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China y México se unen en contra del tráfico de fentanilo en el Pacífico ¿de qué se trata?
Pekín y Ciudad de México han evidenciado la necesidad de tratar este tema, que compromete la salud de sus ciudadanos.
Debido a una nueva crisis sanitaria que tendría como protagonista al fentanilo, los gobiernos mexicano y chino se encuentran adelantando conversaciones con el fin de mitigar el tráfico de ingredientes que contengan esta sustancia. Asimismo, ambas carteras esperar tener una reunión para tratar este tema, sentenció Bloomberg.
En este contexto, México es quien ha dado el primer paso, pues ha tenido la intención de compartir datos de inteligencia sobre los envíos del fentanilo y de sus precursores en el Pacífico, según un funcionario no identificado. A pesar de que Estados Unidos, China y México se han acusado por la crisis de los opioides, la voluntad del Gobierno mexicano podría ser un buen inicio en la lucha contra el tráfico de esta sustancia.
Sin embargo, la polémica por señalarse entre unos y otros no cesa. La Agencia Antidrogas de Estados Unidos asevera que China es “la principal fuente de todas las sustancias relacionadas con el fentanilo que se trafican hacia EE. UU.”. Aun así, el Gobierno norteamericano no ha podido parar su tráfico.
Por otro lado, Washington insiste en que China se encarga de proporcionarles a los cárteles mexicanos los químicos necesarios para producir el fentanilo. Mientras tanto, la embajada de China en México declaró en mayo pasado que dichos químicos contaban con un uso legítimo. Asimismo, la institución china mostró su rechazó a las acusaciones por parte de Estados Unidos, indicando que sus señalamientos iban dirigidos a desprestigiar la imagen de México.
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Un primer paso alentador
Recientemente, China aseguró trabajar de la mano con los agentes mexicanos para identificar cuáles son los químicos que se comercializa de forma ilegal, destacó Bloomberg. De hecho, a inicios de 2024, los gobiernos de Pekín y Ciudad de México intercambiaron algunas palabras sobre este tema, incluyendo declaraciones públicas de alto nivel, un poco álgidas.
No obstante, en lo corrido del año, ambos Estados han mostrado su disposición para cooperar contra el tráfico de fentanilo en el Pacífico. Aun así, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha negado que el fentanilo se fabrique en su territorio, lo que lo llevó a solicitarle ayuda a su homólogo chino, Xi Jinping, para que controlara los cargamentos. Sin embargo, Pekín también negó su responsabilidad, declarando que Estados Unidos era el del problema.
A pesar de que este conflicto se dio en marzo pasado, desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de China se afirmó que el Gobierno “está comprometido en cooperar con todos los demás países del mundo para acabar con las actividades criminales transnacionales que involucran drogas”.
Estados Unidos en la lupa
La nación norteamericana se ha visto envuelta en escándalos mediáticos por la fuerza que ha tomado el consumo de fentanilo en algunos sectores del país, especialmente en Filadelfia, donde se han realizado reportajes muy fuertes sobre el efecto que esta sustancia tiene en las personas que la consumen.
Algunos de esos videos muestran a las personas quedándose quietas estando de pie, mientras, por otro lado, se evidencian otros individuos presuntamente sin signos vitales, lo que ha perjudicado la imagen y la calidad de vida de esta ciudad en Pensilvania.
El fentanilo, el cual es 50 veces más potente que la heroína, no solo representa un riesgo sanitario para Estados Unidos, sino también uno político, dirigido hacia el presidente Joe Biden, ya que las decisiones que se tomen respecto a este tema podrán influir en su aspiración a la reelección en 2024, cosa que ya han comenzado a utilizar sus detractores a su favor, sentenciando que esta sustancia se ha convertido en “la amenaza de droga más mortífera que nuestra nación haya enfrentado jamás”.