Estados Unidos
Caso Epstein: Ghislaine Maxwell se enfrenta a cadena perpetua por tráfico de menores
La novia del magnate se enfrenta a un juicio que podría dejarla toda su vida tras las rejas.
Declarada culpable de tráfico sexual para el financiero Jeffrey Epstein a fines de 2021, la socialite Ghislaine Maxwell conocerá este martes su condena, que puede llevarle a pasar el resto de su vida tras las rejas.
La fiscalía neoyorquina ha pedido entre 30 y 55 años de cárcel para la hija del que fuera magnate de la prensa británica Robert Maxwell, por tráfico sexual de menores para su expareja y amigo Jeffrey Epstein, que se suicidó en 2019 en una cárcel de esta ciudad estadounidense antes de sentarse en el banquillo.
Un jurado la declaró culpable el 29 de diciembre de cinco de los seis cargos en su contra, entre ellos, el de tráfico sexual de menores para Epstein.
Para la fiscalía, su “responsabilidad” en el tráfico de menores y “la falta total de remordimientos” justifican el pedido de la larga condena para esta figura de la jet set internacional, educada en Oxford, y que desde que fue detenida en el verano de 2020 en Estados Unidos, está en la cárcel.
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Tras el intento frustrado de invalidar el juicio, su defensa, encabezada por la reputada criminalista Bobbi Sternheim, pidió a mediados de junio clemencia para su defendida y una condena inferior a 20 años.
El sábado, Sternheim denunció ante la jueza encargada del caso, Alison Nathan, que Maxwell había sido aislada en una celda por riesgo de suicidio, “sin justificación”, pese a que un examen psicológico posterior “determinó que no es suicida”.
A su defendida, aseguró, no se le permite “poseer ni revisar documentos legales” ni tampoco “papel ni bolígrafo”, lo que le ha “impedido prepararse para la sentencia”, lo que justificaría un aplazamiento del fallo.
“El error de su vida”
La defensa de Maxwell considera que su defendida fue víctima de la influencia nefasta que ejercieron tanto su padre -”autoritario, narcisista y exigente”- y Epstein, a quien conoció tras la muerte en circunstancias misteriosas de su progenitor.
La relación con el financiero multimillonario, fue “el peor error de su vida”, aseguró la defensa.
Maxwell, que tiene triple nacionalidad británica, francesa y estadounidense, y Epstein fueron pareja a principio de los años 1990 antes de convertirse en colaboradores profesionales y cómplices de sus delitos sexuales durante cerca de 30 años.
En el juicio realizado en un tribunal de Manhattan el pasado año, Maxwell fue descrita como “depredadora sofisticada” que actuaba conscientemente para atraer y seducir a jóvenes para disfrute de Epstein y sus amigos, como el príncipe Andrés de Inglaterra, en sus residencias de Florida, Manhattan o las Islas Vírgenes.
Las testigos “Jane”, “Kate”, “Carolyn” y Annie Farmer, de 42 años, la única que testificó sin seudónimo, contaron sus vidas rotas a causa de las relaciones sexuales forzadas que mantuvieron con Epstein cuando tenían entre 14 y 17 años, a menudo en presencia de Maxwell.
“La puerta al infierno”
Virginia Giuffre, una de las víctimas de la pareja Maxwell-Epstein que denunció al príncipe Andrés de Inglaterra de abuso sexual cuando era menor, divulgó el viernes, según la red Law&Crime Production, una declaración en la que acusa a Maxwell de ser la que la llevó hasta el pederasta.
“Para mí y para muchas otras, nos abriste la puerta al infierno. Y entonces, Ghislaine, como un lobo con piel de cordero, utilizaste tu femineidad para traicionarnos y nos metiste a todas en esto”, reza la publicación.
El príncipe Andrés de Inglaterra, amigo de Epstein, alcanzó en febrero un acuerdo económico -según la prensa británica de 13 millones de dólares- para poner fin a una demanda de abuso que interpuso Virginia Giuffre, que aseguró que Epstein y Maxwell la “prestaron” para tener sexo con el príncipe cuando era menor.
El juicio de Maxwell no se explica sin la detención de Epstein, el 6 de julio de 2019, por explotación sexual de menores y asociación de malhechores.
El multimillonario, que había sido acusado una década antes en Florida de recurrir a decenas de menores a cambio de dinero, alcanzó un polémico acuerdo con el entonces fiscal general de Florida para librarse de una condena. Su suicidio en la cárcel le libró de un juicio, pero la fiscalía prometió investigar a sus eventuales cómplices.
Con información de la AFP.