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China advierte que si Taiwán insiste en su independencia habrá guerra
Las declaraciones se producen en medio de la esperada reunión entre los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de China, Xi Jinping.
La portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del gobierno chino, Zhu Fenglian, advirtió que si se insiste en el asunto habrá guerra. “Las personas que persiguen la independencia de Taiwán son esencialmente instigadores de la guerra y es una vergüenza decir una mentira como ésta”. Según dijo, se trata de tener una sola China.
Previo a ello, el ministro de Defensa de Taiwán anunció que había detectado 43 aviones y 7 barcos militares del ejército chino alrededor de la isla en lo corrido de 24 horas. La cartera de ese territorio con gobierno democrático y autónomo precisó que 37 de las aeronaves habían entrado en la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán.
China considera esta isla como una parte de su territorio pendiente de recuperar, por la fuerza si fuera necesario, y en el último año ha aumentado su presión militar y diplomática. Recientemente, el ministro de Defensa de Taiwán dijo que China había incrementado “la intimidación militar” este año con un repunte de las incursiones aéreas y una aceleración del despliegue de misiles balísticos en la zona.
Su ministerio informa de incursiones casi diarias de aeronaves del ejército chino, que en el último año ha desplegado importantes maniobras militares alrededor de la isla. Estas nuevas tensiones surgen ad portas de la reunión entre los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de China, Xi Jinping. Los mandatarios se verán las caras este miércoles por primera vez en un año en San Francisco en un encuentro con el que buscan acalmar las aguas y evitar que la rivalidad entre las dos potencias mundiales derive en conflicto.
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La conversación, que se producirá al margen de la cumbre anual del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), es un intento de reducir tensiones en temas como Taiwán, sanciones e intercambio comercial. Un acercamiento entre Pekín y Washington podría también beneficiar conflictos armados, como el de Israel y Hamás, en los que cada país respalda a una de las partes enfrentadas.
Biden insistió en remarcar en la víspera de la cumbre que Estados Unidos no trata “de separarse de China”, sino de “cambiar la relación para mejor”. Dijo que quería “volver a un ritmo normal de correspondencia, pudiendo atender el teléfono y hablar si hay una crisis”.
China ha dicho que Xi y Biden discutirán “paz mundial y desarrollo” y añadió que no “tenía miedo de la competencia”. Los dos líderes se encontraron en persona por última vez en Bali en noviembre de 2022, y las relaciones se enfriaron luego de que Estados Unidos derribara un supuesto globo espía de origen chino en febrero.
La reunión, prevista para las 18h45 GMT, ha sido ajustada con cuidado para evitar malentendidos y se realizará bajo estrictas medidas de seguridad en un lugar que no ha sido revelado. “La mesa está servida luego de varias semanas para lo que esperamos sea una conversación muy productiva, cándida y constructiva”, dijo John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, a los periodistas que viajaban con Biden a bordo del Air Force One hacia San Francisco este martes.
Autoridades estadounidenses sin embargo han sido cautelosas sobre la posibilidad de tener grandes anuncios tras la reunión.
El resultado formal más probable es el restablecimiento de la línea directa entre militares de ambos países, que Pekín cortó después de que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, visitara Taiwán en 2022.
Se espera que Biden advierta a China que no interfiera en las elecciones que se celebrarán en dos meses en Taiwán, la autoproclamada democracia sobre la cual Pekín clama soberanía y que no descarga tomar por la fuerza.
Con información de AFP