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Cincuenta periodistas asesinados en 2020 en el mundo: Reporteros Sin Fronteras

Entre los periodistas que perdieron la vida en 2020, el 84 % fueron abatidos de manera deliberada, mientras que en 2019 fueron el 63 %.

29 de diciembre de 2020
| Foto: DW

Cincuenta periodistas fueron asesinados en 2020, según el balance anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF), publicado este martes, en el que alerta que prácticamente siete de cada diez muertes se produjeron en países que no están en guerra.

Aunque el número de periodistas muertos “se mantiene estable” en comparación con los 53 de 2019, cada vez hay “más (periodistas) que son asesinados en países donde hay paz”, asegura esta oenegé, que realiza su recuento del 1 de enero al 15 de diciembre.

De los 50 periodistas asesinados, 34 perdieron la vida en un país que no está inmerso en un conflicto bélico, lo que representa el 68 % de las víctimas.

El porcentaje de periodistas muertos en países en guerra no ha dejado de disminuir desde 2016, tras haber pasado del 58 % al 32 % en los últimos cuatros años en países como Siria, Yemen u otras “zonas afectadas por conflictos de intensidad baja o media”, como Afganistán o Irak.

México es el país donde asesinaron a más reporteros, con ocho muertos, seguido por India (4), Pakistán (4), Filipinas (3) y Honduras (3).

“Algunos murieron en condiciones particularmente bárbaras”, lamenta RSF.

Según Reporteros Sin Fronteras, México es el país donde más asesinaron periodistas.

Fue el caso del periodista mexicano Julio Valdivia Rodríguez, del diario El Mundo de Veracruz, al que encontraron decapitado en el sureste de México, o de su compatriota Víctor Fernando Álvarez Chávez, cuyo cuerpo fue cortado en pedazos en la ciudad de Acapulco (centro-oeste).

En India, el periodista Rakesh Singh “Nirbhik” fue “quemado vivo tras haber sido rociado con gel hidroalcohólico, muy inflamable, y el periodista Isravel Moses, corresponsal de la cadena de televisión de Tamil Nadu, fue asesinado con un machete, denuncia RSF.

Irán también condenó a muerte y colgó al administrador del canal de Telegram Amadnews, Ruhollah Zam.

Cerca de veinte periodistas de investigación perdieron la vida por su trabajo este año. Diez de ellos estaban investigando casos de corrupción local, cuatro trabajaban sobre la mafia y el crimen organizado y tres sobre temas relacionados con el medioambiente.

RSF también informa de la muerte de siete periodistas mientras cubrían manifestaciones en Irak, Nigeria y Colombia, un “hecho novedoso”, destaca la oenegé.

En la primera parte de su balance anual, publicada a mediados de diciembre, RSF ya había lamentado que 387 periodistas fueron encarcelados, “una cifra históricamente elevada”.

La Federación Internacional de Periodismo contabilizó 2.658 periodistas muertos desde 1990.

Murió el periodista que fue baleado en Cali: había recibido amenazas

De Felipe Guevara se podrían decir muchas cosas en un minuto. Los que compartieron sala de redacción con él en el periódico Q’hubo Cali y sus familiares y amigos tienen cientos de anécdotas que les contaba mientras tomaban un café, un vaso de agua, cuando almorzaban o en lo corrillos de las ruedas de prensa. Felipe era un conversador de esos que atrapan a su interlocutor por minutos, o hasta por horas.

“Háblame, papito”, era su frase inicial siempre. Así lo recuerdan sus colegas en Cali, ciudad donde nació y vivió. Estudió comunicación social en la Universidad Autónoma de Occidente, recorrió sus calles en búsqueda de historias judiciales, relató –cómo muchos otros periodistas– la violencia cada día más creciente, fue amenazado por su labor periodística y cayó baleado el lunes 21 de diciembre en un callejón del barrio Mariano.

Felipe murió mientras esperaba el nacimiento de su primer hijo y mientras adecuaba un apartamento en su casa paterna, en el barrio Mariano Ramos, para vivir ahí con su esposa. Su fallecimiento ocurrió este miércoles en las instalaciones de la Clínica Valle del Lili.

Sobre el ataque a Felipe se sabe poco: un sicario le disparó al frente de su vivienda. Felipe estaba en compañía de otra persona, que también resultó herida. Aunque la investigación no está adelantada, el general Manuel Vásquez Prada, con una rapidez que aterra, desestimó que el ataque estuviera ligado a su profesión como periodista.