque los migrantes que recibe Panamá, no los entrega en la frontera sur nuestra y nosotros a su vez los acompañamos en su marcha hacia el norte. Es ahí donde tenemos que reforzar el diálogo interamericano regional, para abordar mejor el problema migratorio, es un fenómeno mundial que nunca va a cesar, pero si podemos administrarlo mejor, si podemos procurar un mejor bienestar de los migrantes de paso, evitando quizá situaciones graves de vulnerabilidad. Vulnerabilidad que tienen, por ejemplo, mujeres con sus hijos que atraviesan esa jungla tan densa. Esos diálogos tripartitas de Costa Rica, Panamá y Colombia están en buena marcha.
SEMANA: ¿cómo ve las relaciones diplomáticas de Colombia con otros países, por ejemplo con Perú, que se han debilitado un poco con la llegada de Dina Boluarte al poder? ¿Cuál es su opinión sobre el manejo que le está dando el presidente Gustavo Petro a las relaciones con otros países?
A.A: en este caso específico que usted nos menciona de Perú, Colombia, México, y voy a agregar Chile, tenemos el desafío de la pretensión costarricense de ingresar a la Alianza del Pacífico, cuya admisión ya fue tramitada en noviembre pasado que estuvimos presentes en las reuniones que se llevaron a cabo en México y donde la Alianza le dio el visto bueno para iniciar las negociaciones con Costa Rica a su ingreso. Ese ingreso de Costa Rica a la Alianza del Pacífico ha sido suspendido debido a la situación en que México se ha negado a pasar su presidencia pro tempore del sistema de la Alianza a Perú, por el no reconocimiento de la señora Boluarte como presidente del Perú y algunas críticas que había hecho también, me parece, Colombia sobre el proceso que llevó a cabo Perú ante el golpe que dio el expresidente Castillo y nosotros respetuosos de un proceso del que no somos aún parte, pues hemos estado a la espera de que se regularice la situación en la Alianza del Pacífico para proseguir con esa negociación.
SEMANA: lo ideal sería que entregaran la presidencia pro tempore, como es lo pactado.
A.A: es un asunto que tienen que resolver los cuatro miembros de la Alianza del Pacífico dentro de sus mecanismos de solución y de diálogo. De eso va a ser Costa Rica respetuosa y va a esperar a que alguien asuma la presidencia pro tempore para poder proseguir con nuestra pretensión.
SEMANA: canciller, para nadie es un secreto la crisis política por la que está pasando el presidente Gustavo Petro, a raíz del escándalo de los audios y la investigación revelados por SEMANA, ¿cuál es su opinión al respecto?
A.A.: eso es un asunto muy doméstico de Colombia al que no nos corresponde referirnos. La información que tenemos es por prensa. No tenemos información de primera mano y vamos a ser respetuosos del proceso interno de Colombia para que los mecanismos internos domésticos de Colombia resuelvan esa discusión que actualmente se presenta.
SEMANA: ¿cómo le ha ido en esta visita a Washington y que espera de las relaciones bilaterales con Estados Unidos y sobre todo con el Congreso?
A.A: sí, gracias. Hemos tenido oportunidad de algunas reuniones bilaterales con miembros de la Cámara de Representantes y haciéndoles un llamado para que vuelvan de nuevo a tener sus ojos centrados en Latinoamérica. Creemos que los Estados Unidos pueden jugar un papel mucho más activo, sobre todo reactivando el comercio, la inversión y las relaciones con el resto de Latinoamérica. Hemos notado una buena percepción. Creemos que varios políticos norteamericanos son conscientes de la necesidad de mayor presencia, política y económica en nuestra región.
SEMANA: algunos países no están de acuerdo con la forma en que la OEA maneja temas tan importantes en la región y han habido críticas. ¿Cuál es su opinión sobre el papel que juega el secretario general, Luis Almagro?
A.A: es normal que en una organización tan grande y con miembros tan distintos haya diferentes criterios, sobre todo en materia de administración de una organización internacional tan importante que cubre tantos temas distintos e importantes y de impacto directo para nuestros ciudadanos. El secretario general Almagro ha tenido que enfrentar algunos procesos personales, fue cuestionado por una relación personal de él, del cual salió bien librado, digamos, en el sentido de que no hubo mérito para una sanción ulterior y últimamente tuvimos una discusión fuerte en el nivel de la OEA por el presupuesto, dividiéndose los países en un grupo que respaldaba un aumento en el presupuesto de la OEA y otros, por ejemplo, en el caso de Costa Rica, que por razones fiscales domésticas nos veíamos imposibilitados de aumentar nuestro aporte para sostener la OEA. Desde luego que, ante una injerencia de cualquier entidad, hay críticas donde uno cree que los recursos podrían ser mejor utilizados y otros de otra forma. En general, la OEA para nosotros es positiva, debe fortalecerse, debe crecer y debe tratar de conciliar las posiciones distintas de los países.
SEMANA: canciller, ¿hay alguna visita próxima del presidente de Costa Rica a Colombia o del presidente Petro a Costa Rica?
A.A: sí, efectivamente esperamos contar con la presencia del presidente Petro a fines de agosto y el presidente Rodrigo Chávez va a recibirlo en una visita oficial de trabajo y, además, el presidente Petro va a dictar una lección inaugural en la Universidad de La Paz, cuya sede es San José de Costa Rica.