Estados Unidos

Cero y van tres: Así está la cruzada judicial que tiene a Donald Trump con el agua hasta el cuello y con riesgo de ir a la cárcel

Donald Trump pasó por tercera vez ante un juzgado en menos de seis meses. Esta vez, por las acusaciones de querer interferir en las elecciones de 2020 y sus actuaciones durante la toma del Capitolio.

Redacción Semana
5 de agosto de 2023
| Foto: getty images

Las últimas semanas para el republicano Donald Trump han sido de película. Su nombre se encuentra inmerso en un tsunami de acusaciones, que lo están llevando a los estrados judiciales en Estados Unidos. Esto se ha sumado al comienzo de su campaña presidencial con miras a noviembre de 2024, momento en el que el magnate espera volver a ser el mandatario de los estadounidenses y se prevé un cabeza a cabeza con Joe Biden, actual presidente de la nación.

El pasado martes en horas de la tarde, el expresidente recibió una nueva acusación, la cual se divide en cuatro cargos. El primero, por presuntamente “deshonestidad, fraude y engaño” para defraudar a Estados Unidos. El segundo, por conspiración para obstruir un procedimiento oficial, basado en supuestos intentos de evitar la certificación de la victoria de Biden en el Congreso y en afirmaciones sobre fraude electoral.

El tercer cargo es por obstrucción de un procedimiento oficial debido a los hechos ocurridos el 6 de enero de 2021 en el Congreso. Y, finalmente, el cuarto es por conspiración contra los derechos de los ciudadanos, alegando que Trump conspiró contra el derecho al voto y el conteo de los sufragios de los estadounidenses.

La información se había filtrado horas antes a Trump. El expresidente republicano se enteró de que sería imputado por un nuevo delito. “Escuché que el trastornado Jack Smith, para interferir en las elecciones presidenciales de 2024, dará a conocer otra acusación falsa contra su presidente favorito, yo”, dijo Trump en su plataforma Truth Social.

Fotos de la semana 4 agosto
El expresidente Donald Trump se acerca para hablar con los reporteros antes de abordar su avión en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington, el jueves 3 de agosto de 2023. | Foto: AP

A Smith, quien se desempeña como fiscal especial para el Departamento de Justicia de Estados Unidos, se le considera la bestia negra de Trump. Se convirtió en el primer fiscal federal en inculpar penalmente a un expresidente de Estados Unidos. Ha presentado cargos por negligencia en la forma en la que gestionó documentos gubernamentales confidenciales y ha investigado los esfuerzos del expresidente para invalidar los resultados de las elecciones de noviembre de 2020.

A su vez, el republicano atacó a la Justicia, pues considera que estos acontecimientos forman parte de una estrategia para manchar su candidatura presidencial: “¿Por qué no hicieron esto hace 2,5 años?”, se preguntó Trump el martes. “¿Por qué esperaron tanto? Porque querían ponerlo justo en el medio de mi campaña. Mala conducta de la Fiscalía”, añadió.

Si bien estos hechos podrían llegar a ser detonantes para un descenso en la popularidad del expresidente, por el momento sucede todo lo contrario. Según la encuesta del Siena College y The New York Times entre posibles votantes en las primarias, Trump aplasta al gobernador de Florida, Ron DeSantis, por 37 puntos y refleja un empate en una eventual votación contra Biden.

Estos resultados mostraron a un Trump entusiasmado y que le resta importancia a la avalancha de denuncias en su contra. “Soy la única persona que ha sido imputada y se ha vuelto más popular”, presumió el expresidente recientemente en Iowa. Según expertos, esta regularidad en la aprobación se debe a su discurso, una de las fortalezas de Trump desde hace un buen tiempo a la hora de hacer política y llegarles a los ciudadanos.

Michael J. O’Neill, consejero en la conservadora Landmark Legal Foundation, lo describe así: “Los acuerdos de intercambio multilateral, las fronteras abiertas, las guerras eternas y la globalización dejan a muchos trabajadores estadounidenses sin empleos y con pocos prospectos para el futuro”, y ahí es cuando entra su sermón, que termina siendo arma para atrapar electores.

Donald Trump
Valet Walt Nauta hands former President Donald Trump an umbrella before he speaks at Ronald Reagan Washington National Airport, Thursday, Aug. 3, 2023, in Arlington, Va., after facing a judge on federal conspiracy charges that allege he conspired to subvert the 2020 election. (AP Photo/Alex Brandon) | Foto: AP

El pasado jueves fue el día de la audiencia para Trump. La cita se cumplió en la Corte del Distrito de Columbia en Washington. El exmandatario llegó en medio de una gran caravana, acompañado de varios de sus seguidores, que estuvieron brindándole apoyo durante su diligencia judicial. Allí el líder del Partido Republicano tuvo que escuchar los cargos de los que se le acusan y verse cara a cara con el fiscal Jack Smith.

