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China acusa a EE. UU. de verlo como “un enemigo imaginario”
Pekín pidió a EE. UU. parar de “satanizar” a China durante la visita de la subsecretaria de Estado, Wendy Sherman, que dialogó con el viceministro chino de Relaciones Exteriores, Xie Feng.
Pekín urgió este lunes a Estados Unidos parar de “satanizar” a China, durante las conversaciones con la subsecretaria de Estado Wendy Sherman, la enviada de más alto nivel del gobierno de Joe Biden en visitar al país asiático.
“La esperanza puede ser que, al satanizar a China, Estados Unidos podrá (...) culpar a China por sus propios problemas estructurales”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores chino en un comunicado. Advirtió, además, que la relación bilateral está “estancada y enfrenta serias dificultades”. Agregó que Washington ve a Pekín como un “enemigo imaginario”.
Sherman llegó el domingo a la ciudad portuaria de Tianjin en busca de afianzar las relaciones entre las dos potencias económicas, enfrentadas por temas como ciberseguridad y derechos humanos. “Urgimos a Estados Unidos cambiar su mentalidad equivocada y su política peligrosa”, agregó el comunicado sobre las conversaciones de Sherman con el viceministro chino de Relaciones Exteriores, Xie Feng.
Aseguró que el pueblo chino ve la “retórica antagonista de Estados Unidos como un intento mal disimulado de contener y suprimir a China”. Sherman tiene previsto reunirse también con el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi.
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El domingo, la diplomática tuiteó que había conversado con empresarios estadounidenses sobre “los desafíos que enfrentan en China” y envió sus “sentidas condolencias” a las víctimas de las inundaciones en la provincia de Henan.
Estados Unidos dijo la semana pasada que espera usar las conversaciones como una oportunidad para mostrarle a Pekín cómo es una competencia “sana y responsable”, pero que quiere evitar un “conflicto”. La subsecretaria de Estado de EE. UU., Wendy Sherman, realiza una visita a China.
Política de firmeza de EE. UU. con China
En la breve visita que terminará el lunes, Sherman no irá a Pekín, sino que permanecerá en Tianjin, un puerto en el noreste del país. Un día antes de la llegada de Sherman, el ministro chino Wang Yi prometió “enseñarle una lección a Estados Unidos” sobre cómo tratar a los países con equidad”, anticipando un inicio tumultuoso de la visita. “China no aceptará la autoproclamada superioridad de ningún país”, aseguró Wang, citado el sábado por un comunicado.
John Kerry, el emisario de Washington sobre el cambio climático, es el único otro alto cargo del gobierno de Biden en visitar China en abril. Las dos partes se comprometieron a cooperar en materia de cambio climático, pese a sus múltiples diferencias.
Biden continúa la política de firmeza con China de su antecesor, Donald Trump, mientras Washington busca construir un frente unido de aliados democráticos contra Pekín. La semana pasada, China y Estados Unidos intercambiaron sanciones iniciadas por Washington en respuesta a la represión de libertades en Hong Kong.
Washington también emitió una advertencia a las empresas que operan en Hong Kong sobre el deterioro de la autonomía de la ciudad. Estados Unidos condenó la semana pasada los ciberataques a gran escala procedentes de China.
Mientras tanto, la respuesta de China fue calificar de “infundadas” las acusaciones de varios países e instituciones internacionales sobre la presunta vinculación del país asiático con el ciberataque global contra Microsoft que afectó a unos 250.000 sistemas informáticos en todo el mundo el pasado mes de marzo.
“Las acusaciones en los comunicados de la UE y la OTAN no se basan en hechos ni pruebas, sino en especulación y acusaciones infundadas. Nos oponemos firmemente y no aprobamos de ninguna manera estas declaraciones”, aseguró a través de un comunicado publicado en la página web la Embajada de China ante la UE.
Sin embargo, el texto de la delegación china en Bruselas no se refirió a Estados Unidos, ni al Reino Unido, ni a Japón, Australia, Nueva Zelanda o Canadá, los otros países que se manifestaron en el mismo sentido que sus aliados, algo que sí hicieron las embajadas chinas en los últimos tres países mencionados.
Con información de DW.