MUNDO
Chefs, deportistas y niños chinos: las víctimas de la xenofobia por coronavirus
La alerta mundial por el virus ha desatado una serie de actos discriminatorios contra la población asiática que vive en Francia, España y otros países. Aquí, algunos testimonios del drama que padecen.
"Guarden su mierda en China, por favor", "¿viene con o sin virus?" ,"¿podrías marcharte?", son algunas de las frases que cientos de ciudadanos chinos han tenido que escuchar desde que el coronavirus se volvió una emergencia mundial, debido a su rápida expansión. Aunque contener el virus sigue siendo la principal preocupación de las autoridades -en los 28 países donde se han reportado casos- existe otro brote que parece más difícil de frenar: la xenofobia y la discriminación.
"Para el virus de estupidez o la discriminación, la mejor vacuna: Educación"
El 26 de enero, el diario francés ‘Le Courier Picard‘ publicó en su página principal el titular "Alerta amarilla" y debajo una fotografía de una mujer asiática con tapabocas. Aun cuando los actos denigrantes y discriminatorios comenzaron antes de esta publicación, el haber usado el calificativo "amarillo" como estereotipo para la comunidad china desató indignación y, a su vez, un rechazo mayor de parte de algunos franceses hacia esta población.
Cette leçon de racisme décomplexé vous est offerte par le @CourrierPicard #coronavirus pic.twitter.com/jhcoNmsmm5
— Madjid Messaoudene (@MadjidFalastine) January 26, 2020
Xi trabaja para el restaurante Mr. Zhao en París y el lunes, 5 de febrero, se cansó de los comentarios "abusivos y duros" que escribieron algunos clientes contra ella y su equipo de cocina por la única razón de ser chinos. En la página de Facebook del establecimiento, Xi publicó esta fotografía que da cuenta de los mensajes groseros y subidos de tono que recibieron en el sitio web.
"Ya no he comido chino desde que comen perros. Comer francés y saludable cambiará", escribió uno de los usuarios. Otros pusieron emoticones de vómito y de risas alocadas para referirse a los platos que promocionaba el restaurante. Y hubo alguien que le preguntó a Xi lo siguiente, desatando su molestia: "¿Tienes un menú ‘corona‘, que también odie, para llegar a Wuhan y tomar un buen baño de la multitud?".
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Al ver que los usuarios seguían cuestionando la comida de su restaurante y hacían insinuaciones relacionadas al coronavirus, la mujer tomó la decisión de responder en un post las principales críticas que encontró en los comentarios.
1. ¿Voy a estar contaminado con coronavirus?
Xi escribió que "entendía la preocupación" de los franceses por la enfermedad, pero también aclaró que muchos chinos migraron a Francia desde hace décadas y aunque conservan los rasgos característicos de la población asíatica, son ciudadanos como cualquiera de ellos que merecen el mismo respeto. "El virus no existe en el producto hecho en China, ni en la alimentación", señaló.
Además, recalcó que el Gobierno chino ha tomado todas las precauciones para controlar el virus, pero si eso no es suficiente, Xi invitó a "confiar en el gobierno francés" y en su sistema médico. "Hasta antes de enviar este mensaje, hay 493 personas que murieron en esta calamidad, no son las cifras, sino las vidas reales. No es divertido hacer cualquier broma con esta calamidad", dijo.
2. ¿Los chinos comen al perro?
La mujer respondió "que existe, pero muy poco" y que no es para todos. Desmintió que en China o en su restaurante se sacrifiquen perros de compañía o mascotas. Y contó que en los lugares donde se tiene esa costumbre se crían a los animales en lugares específicos para el consumo: "Son como los pollos o los cerditos. Cada país tiene gustos raros, pero no los juzgan", escribió.
"Para las personas que ya están contaminadas por el virus de estupidez o la discriminación, la mejor vacuna: Educación".
3. ¿Los restaurantes chinos están sucios, demasiado aceite?
"Usted puede encontrar la información de higiene del restaurante en el internet", dijo Xi. Además, agregó que al llegar a su restaurante los clientes encontraran diferentes platillos que no requieren aceite; pueden ser al vapor o salteados. Y les recordó a los escépticos que cocinas con productos locales, así que no corren ningún riesgo.
Y por último, terminó su mensaje con la siguiente frase: "Para las personas que ya están contaminadas por el virus de estupidez o la discriminación, la mejor vacuna: Educación".