Como se esperaba, Trump se declaró inocente de todos los cargos de los que se le acusaba y quedó en libertad bajo palabra. No obstante, tendrá que cumplir con ciertas condiciones, como no hablar con las partes involucradas en el caso. A pesar de lo que quiere hacer ver el mandatario, no fue un simple procedimiento de rutina y, más bien, estuvo lleno de tensión, según lo reportado por los medios que estuvieron dentro del recinto.

Trump y Smith cruzaron varias veces miradas llenas de odio antes de que se iniciara la audiencia, separados por apenas unos cuatro metros de distancia. Además, este es seguramente el caso más complicado que atraviesa, más allá de los supuestos sobornos por el silencio de la exactriz de cine para adultos Stormy Daniels y haberse llevado cientos de cajas con documentos clasificados de la Casa Blanca a su residencia en Mar-a-Lago, Florida.

Por la gravedad de haber querido intervenir en las elecciones minando la democracia estadounidense, los fiscales aseguran que “estaba decidido a permanecer en el poder” al perder las elecciones contra Biden y que tanto Trump como seis cómplices, que no fueron acusados, ​​orquestaron un complot para revertir los resultados, que condujeron al ataque del 6 de enero de 2021 contra el Capitolio. La próxima audiencia en el caso de la supuesta intervención electoral está programada para el próximo 28 de agosto a las diez de la mañana, hora de Miami.

Donald Trump
Former President Donald Trump arrives at Ronald Reagan Washington National Airport, Thursday, Aug. 3, 2023, in Arlington, Va., as he heads to Washington to face a judge on federal conspiracy charges alleging Trump conspired to subvert the 2020 election. (AP Photo/Alex Brandon) | Foto: AP

El procedimiento judicial se llevará a cabo ante la jueza Tanya Chutkan, quien tiene la intención de fijar la fecha del juicio contra el expresidente. El equipo de Trump pidió esta fecha, que era la última de las tres opciones ofrecidas por la jueza de instrucción, y planean que el juicio sea después de las elecciones presidenciales. Para muchos expertos, el deseo de querer poner los juicios después de las elecciones es un intento de Trump y su equipo para ganar las elecciones del próximo año y lograr que ya como presidente nuevamente pueda “autoperdonarse” de los cargos.

Mientras tanto, el exmandatario sigue con su retórica de estar siendo perseguido políticamente para impedir su candidatura a la presidencia. “Es un día triste para Estados Unidos”, dijo Trump a los periodistas desde la pista del aeropuerto luego de abandonar el juzgado en Washington, antes de volar de vuelta a su club de golf en New Jersey, donde pasa el verano junto con su círculo cercano. “Esto es una persecución de un rival político, esto no debería ocurrir en Estados Unidos”, declaró el mandatario, que también se calificó como un opositor político que está siendo perseguido por estar liderando las encuestas.

En el caso de las elecciones de Georgia, el expresidente Donald Trump es investigado por pedir a un alto funcionario local, Brad Raffensperger, que "encontrara" casi 12.000 votos en favor de él.
En el caso de las elecciones de Georgia, el expresidente Donald Trump es investigado por pedir a un alto funcionario local, Brad Raffensperger, que "encontrara" casi 12.000 votos en favor de él. | Foto: Getty Images / Scott Olson

A pesar de que Trump intente vender una imagen de tranquilidad con la acusación, la verdad es que, a diferencia de sus otras dos asistencias a la corte, esta vez no tuvo el mismo apoyo popular de sus fanáticos en las calles ni montó un show mediático como en las ocasiones anteriores, cuando paraba la caravana para saludar a sus seguidores y dar largos discursos después de comparecer ante el juzgado. Parece que la imagen que intenta montar el mandatario no es más que una fachada y realmente está preocupado por su destino judicial, que, incluso, podría mandarlo directamente a la cárcel.

Si bien el expresidente Donald Trump se encuentra en un limbo, en reiteradas ocasiones ha dejado claro que no está entre sus planes declinar la aspiración presidencial si llegara a ser condenado por algunos de sus presuntos delitos. El debate se centra en si es ético o moralmente correcto que lo haga. Según la carta magna de Estados Unidos, aparentemente no habría inconveniente en que continuara con su campaña política, pero es un ítem que no se ha estudiado a fondo y tendrá que resolverse en el transcurso de los meses, al igual que toda la encrucijada judicial del exmandatario.