Chile
Gabriel Boric: este es el “oro blanco” del presidente chileno que ha desatado su ambición infinita
En medio de la transición energética mundial, se abre para Chile una oportunidad minera gracias al litio. Gabriel Boric plantea una nueva estrategia para su explotación que genera polémica.
El mundo inevitablemente está entrando en una nueva era energética, pues se ha demostrado que la industria extractiva y los combustibles fósiles –como el carbón y el petróleo– ya no son una alternativa viable a largo plazo. Las potencias mundiales buscan con urgencia algún nuevo elemento para satisfacer la demanda energética global y, al parecer, esta los ha llevado a poner en la mira a un lugar en particular: Chile.
El país suramericano cuenta con una de las reservas más grandes de litio del mundo, elemento que, según describe el diario ambientalista Mongabay, tiene un papel fundamental y estratégico para la transición energética. Conocido como oro blanco, es –de acuerdo con la Real Sociedad de Química de Reino Unido (RSC, por sus siglas en inglés)– un metal que se encuentra, principalmente, en salmueras naturales, pozos petrolíferos, agua de mar y campos geotermales. Es el metal más liviano conocido y cuenta con excelentes propiedades de conducción del calor y la electricidad.
Debido a esto, el litio es a Chile lo que el petróleo a Medio Oriente o a Venezuela: una moneda de cambio y una oportunidad económica gigante. La expresidenta chilena Michelle Bachelet escribió en una columna para el diario El País de España que el desafío “es que Chile se transforme en el principal productor del litio del mundo, aumentando su riqueza y desarrollo”.
El país austral es hoy el segundo productor mundial de este elemento, solo quedando por detrás de Australia. Esto lo está convirtiendo en el epicentro de la nueva división geopolítica global.
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SEMANA habló con María Elina Cruz, abogada de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Ph. D. en Economía, quien trabajó en la Corporación de Fomento de la Producción, conocida como Corfo. Cruz explicó que Chile no solo tiene el 48 por ciento de las reservas mundiales del litio comerciable, sino que, además, cuenta con una ventaja competitiva importante con respecto a otros países: “El litio chileno está en salares, o sea que está en el agua. Entonces, su extracción es mucho más fácil que en otras partes del mundo, como México, Australia y Canadá, donde se encuentra en la roca. Eso hace necesario entrar a picarla y tiene un costo cuatro o cinco veces más alto que la extracción del salar”.
“La ventaja de Chile es que Bolivia no está comercializando su litio y Argentina lo hace solo dependiendo de la provincia en la que se encuentren los salares”. Asimismo, otra ventaja es la ubicación de los salares. El principal se encuentra en el desierto de Atacama, lo que representa un beneficio en términos de extracción, pues las condiciones del lugar lo hacen más fácil.
De acuerdo con Mongabay, para extraer ese mineral hay que evaporar miles y miles de litros de agua, y “la temperatura del desierto es ideal para que esto ocurra, pues el agua incluso se evapora sola”, aseguró Cruz.
Sin embargo, en este momento Chile tiene un problema: el marco legal. Desde su campaña, Gabriel Boric, presidente del país, aseguró que la extracción de litio se iba a centralizar y a volver del Estado. Esto causó muchas dudas, pues, como le explicó Cruz a SEMANA, el litio ya es de Chile o, por lo menos, es completamente del Estado desde la Constitución de 1983, redactada por Augusto Pinochet.
De hecho, según Cruz, es muy difícil que el país entregue concesiones a empresas privadas, pues el litio en su primera fase también es uranio y, como explicó el medio mexicano El Economista, fue usado para crear la bomba de hidrógeno en el siglo XX. Entonces, la regulación del mineral es muy alta, ya que se quiere evitar que se le dé un uso indebido.
Además, El País menciona que en la actualidad solo dos empresas privadas tienen concesiones en Chile, específicamente en el salar de Atacama: la estadounidense Albemarle y la chilena SQM.
Por eso, la propuesta de Boric generaba dudas. ¿A qué se refería él con nacionalizar todo el litio? ¿Expropiará a Albemarle y a SQM? La respuesta vino a través de la polémica creación de la Estrategia del Litio, un plan de acción en el que Codelco, empresa pública de Chile, crearía dos nuevas filiales para explotar este mineral: la Minera Tarar SpA, que se centrará solo en la explotación de Atacama; y Salares de Chile SpA, que potenciará las actividades relativas al litio a nivel nacional, incluida la activación de nuevos salares.
Sin embargo, Boric por el momento no planea expropiar a nadie. De hecho, en un discurso aseguró que están planeando varias alianzas con Albemarle y SQM, las cuales hay que aprovechar antes de que el contrato de estas se venza en 2030.
Esta iniciativa llega en un momento excelente, pues la demanda del litio crece cada vez más y lentamente empieza a reemplazar al petróleo en demanda, dado que este material se utiliza para las baterías de los autos eléctricos y como combustible de la nueva ola de electrodomésticos que entrará a jugar en el mundo.
En efecto, de acuerdo con el portal Metalery.com, que se encarga de rastrear el precio de los metales a nivel mundial, en 2012 una tonelada costaba 4.000 dólares y para 2016 el precio había aumentado a cerca de 7.700 dólares. Esto convierte a la nueva política del litio en una ocasión única. “Es una oportunidad de crecimiento económico que difícilmente se vuelva a repetir en el corto plazo”, expresó el presidente de Chile.
Esto también lo cree la expresidenta Bachelet, quien en su columna para El País agregó: “Lo que hace la Estrategia es agregar otra modalidad con asociaciones públicas y privadas para desarrollar en empresas conjuntas esa actividad, especialmente para desarrollar nuevos proyectos”.
Pero no todo lo referente a este proyecto es oro, pues, de acuerdo con Cruz, esta es una política muy amplia que realmente no resuelve nada y deja a Chile en el mismo limbo legal en el que siempre ha estado. “Si me preguntaran hoy cómo hace alguien para explotar litio en Chile, no sabría qué responder”.
“Es verdad que el hecho de que ya haya una política para explotarlo es un avance, pero sigue siendo muy ambigua y deja mucho que desear”. Para Cruz, la política no debería ser sobre nacionalizar el litio, pues ya es del país. Debería girar en torno a la explotación de otros salares.
En la actualidad, el único salar en el que está permitida la explotación es el de Atacama, pero, según Cruz, hay al menos otros 50 salares. “No se explotan por miedo al uso militar que se le pueda dar a este mineral, pero a mí esto me parece una tontería”. La política debería ampliar la explotación para no desperdiciar una posibilidad de generar riqueza para el país.
“Es muy triste pensar que por falta de claridad legal Chile pierda esta oportunidad única”, opina. Además, agrega que realmente la política de Boric no hace ningún cambio, y Chile, como siempre, sigue en un limbo legal que no le permite avanzar, ni siquiera ahora que tiene la puerta abierta.