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Capturan a cuatro personas en Venezuela por venta ilegal de vacunas del coronavirus
El vecino país ha registrado más de 175.000 casos confirmados de covid-19, incluyendo más de 20.000 en marzo.
En la noche del jueves cuatro personas fueron detenidas en Venezuela señaladas de ofrecer vacunas contra la covid-19 en el mercado negro, en medio de una alarmante ola del virus.
“Una mujer y tres hombres (...) estaban vendiendo dos vacunas contra la covid-19 en 280 dólares, a través de la página Marketplace” de Facebook, indicó un comunicado del Tribunal Supremo de Justicia del miércoles.
“Dos ampollas de la presunta vacuna” además de “34 frascos de bromuro de rocuronio”, antibióticos inyectables y ampollas de tramadol fueron incautadas.
La aparición de un mercado negro de vacunas en Venezuela se ha convertido en un tema de conversación recurrente en el país. Varias fuentes han planteado el tema a la prensa, refiriéndose a “dosis a 300 dólares” y “vacunas a 600”. Sin embargo, no ha sido posible verificar estas afirmaciones o una venta ilegal.
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El vecino país ha registrado más de 175.000 casos confirmados de covid-19, incluyendo más de 20.000 en marzo, y alrededor de 1.800 muertes desde el comienzo de la pandemia, según cifras oficiales. Estos balances son tachados de “totalmente falsos” por la oposición, que denuncia un colapso del sistema de salud venezolano.
Los hospitales están desbordados y las vacunas llegan a cuentagotas en este país en plena debacle económica.
Venezuela ha lanzado una campaña de vacunación con las vacunas rusa Sputnik V y la del laboratorio chino Sinopharm, aunque ha recibido menos de 1 millón de dosis.
El gobierno ha anunciado igualmente haber pagado poco más de la mitad del monto requerido para comprar 11,3 millones de dosis de vacunas a través del mecanismo Covax, gestionado particularmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ninguna de esas vacunas ha llegado al país.
Caracas asegura que las sanciones económicas, con el congelamiento de activos venezolanos en el extranjero, han atrasado el proceso, una explicación que la oposición venezolana ha calificado de “mentira”.
Producción de vacunas
En tanto, Venezuela va a producir una vacuna cubana contra el nuevo coronavirus -hasta dos millones de dosis por mes a partir de agosto-, prometió el pasado domingo el mandatario Nicolás Maduro.
“Hemos firmado un convenio para producir en nuestros laboratorios (...) dos millones de vacunas por mes de la vacuna Abdala, por allá para el mes de agosto, septiembre, aproximadamente”, dijo Maduro durante una alocución televisada.
El mandatario indicó que “va muy bien la fase 3” de la vacuna desarrollada por científicos de Cuba, un cercano aliado de su gobierno que desde el pasado 29 de marzo comenzó a suministrarla a 124.000 trabajadores de la salud en la isla como parte de sus ensayos.
Los científicos cubanos trabajan en cuatro candidatos a vacunas: Soberana 1 (en fase 2), Soberana 2 (fase 3) y Mambisa (en fase 1), además de Abdala.
Un quinto, Soberana +, es una reformulación de Soberana 1, destinado a convalecientes de la enfermedad.
En caso de concluir exitosamente todas las fases de ensayos, la Abdala sería el primer antígeno contra el covid-19 concebido y desarrollado en América Latina.
Maduro indicó además que su gobierno adelanta la firma de acuerdos para producir vacunas “con Rusia, con China y con otros países”.
Venezuela ha aprobado hasta el momento la aplicación de la vacuna rusa Sputnik V y la china Sinopharm, de las que han llegado menos de un millón de dosis al país de 30 millones de habitantes.
El plan de vacunación ha beneficiado hasta ahora a trabajadores de la salud, maestros, autoridades y comenzó a incluir a adultos mayores esta semana.
El gobierno anunció además que pagó poco más de la mitad del monto requerido para la adquisición de 11,3 millones de dosis de vacunas a través del mecanismo Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Venezuela se acerca a los 175.000 contagios y 1.778 decesos, registrando desde marzo una segunda ola de covid-19 más “virulenta” por la propagación de variantes brasileñas más contagiosas y agresivas.
Estos números han sido cuestionados por oenegés como Human Rights Watch que consideran que existe un elevado subregistro.
Con AFP.