¿Censura? Durante las manifestaciones en Cuba, detienen en vivo a influencer mientras daba una entrevista a canal de TV

En el marco de las manifestaciones sociales en Cuba, iniciadas desde el pasado domingo en varias ciudades de la isla caribeña, cerca de un centenar de personas, incluidos periodistas independientes y activistas de la oposición, han sido detenidos y muchos de ellos permanecen privados de la libertad.

Uno de los casos más recientes sucedió mientras la influenciadora y youtuber cubana Dina Stars concedía una entrevista televisiva para el canal Cuatro TV de España, en la que estaba conversando con la periodista Marta Flich y con el cantante cubano Yotuel Romero sobre las protestas en contra del régimen comunista.

Mientras avanzaba la transmisión hubo un momento en el que la influenciadora empezó a hacerle señas a la presentadora para indicarle que tenía que suspender su participación en la entrevista debido a que miembros de la policía estatal de la isla habían llegado hasta su casa y estaban tocando la puerta.

Marta Flich le pidió que siguiera grabando todo lo que sucedía mientras abría la puerta y atendía a los agentes de seguridad. La joven influenciadora le entregó la cámara a un acompañante que se encontraba con ella y procedió a atender a los policías. Luego de algunos segundos regresó a su habitación e informó que debía cortar la transmisión.

El senador del partido republicano de la Florida, Marco Rubio, compartió en su cuenta de Twitter el video de lo sucedido:

“Hago responsable al gobierno sobre cualquier cosa que me pueda pasar. Me tengo que ir”, dijo la youtuber, quien aseguró que los agentes de seguridad estatales le informaron que debía acompañarlos hasta otro lugar. La joven también señaló que sus amigos irían detrás de los vehículos policiales para estar al tanto de su seguridad mientras permanezca detenida.

Dina Stars, quien tiene actualmente más de 35.000 suscriptores en su canal de YouTube, estuvo cubriendo desde el pasado domingo las protestas en contra del régimen cubano, cuando miles de cubanos empezaron a salir a las calles en varias ciudades de la isla para exigir libertades en medio de una fuerte crisis de escasez de alimentos, altos precios y aumento de contagios de covid-19.

El acceso a internet móvil en Cuba fue rápidamente interrumpido por el régimen para que no se convirtiera en una herramienta expansiva de las protestas. El grupo de monitoreo de internet Netblocks reportó interrupciones en la isla en las principales redes sociales y plataformas de comunicación, como WhatsApp y Facebook.

De acuerdo con Amnistía Internacional (AI), durante las protestas del domingo hubo represión por parte de las autoridades cubanas, pues se registraron detenciones, disparos y ataques contra la prensa.

La crisis en Cuba se ha agudizado por cuenta de la escasez de alimentos y medicinas, sumado a los cortes diarios de electricidad y el repunte en los contagios de coronavirus en la isla. No obstante, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel ha asegurado que detrás de la coyuntura hay un plan orquestado desde los Estados Unidos.

“Hay un grupo de gente, contrarrevolucionaria, mercenaria pagados por el gobierno de los Estados Unidos, pagada indirectamente a través de agencias del gobierno de Estados Unidos para armar este tipo de manifestaciones”, afirmó.

El gobierno de Estados Unidos, por su parte, advirtió a las autoridades cubanas sobre el uso de la violencia contra manifestantes pacíficos. “Estados Unidos apoya la libertad de expresión y reunión en Cuba y condenaría fuertemente cualquier uso de la violencia contra manifestantes pacíficos”, señaló en Twitter el asesor de Seguridad Nacional del gobierno, Jake Sullivan.

Desde Norteamérica también instaron a ponerle fin a las restricciones de internet e insistieron en el pedido de liberación de los manifestantes detenidos. “Hacemos un llamado a los líderes de Cuba para que demuestren moderación (y) respeto por la voz del pueblo, abriendo todos los medios de comunicación, tanto digitales como no digitales”, aseguró en rueda de prensa el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.