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Ciclón Doksuri deja ya dos muertos en China tras torrenciales lluvias en Pekín
Estas lluvias torrenciales son consecuencia del fenómeno natural que causó al menos seis muertos en Filipinas.
En las últimas horas, se conoció que las autoridades activaron este lunes 31 de julio la alerta máxima en Pekín, la capital de China, ante el riesgo de inundaciones. Un gran parte de la periferia de la ciudad “presenta un riesgo elevado de hundimientos, deslizamientos de tierra y riadas de lodo”, según un aviso de las autoridades.
Así las cosas, se registró la muerte de dos personas, recientemente en Pekín, en medio de la alerta máxima declarada por inundaciones y deslizamientos de tierra, debido a las fuertes precipitaciones que caen en la región desde hace varios días.
Los servicios de emergencia hallaron los dos cadáveres en un río del distrito de Mentougou, en la periferia oeste de Pekín, según indicó el periódico estatal Diario del Pueblo.
Periodistas de la AFP vieron el lunes en las orillas del río Yongding, en Mentougou, ramas de árboles y carros aplastados. “Esta mañana, era una locura. El río de Mentougou se desbordó y toda la avenida quedó inundada”, indicó Guo Zhenyu, un vecino de 49 años.
Estas lluvias torrenciales son consecuencia del ciclón Doksuri, que causó al menos seis muertos en Filipinas. Ha perdido un poco de fuerza y, desde el viernes, esta tormenta tropical golpea el norte de China.
Según el servicio meteorológico de la capital, cayeron en la ciudad 170,9 milímetros de agua en 40 horas, entre el sábado por la noche y el lunes a media jornada, o sea, casi las precipitaciones de media para todo un mes de julio.
Las autoridades de la capital china son muy cautas ante las fuertes lluvias desde 2021, cuando se produjeron unas graves inundaciones en el centro del país y más de 300 personas perecieron, sobre todo en la ciudad de Zhengzhou.
Por ello, el lunes se aconsejó a millones de personas que permanecieran en casa. Cientos de conexiones en autobús fueron anuladas, según la agencia de noticias estatal Xinhua. El río Dashihe, en las afueras de Pekín, fue puesto bajo el nivel de alerta de inundaciones más elevado.
En unas imágenes enviadas a la AFP por Chen Hong, una residente del distrito de Fengtai, al sur de Pekín, se podía ver una camioneta medio hundida en unas aguas turbias. En ese mismo barrio, los vecinos sacaban el lodo de delante de sus casas, aprovechando un breve momento sin lluvia, según la misma fuente.
Una carretera transformada en “alcantarilla”
“Cuando empieza a llover, la carretera se transforma en una alcantarilla y el agua sube hasta la primera planta de las casas”, agregó Chen Hong. “Las casas son antiguas y el tema de la seguridad preocupa mucho”, dijo Hong.
En el distrito de Fangshan, también en las afueras de Pekín, una parte de las calzadas desaparecía bajo las aguas. En la capital, las calles estaban menos concurridas que normalmente para un lunes por la mañana. Muchos habitantes siguieron las consignas de trabajar desde casa. Solo algunos repartidores circulaban por las pistas para las bicicletas, normalmente abarrotadas.
Los centros turísticos de Pekín, como la Ciudad Prohibida o el parque de atracciones Universal Studios, así como bibliotecas y museos, permanecieron cerrados el domingo.
En estos últimos meses, China ha registrado condiciones meteorológicas extremas y temperaturas muy poco habituales, unos fenómenos potenciados por el cambio climático, según los científicos.
Pekín y su región batieron a principios de julio récords de temperatura, al superar los 40 °C. Los fenómenos meteorológicos extremos (ciclones, canículas, inundaciones, sequías...) son de origen natural.
Pero el calentamiento climático provocado por las emisiones de gas de efecto invernadero generadas por las actividades humanas aumentan su frecuencia y su alcance, según los expertos.
*Con información de AFP.