MUNDO
Chile: ¿qué queda de las reformas económicas del gobierno de Salvador Allende?
El 11 de julio de 1971 el presidente Salvador Allende abordó los principales cambios en el multitudinario discurso que dio en Rancagua, ciudad próxima a la mina El Teniente, una de las mayores del país.
Salvador Allende llegó al poder el 4 de septiembre de 1970. Su gobierno marcó varios hitos en la historia de Chile a través de un nuevo modelo de de transformación económica y social conocido como la vía chilena al socialismo. Sin embargo, todo terminó con un trágico desenlace: el golpe de Estado que derrocó al gobierno de la Unidad Popular (UP) el 11 de septiembre de 1973, hace ahora 50 años.
En lucha por la igualdad
La Unidad Popular llegó al poder con un amplio programa de reformas encaminadas a superar los elevados niveles de subdesarrollo del país y de expolio de sus recursos por parte de potencias extranjeras. “Basta de desigualdad social” fue el mensaje del discurso de toma de posesión de Salvador Allende el 5 de noviembre de 1970.
Los aires de cambio estaban extendidos por otros países latinoamericanos y otros continentes. El modelo chileno mostró que era posible la llegada al poder de un gobierno impulsor del cambio por la vía pacífica y democrática.
Las reformas económicas abarcaron diversos ámbitos. Las que tuvieron mayor importancia fueron la nacionalización del cobre y la reforma agraria, además del establecimiento del Área de Propiedad Social (APS).
Lo más leído
Nacionalización del cobre
El control estatal del cobre comenzó durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva. En 1966 se implantó la chilenización del cobre: el 51 % de la propiedad de las grandes empresas de explotación del cobre debía ser del Estado chileno. Luego vino la nacionalización pactada.
Con la llegada al poder de la Unidad Popular, la nacionalización y estatalización del cobre se convirtió en una de las banderas de la vía chilena al socialismo. Antes de cumplir un año en la presidencia, Allende consiguió que el Congreso Nacional aprobase un cambio en el artículo 10 de la Constitución que hizo posible la nacionalización. El cambio estableció que:
“Cuando el interés de la comunidad nacional lo exija, la ley podrá nacionalizar o reservar al Estado el dominio exclusivo de recursos naturales, bienes de producción u otros bienes que declare de importancia preeminente para la vida económica, social o cultural del país”.
Comenzó entonces el proceso de nacionalización de las grandes empresas extranjeras que explotaban el cobre, la gran mayoría de ellas estadounidenses. El 11 de julio de 1971 el presidente Salvador Allende abordó los principales cambios en el multitudinario discurso que dio en Rancagua, ciudad próxima a la mina El Teniente, una de las mayores del país.
No obstante, la Corporación Nacional del Cobre de Chile (Codelco), la gran empresa pública que aglutinaría los recursos mineros, no se creó hasta el 1 de abril de 1976, ya derrocado el gobierno de la Unidad Popular.
Más poder para el campesinado
La reforma agraria de la UP tenía sus bases en reformas de menor calado de los gobierno anteriores. Bajo la presidencia de Jorge Alessandri se aprobó la primera ley de reforma agraria (1962), que permitió la redistribución de tierras estatales entre campesinos. Posteriormente, el gobierno de Eduardo Frei Montalva aceleró el proceso de reforma agraria con la aprobación, en 1965, de la Ley 16.640, que introdujo nuevos elementos como la regulación de la sindicación agraria y las expropiaciones.
Con la llegada de la UP al poder se aceleró el proceso de reforma. Para ello se utilizaron instrumentos legales previos e instituciones ya existentes, como el Instituto de Desarrollo Agrario (INDAP) y la Corporación de Reforma Agraria (CORA), creados en 1962.
Los objetivos de esta reforma fueron la expropiación de todos los latifundios con tierras no productivas, su traspaso a la administración estatal y la creación de cooperativas agrícolas y asentamientos campesinos. Uno de los elementos clave fue dar más poder al campesinado a través de la creación de los Consejos Campesinos (Decreto Supremo Nº 481, 1970).
Fueron expropiados casi 4 400 predios agrícolas (más de 6,4 millones de hectáreas). Sin embargo, todo ello se hizo en un clima de mucha polarización que trajo importantes enfrentamientos entre campesinos y latifundistas.
El control de los recursos naturales
Una de las grandes paradojas del modelo económico del gobierno dictatorial de Pinochet es que, a la vez que acometió un profundo programa de privatizaciones, creó, mediante decreto, la Corporación Nacional del Cobre (Codelco).
Como se ha señalado, la toma de control por parte del Estado chileno de la industria del cobre había comenzado en la década de los sesenta, se profundizó bajo el gobierno de Allende, se mantuvo bajo el gobierno militar y ha llegado hasta nuestro días. Hoy por hoy, Codelco es una de las empresas más importantes del mundo.
El gobierno de Boric ha recuperado la idea del control de los recursos naturales chilenos y, en junio de 2023, aprobó la Estrategia Nacional del Litio que plantea la creación de una empresa nacional del litio próximamente, entre otras muchas iniciativas.
La reforma agraria se revirtió
Los grandes propietarios de tierras entendieron que la reforma agraria de la UP, en particular el proceso de expropiaciones, fue un ataque directo a sus intereses. En gran medida esa fue la razón por la que dieron su apoyo al golpe militar, que se había comprometido a revertir el modelo.
La CORA fue disuelta en 1979 y el INDAP, tras múltiples reformas, es ahora un instituto bajo el amparo del Ministerio de Agricultura. Como en otras áreas de la economía, el modelo liberal se ha instaurado, produciéndose el traspaso de la tierra a nuevos capitalistas con una clara orientación hacia la agricultura de exportación.
Las lecciones aprendidas
La Unidad Popular llegó al poder en un contexto de cambio impulsado por los países periféricos que querían trasformar las relaciones de dependencia de la economía mundial, con la gran particularidad de que se hizo a través de un proceso democrático y pacífico.
Las reformas económicas del gobierno de la UP se enmarcaron en cambios que venían realizándose en la década anterior. La gran mayoría de las reformas impulsadas desde la vía chilena al socialismo fueron revertidas por el modelo neoliberal impuesto por la dictadura. Otras se mantuvieron, aunque con importantes transformaciones que ya no responden al espíritu de transformación de aquellos años.
Por: Ángeles Sánchez Díez
Dpto. Estructura Económica y Economía del Desarrollo. Coordinadora del Grupo de Estudio de las Transformaciones de la Economía Mundial (GETEM), Universidad Autónoma de Madrid
Artículo publicado originalmente en The Conversation