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China condenó a cadena perpetua a ciudadano estadounidense señalado de espionaje
El hombre, identificado como John Shing-wan Leung es residente de Hong Kong y tiene 78 años.
Autoridades de China confirmaron que enviarán a la cárcel para cumplir la pena de cadena perpetua, a un ciudadano estadounidense residente de Hong Kong, quien es señalado de ser responsable de los cargos de espionaje en el gigante asiático.
La sentencia, que se dio a conocer el pasado lunes por parte de las autoridades de China, tiene como protagonista a un hombre de 78 años, identificado como John Shing-wan Leung. Su condena se conoció en momentos en los que China avanza en fortalecer sus medidas para frenar los supuestos intentos de filtración de información a favor de Estados Unidos y sus aliados, ante las tensiones crecientes entre los dos países.
El conocimiento de este caso ha despertado indignación en Estados Unidos, desde donde se ha denunciado que China adelanta acciones que carecen de transparencia frente a su seguridad nacional, y que esta situación se enmarca en una serie de ataques de China, que incluso irían en contravía de los mismos objetivos de ese país en incentivar la inversión extranjera, ya que, según medios estadounidenses, el hombre detenido y juzgado no guardaría relación con esa clase de actividades de las que es señalado.
Sobre John Shing-wan Leung se conoce que se encuentra detenido desde el mes de abril de 2021 en medio de una operación liderada por la Oficina de Seguridad Nacional en Suzhou.
De igual modo, trascendió a través de los medios locales de China, como el South China Morning Post, que el pasado lunes, en medio de la audiencia Leung fue declarado culpable, donde, además de recibir la ya referida condena, se le obligó a pagar una multa equivalente a 500.000 yuanes, lo que se traduce en unos 72.000 dólares estadounidenses.
Tras conocerse la condena en contra del ciudadano estadounidense, también se conoció un pronunciamiento oficial por parte de las autoridades consulares de Estados Unidos en Beijing, en la que la representación diplomática advirtió estar al tanto de lo ocurrido, señalando que desde el Departamento de Estado han intentado abogar por la seguridad del hombre, como parte de las prioridades del Gobierno de Estados Unidos.
La representación diplomática también se abstuvo de entregar mayores detalles sobre las acciones adelantadas y sobre lo ocurrido ante la justicia de China.
Desde Hong Kong, el portavoz de la Secretaría de Seguridad, Chris Tang Ping-keung, en declaraciones recogidas por medios locales, afirmó que desde esa dependencia se había tenido al tanto a las autoridades estadounidenses, pero no entregó mayores pormenores sobre el avance de las investigaciones ni otros detalles que han descubierto sobre el detenido.
En ese sentido se desconocen los antecedentes que pueda tener el acusado, aunque, según refieren medios locales en China, en 2004 existen registros de una persona de origen hongkonés, con otras coincidencias, como ser ciudadano con estrechos vínculos con funcionarios de los gobiernos locales de ambos países, y que se había radicado en Estados Unidos.
A esa persona, que se presume puede ser la misma, se le atribuye la formación o fundación de una asociación para buscar hermanar a las ciudades de Oklahoma en los EE. UU. y la ciudad de Guangzhou, en el sur de China, con el objetivo de promover intercambios culturales e incentivar la inversión.
Sobre la persona registrada, también se advierte que respaldó la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong en 2020, y presidió la desaparecida organización hasta 2013.
De acuerdo con los registros, Leung también se habría desempeñado como director del Consejo de Texas para la Promoción de la Reunificación Pacífica de China, una organización que funcionó entre 2008 y 2011.
Esta detención y señalamientos de espionaje en contra del ciudadano estadounidense coinciden con la reciente actualización de su legislación contra el espionaje, en medio de una serie de medidas que buscan frenar eventuales escenarios de transferencia o tráfico de informaciones que puedan estar relacionadas con la seguridad nacional de China.
Las penas por incurrir en atentados contra la seguridad nacional oscilan entre 10 años y cadena perpetua, según detalla el South China Morning Post.