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China se solidariza con Putin y ofrece su respaldo tras la rebelión que adelantaron los paramilitares del grupo Wagner
Se trató de la primera reacción oficial de China ante lo ocurrido durante las últimas horas en Rusia.
El Ministerio chino de Relaciones Exteriores indicó este domingo 25 de junio, que su país apoya los esfuerzos de Rusia para “proteger la estabilidad” nacional. Esta fue la primera reacción del Gobierno chino respecto a la rebelión del grupo paramilitar ruso Wagner contra el Kremlin.
“Como vecino amistoso y socio estratégico, China apoya a Rusia en sus esfuerzos para proteger la estabilidad del país, desarrollarse y alcanzar la prosperidad”, declaró el ministerio en un comunicado, subrayando que lo sucedido en Rusia es un “asunto interno”.
Es la primera reacción oficial de China a la situación en Rusia, donde el jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, desafió con sus milicias —en un lapso de 24 horas— a la autoridad del presidente ruso, antes de dar marcha atrás y retirar a sus efectivos, que habían avanzado hasta llegar a unos 400 km al sur de Moscú, para instalarse en Bielorrusia.
En este contexto, el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Andrei Rudenko, fue recibido el domingo por el ministro chino de Relaciones Exteriores, Qin Gang.
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Un poco antes, el Gobierno ruso había afirmado que, durante esa reunión, China había expresado su “apoyo” a los esfuerzos del presidente Putin para “estabilizar la situación” tras la rebelión de Wagner.
Las relaciones entre China y Rusia se fortalecieron en los últimos años, sobre todo a raíz del conflicto en Ucrania, que llevó a Rusia a reforzar sus alianzas en Asia para compensar su aislamiento en Occidente.
Paramilitares de Wagner se repliegan tras motín
Los mercenarios del grupo ruso Wagner se replegaron este domingo, tras la rebelión de 24 horas orquestada por su líder, Yevgueni Prigozhin, quien abandonará Rusia en virtud del acuerdo que tuvo que aceptar el presidente Vladímir Putin, debilitado tras esta crisis inédita.
Prigozhin irá a Bielorrusia, según la Presidencia rusa, sin que el domingo se supiera aún cuándo abandonaría Rusia. Tampoco ha trascendido dónde se encuentra actualmente el jefe de las milicias.
Para Estados Unidos, esta crisis revela las “verdaderas fisuras” en la autoridad de Putin.
En una operación de unas 24 horas que llevó a los hombres de Wagner a menos de 400 km de Moscú, Prigozhin desafió frontalmente el poder del presidente ruso. Esto sucedió antes de dar marcha atrás y ordenar el regreso de sus combatientes a sus bases, tras la mediación del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, único aliado en Europa del Kremlin.
Los mercenarios de Wagner se retiraron el domingo de las regiones de Voronezh, en la frontera con Ucrania, y Lipetsk, al sur de Moscú, según las autoridades locales.
Sin embargo, en la capital rusa y sus alrededores, el “régimen de operación antiterrorista”, instaurado la víspera a raíz del motín, seguía el domingo en vigor. Y el lunes fue decretado feriado en la ciudad para evitar desplazamientos.
En la región moscovita, las restricciones de circulación en la autopista que une Moscú con Rostov (suroeste), centro neurálgico de las operaciones rusas en Ucrania, seguían vigentes el domingo, según Avtodor, a cargo de las autovías en Rusia.
“Desafío directo”
Prigozhin anunció el sábado por la noche que ponía fin a la rebelión, iniciada un día antes en Rostov, para evitar el derramamiento de “sangre rusa”.
Conforme al acuerdo alcanzado con Lukashenko, el líder de Wagner podrá marcharse a Bielorrusia y evitar ser encausado judicialmente en Rusia, al igual que sus combatientes, tenida cuenta de los “méritos en el frente” ucraniano del grupo paramilitar, aseguró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Los milicianos han tenido un papel clave junto al ejército ruso en la ofensiva en Ucrania.
Las autoridades rusas nunca habían mostrado una actitud tan clemente con sus detractores, máxime en un contexto de implacable represión contra opositores y críticos de Putin y la operación contra Ucrania.
Estados Unidos y los aliados occidentales, que apoyan a Ucrania, siguieron de cerca el desarrollo de los acontecimientos.
El levantamiento de los mercenarios marcó “un desafío directo a la autoridad de Putin. Así que esto plantea preguntas profundas, muestra verdaderas fisuras”, señaló el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, en declaraciones a CBS News.
La diplomacia rusa advirtió el sábado a las potencias occidentales contra cualquier intento de “aprovechar” esta rebelión para promover sus propósitos antirrusos, en pleno conflicto en Ucrania.
“El Kremlin se ve confrontado ahora a un equilibrio profundamente inestable (…) La rebelión de Prigozhin revela serias debilidades”, señaló una analista del centro de reflexión estadounidense Institute for the Study of War (ISW).
*Con información de AFP