Luego de la publicación, Xi mostró los pantallazos de los mensajes de apoyo que recibió en sus redes sociales. "No es un racismo simple al chino, sino a toda la comunidad asiática. Nuestra responsabilidad es luchar contra eso", escribió.
#NoSoyUnVirus
En el acto hubo chavales que se acercaban a abrazar a los manifestantes. También hubo señores que no entendían la denuncia.https://t.co/mshsiilbpr
— Susana Ye (@SusanaYuan) February 6, 2020
Aquí fotos de la acción #NoSoyUnVirus en Madrid. pic.twitter.com/z2quA9vTrX
En España, la comunidad china acogió el hashtag #JeNeSuisPasUnVirus (creado en por la Asociación de Jóvenes Chinos en Francia) y lo tradujo al castellano para combatir, de igual forma, la xenofobia y el racismo que ha surgido en el país. Este jueves, 5 de febrero, varias personas se dieron cita en la Plaza de Callao, en Madrid, para protestar con tapabocas y carteles en contra de la discriminación que les han hecho por su nacionalidad.
Muchos de ellos eran hijos de padres chinos y españoles que se unieron para crear conciencia sobre el daño que está causando la desinformación frente al coronavirus, pero también hubo asistentes negros y latinos que padecen segregación racial. Simbo Zhang, modelo y actor chino, residente en España, fue uno de los voceros de esta manifestación y al ser entrevistado por los medios locales explicó que "el racismo es algo globalizado que hay que aprender a combatir" desde casa y en las calles.
Uno de los carteles que más llamó la atención de los transeuntes decía "Bullying a los niños chinos residentes en España, llamados virus". El hombre que lo sostenía pedía que esta práctica se detuviera en los colegios de Madrid donde algunos niños no quieren asistir al colegio por temor a ser señalados.
Foto: La periodista Susan Ye publicó estas fotografías en su cuenta de Twitter sobre la manifestación en Madrid.
Este es otro relato de una joven que contó la experiencia incómoda que vivió al entrar a una tienda en Valladolid. A la adolescente de 16 años le pidieron que abandonara el lugar para que no contagiara a nadie, cuando ni siquiera tenía signos visibles de alguna enfermedad como la gripa.
Ayer me volvió a pasar algo parecido cuando fui a entrar a una tienda en el centro de Valladolid porque necesitaba comprar cosas y tal. Pues entré y según me ve el dependiente empieza a gritar "Oye oye, chinos no que nos contagias". De verdad que me sentí fatal porque me estaba +
— 𓍼L²⁴ʰ𓍯Loves the innocent pure gentleman Joshua✌ (@jhnl_17) February 2, 2020
De la tienda. Bueno, se acerca un poco más y me dice en un tono lo suficientemente alto para que todos lo escucharan "Oye, perdonda, me entiendes ¿no? ¿Podrias marcharte? Es que no queremos que nos contagies" Yo por no montar ahí una escena me fui pero es que... +
— 𓍼L²⁴ʰ𓍯Loves the innocent pure gentleman Joshua✌ (@jhnl_17) February 2, 2020
No hubo fair play
En Italia, un joven futbolista de 13 años salió llorando al minuto 80 del partido porque no soportó más los insultos. El pequeño es italochino y juega para el equipo Cesano Boscone. "No se lastimó, no fue sustituido. Fue insultado, humillado sólo porque es chino", escribió el club en su página de Facebook. El equipo relató que los contrincantes fueron tan groseros con su jugador N°9 que él no tuvo más opción que abandonar la cancha.
"Lo peor llegó después, cuando el árbitro no tomó ningún tipo de medida y el entrenador del equipo Ausonia, ni siquiera los directivos, llamaron a su jugador. Todo pasa desapercibido, entre la indiferencia general", dice la publicación. Luego de esto, las directivas del club Ausonia pidieron perdón en nombre de sus jugadores, pero se conocieron más casos de discrimación en Italia a raíz de este caso.
Esto es lo que le sucedió a una familia china que viajaba en el metro de Roma.
— Enfermera Saturada 🦖 (@EnfrmraSaturada) February 3, 2020
Yueqi Mattia lleva años viviendo en Italia... pero eso qué importa.#NoSoyUnVirus #IamNotAVirus pic.twitter.com/MTgSgUeDp1