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Los indultados de Obama ya dieron sus primeros pasos en libertad

La exinformante de WikiLeaks, Chelsea Manning y el independentista puertorriqueño, Óscar López salieron de prisión luego de que por orden presidencial les conmutaran e indultaran sus penas.

17 de mayo de 2017
| Foto: Archivo SEMANA y EFE

Este 17 de mayo será un día especial en el calendario para dos personajes icónicos que estuvieron en prisiones estadounidenses. Se trata de Chelsea Manning, exinformante de WikiLeaks y Óscar López Rivera, independentista puertorriqueño. Ambos recuperaron su libertad.

La informante de WikiLeaks y su historia de película

La vida de Manning parece extraída de una película. De soldado discreto pasó a ser un símbolo de la lucha contra los secretos de gobierno. Luego se volvió ícono transgénero, para más tarde terminar en prisión durante siete años.

De sus primeros pasos en libertad, hasta ahora solamente se conocen sus pies, en una foto que la joven de 29 años envió en un tuit. Salió de la prisión militar de Kansas 28 años antes que lo previsto, gracias a un indulto otorgado por el expresidente Barack Obama.

Foto: AFP

"Lo que sea me depare el futuro, será mucho más importante que el pasado. Busco ahora cosas que me apasionen, extrañas y realmente nuevas para mí", declaró.

Durante el juicio celebrado en 2013, la acusación había presentado al joven militar rubio como un ser egoísta y temerario, que sabía perfectamente que al transmitir documentos secretos a WikiLeaks, serían subidos a la red y consultados por enemigos de Estados Unidos, principalmente por Al Qaida.

Por su parte, su abogado David Coombs describió a quien todavía se llamaba Bradley Manning como "un joven ingenuo y bien intencionado" impulsado a divulgar documentos secretos luego de la conmoción que le produjo lo vivido en Irak.

Consulte: WikiLeaks sale al rescate de Donald Trump

Analista de inteligencia, había copiado y subido a internet entre noviembre de 2009 y mayo de 2010, miles de documentos secretos del gobierno estadounidense sobre la guerra en Irak y Afganistán, además de 250.000 telegramas del Departamento de Estado.

Poco antes de recibir su condena a 35 años de prisión, el joven sorprendió al manifestar su deseo de convertirse en mujer, iniciando un combate judicial para lograr que la administración militar habilitara el tratamiento hormonal necesario para ello.

"A partir de ahora, para esta nueva fase de mi vida, quiero que todos sepan quién soy realmente. Soy Chelsea Manning, soy una mujer", expresó en una breve declaración leída en la cadena NBC, en presencia de su abogado David Coombs.

Pero Chelsea Manning debió luego continuar su lucha para ser tratada como una mujer, en la prisión para hombres de Fort Leavenworth (Kansas, centro de EEUU).

Rechazado por su padre

La detenida, que ahora tiene senos, pudo vestir ropa interior femenina, pero debió conservar el cabello corto, dentro de los cinco centímetros reglamentarios.

Pese a numerosos apoyos que le permitían comunicarse por Twitter o acceder a una crónica en The Guardian, Chelsea Manning tuvo varios episodios de depresión y dos intentos de suicidio en 2016.

Bradley Manning había entrado al ejército en 2007. Luego de una infancia difícil, con padres alcohólicos en una granja aislada de Oklahoma (sur), padeció las burlas de sus camaradas por su inclinación "intelectual" y problemas de identidad sexual. A causa de su homosexualidad su padre lo expulsó de su casa.

Luego de su arresto, Manning había afirmado que solamente se había interesado en documentos de los que estaba "absolutamente seguro de que no afectarían" la seguridad nacional.

Vivamente interesado en geopolítica y tecnologías de la información, había explicado que quería "provocar un debate público sobre las fuerzas armadas y la política exterior" de Estados Unidos.

Pero la "filtración" del siglo provocó una tempestad en la diplomacia mundial y escándalo en Estados Unidos. Sus partidarios habían lanzado incluso una petición para que le sea otorgado el premio Nobel.

Un boricua que clamaba libertad

El independentista puertorriqueño Óscar López Rivera salió en libertad en San Juan este miércoles tras pasar más de tres décadas en prisión por cargos vinculados al terrorismo, luego de que en enero el entonces presidente estadounidense Barack Obama conmutara su pena.

"Quiero que nuestro pueblo sepa que hoy puedo afirmar que mi espíritu, mi honor y mi dignidad están incólumes, que me siento vivito y coleando", dijo López Rivera, de 74 años, en una conferencia de prensa frente a una playa en San Juan.

López Rivera vestía de negro y llevaba una bandana en la cabeza con la bandera de Puerto Rico.

"La felicidad que siento en este momento quiero compartirla con todos los boricuas", añadió.

López Rivera cumplía una pena de 55 años de prisión desde 1981, a la que se sumaron otros 15 años en 1988, por conspiración, transporte de armas y municiones ligados a su involucramiento con el grupo nacionalista Fuerzas Armadas de Liberación Nacional Puertorriqueña (FALN).

Pero el 17 de enero, tres días antes de entregar el poder a Donald Trump, Obama conmutó su pena hasta este miércoles, como parte de un decreto en el que el mandatario recortó las sentencias de 209 personas y perdonó a 64.

Puerto Rico es un estado libre asociado de Estados Unidos, un estatus que le da a sus habitantes la ciudadanía norteamericana, pero les impide votar en las elecciones nacionales o tener escaños en el Congreso en Washington.

La libertad de López Rivera era una petición constante de parte de los independentistas puertorriqueños. Por ejemplo, el cantante René Pérez, conocido como "Residente", ha pedido su liberación numerosas veces.

Una visita de Obama a la isla en 2011 también estuvo empañada por protestas de parte de los independentistas, que pidieron la liberación de los que políticos presos, entre ellos Óscar López Rivera.