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Presidente Gabriel Boric sigue en picada acelerada: hoy su desaprobación llega al 66 %. Los chilenos están desesperados
La desaprobación de la gestión presidencial en Chile alcanzó el nivel más alto desde que Gabriel Boric llegó al Palacio de la Moneda.
De acuerdo con la última encuesta publicada por CADEM, empresa chilena de mercados y opinión pública, respecto a la aprobación del presidente chileno, Gabriel Boric llegó en la más reciente semana de octubre a su nivel más bajo de aprobación, desde que llegó al Palacio de la Moneda. Apenas un 26 % aprueba la gestión que está llevando a cabo, mientras que el 66 % la desaprueba.
La cifra es muy significativa, considerando que representa una caída de 13 puntos en las últimas cuatro semanas. Para la medición que realizó la firma con corte al 23 de septiembre, Boric alcanzaba una aprobación del 39 %, hoy con 26 %, muestra una distancia de 13 puntos en un mes.
Las personas que contestaron la encuesta respondieron a la pregunta “Independiente de su posición política, ¿Usted aprueba o desaprueba la forma como Gabriel Boric está conduciendo su gobierno?”. El 8 % no entregó una respuesta concluyente, el 5 % no tenía claro si aprobaba o desaprobaba, mientras el 3 % no sabe o no responde.
Las áreas prioritarias para el gobierno chileno
De acuerdo con la encuesta, hay unos temas que la gente define como prioritarios, y a los que considera que el gobierno debe dedicarse de manera urgente en el segundo semestre de gobierno. La delincuencia, el orden público y el narcotráfico aparecen en un claro primer lugar de prioridad, en segundo lugar los chilenos consideran a la economía, la inflación y el empleo. La lista de los primeros cinco temas prioritarios se completa con salud, inmigración y por último, educación, en ese orden.
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Es sorprendente que temáticas con las que el presidente Boric se ha identificado desde el inicio de su mandato, cómo la nueva constitución y el medio ambiente no ocupan un lugar importante en las prioridades de los chilenos.
Comparando las mediciones de meses anteriores de la misma encuestadora, es evidente que el tema de la delincuencia y el orden público ha adquirido cada vez más un peso importante entre las prioridades ciudadanas.
Estos resultados de temas se miden en menciones, para diciembre de 2021 esta temática tuvo 21 menciones, para febrero de 2022 tuvo 29 menciones, en septiembre alcanzó las 42 y ahora llega a las 44.
Reformas que esperan los chilenos
En cuanto a las reformas que los chilenos esperan que el presidente Boric lleve a cabo, el tema pensional es el protagonista en un primer lugar. Este tema fue uno de los más discutidos durante las protestas de 2019, la principal problemática de miles de chilenos que se pensionan con pensiones muy por debajo de sus expectativas, y de los ingresos que tenían como empleados.
La propuesta del presidente se basa en un sistema que incorpore tres elementos: una renta básica universal, una nueva administración para el ahorro de en cuentas individuales y un ahorro extra, de tipo voluntario.
Las siguientes dos reformas que los chilenos piden que el presidente realice son: la reforma a la salud y la construcción de 260 mil viviendas.
Entre su gabinete, la ministra de Salud, Ximena Aguilera y Mario Marcel, de Hacienda, son los que muestran mayores niveles de aprobación, con un 64 y 63 %, respectivamente. Los ministros que tienen un porcentaje más bajo, de menos del 50% son Nicolás Grau, ministro de economía, fomento y turismo y Giorgio Jackson, ministro secretario general de presidencia, con apenas un 39 y 36% de aprobación, respectivamente.
¿Necesitan una nueva constitución?
En total, un 68 % de los chilenos dice que el país necesita una nueva constitución; sin embargo, es un valor que ha bajado. La medición para inicios de octubre con corte al día 7 alcanzaba el 71 %, tres puntos por arriba.
El proyecto de una nueva constitución chilena ha sido una bandera para el presidente Boric, el hecho de haber resultado recientemente rechazada la nueva versión de la carta fundamental ha sido un desafío para su gobierno. Pero en la medida en que los chilenos consideren menos relevante esta propuesta de cambio, su propia gestión se ve afectada, por ser esta probablemente su bandera más clara.