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China ofrecerá múltiples beneficios a familias que tengan más hijos
El país se enfrenta a una crisis demográfica inminente que amenaza su crecimiento económico por el rápido envejecimiento de su población en edad de trabajar.
China anunció una serie de beneficios para que las familias tengan más hijos, ante el descenso de la tasa de natalidad (que se encuentra en mínimo histórico) y la posibilidad de que la población disminuya en 2025, según las autoridades.
Las pautas políticas presentadas este martes por la Comisión Nacional de Salud (CNS) instan a los gobiernos central y provinciales a aumentar el gasto en salud reproductiva y mejorar los servicios de cuidado infantil.
Piden a los gobiernos locales que “desarrollen medidas activas de apoyo a la fertilidad”, entre las que incluyen subsidios, rebajas de impuestos, mejores seguros de salud, así como apoyo en educación, alojamiento y trabajo para las familias jóvenes.
Las ciudades más ricas del país dan créditos fiscales y de vivienda, beneficios educativos, e incluso incentivos en efectivo para animar a las mujeres a tener más hijos. Por lo que las últimas pautas buscan presionar al resto del país a que tomen medidas similares.
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Todas las provincias deberán asegurarse de que haya, para finales de año, suficientes guarderías para los niños de dos a tres años, en un intento por reducir la grave escasez de servicios de cuidado infantil.
El país más poblado del mundo, con más de 1.410 millones de habitantes en 2021 (según datos del Banco Mundial) se enfrenta a una crisis demográfica inminente que amenaza su crecimiento económico por el rápido envejecimiento de su población en edad de trabajar.
A pesar de que Pekín puso fin a su draconiana regla de “un solo hijo” en 2016, y de que el año pasado permitió que las parejas tuvieran tres hijos, las tasas de natalidad bajan desde hace cinco años, y se espera que el país pierda población a partir de 2025.
La tasa total de fertilidad cayó por debajo de 1,3 hijos por familia en los últimos años y se espera que el país entre en una fase de rápido envejecimiento alrededor de 2035, con más de 30 % de la población con más de 60 años, según la CNS.
El coste de la vida y los cambios culturales a medida que las personas se acostumbraron a tener familias con menos miembros explican este descenso. Se espera que la población mundial alcance 8.000 millones de personas en noviembre de 2022, según proyecciones de la ONU que apuntan a que India está en camino de superar a China como el país más poblado del mundo en 2023.
Estudio reveló que los problemas de personalidad de las madres influyen en sus hijos
Una investigación de la Universidad de Houston (Estados Unidos) reveló, por primera vez, que los síntomas de los trastornos de la personalidad de la madre influyen en sus hijos adolescentes, que posteriormente muestran una mayor probabilidad de tener un apego inseguro.
No debería sorprender que las madres tengan una profunda influencia en sus hijos. ¿Pero qué ocurre con las madres que tienen sus propios síntomas de trastorno de la personalidad, como problemas para llevarse bien con los demás?
El apego seguro es el objetivo: es cuando los niños se sienten reconfortados por la presencia de su padre o cuidador y es un factor importante para el desarrollo socioemocional y la salud mental de los jóvenes.
Investigaciones anteriores han demostrado que el apego inseguro está relacionado con la depresión y la ansiedad, la delincuencia y los problemas de consumo de sustancias, y una menor competencia social en los niños.
“Los problemas interpersonales maternos se asociaron con niveles más altos de apego inseguro en la adolescente, de modo que los jóvenes desestiman la necesidad de apego con sus madres, mostrando una preocupación airada por la relación con sus madres”, explicó Carla Sharp, una de las responsables del estudio.
Sharp y su equipo entrevistaron a 351 adolescentes internados en centros psiquiátricos (con una edad media de 15 años y 64 % de mujeres) y a sus madres biológicas. Se preguntó a los participantes sobre los comportamientos interpersonales angustiosos que les resultaban “difíciles de hacer” (por ejemplo, “me cuesta sentirme cerca de otras personas”) o “hago demasiado” (por ejemplo, “intento complacer demasiado a otras personas”).
“El modo en que los padres recordaban sus experiencias con sus cuidadores probablemente se ve afectado por su propio funcionamiento interpersonal y puede repercutir en la relación que establecen con sus hijos”, apuntó Sophie Kerr, primera autora del artículo, que se ha publicado en la revista científica Borderline Personality Disorder and Emotion Dysregulation.
*Con información de la AFP.