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Casi un millón de personas bajo riesgo, en el mundo, por culpa de la hambruna: alerta de las Naciones Unidas
Seis países están en alerta máxima de hambruna.
“El mundo no va por buen camino para cumplir la mayoría de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) sobre agricultura y seguridad alimentaria”. Esta es la advertencia hecha por la oficina de la ONU, FAO, en relación con la crisis que golpea a varios países y que amenaza a casi un millón de personas.
Afganistán, Yemen y Somalia forman parte de las zonas sobre las que recae una “alerta roja” de hambruna, y que corren el riesgo de perder la batalla en los próximos meses si no se toman medidas concretas con celeridad.
Este miércoles, la FAO en Unión con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) presentaron un informe en el que atribuyen la crisis alimentaria a la sequía que azota en el Cuerno de África. El documento presenta el panorama en 19 naciones consideradas de mayor riesgo y seis de las cuales están, en este momento, bajo alerta máxima: Etiopía, Nigeria, Afganistán, Sudán del Sur, Yemen y Somalia.
“El mundo estaba lejos de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) incluso antes de 2020, pero la pandemia ha agravado esa tendencia, cobrando un precio devastador en la vida y los medios de subsistencia de las personas y en las iniciativas mundiales para alcanzar los ODS”, reza el texto.
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Según datos entregados por la Oficina de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura, las cifras relacionadas con el hambre (a nivel global) se situaron para 2021 entre 702 y 828 millones de personas.
“Estas estimaciones revelan que, desde 2015, el aumento del número de personas subalimentadas en el mundo ha mermado prácticamente todos los progresos realizados durante el decenio anterior, haciendo retroceder al mundo a los niveles de hambre que prevalecían en 2005″, según el informe.
Lo alarmante es que de las seis naciones que permanecen en alerta máxima, se prevé que para enero del próximo año pasen a la fase de catástrofe (5), es decir, el nivel más alto.
El documento también destaca que “el porcentaje de alimentos perdidos tras la cosecha en la explotación agrícola y en las etapas de transporte, almacenamiento, venta al por mayor y elaboración se estima en un 13,3 % a nivel mundial, frente al 13 % de 2016″. Estos datos, según la ONU, dan cuenta de algunos avances, pero también retrocesos a nivel regional y subregional.
¿Qué está haciendo la comunidad internacional?
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció la entrega de 2.900 millones de dólares en nueva asistencia para hacer frente a las amenazas de hambruna que también están presentes en la región.
Es el caso de Guatemala, catalogado en la lista de los países “calientes” frente a la situación alimentaria. Allí, según la organización Acción Contra el Hambre, se “tiene la tasa de desnutrición crónica más alta de América Latina y una de las más elevadas del mundo (49 %)”.
Por su parte, el representante del Gobierno español, Pedro Sánchez, confirmó que su país dispondrá de más de 230 millones de euros para tal fin, mientras destacó que el tiempo se agota y que se necesitan acciones coordinadas multilaterales.
Así lo hizo saber en el marco de la Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimentaria y que cuenta con el respaldo de la Unión Europea, Estados Unidos y la Unión Africana. Los recursos que entregará España están divididos en donaciones por 151 millones de euros y el otorgamiento de créditos en alrededor de 85 millones.
El mandatario francés, Emmanuel Macron, aprovechó su espacio en la Asamblea General de la ONU para comunicar que su país financiará el envío de trigo ucraniano a Somalia (uno de los lugares más afectados).