Estados Unidos
Cirujano de Estados Unidos asegura que fue al cielo mientras estuvo en coma
El médico indica que no puede explicar la experiencia que vivió con la ciencia.
El neurocirujano Eben Alexander es reconocido en el mundo de la ciencia y la literatura por su bestseller publicado en 2012 Proof of Heaven: A Neurosurgeon’s Journey into the Afterlife (La prueba del cielo: el viaje de un neurocirujano a la vida después de la muerte, en español), puesto que vivió una experiencia tras quedar en coma 7 días y al regresar en sí, afirmó que había ido al cielo y que ahora creía en Dios.
Sin embargo, ahora el doctor dio una entrevista exclusiva a el diario británico The Sun, en el que además de contar qué ha pasado durante estos últimos años en su vida, también recuerda su viaje por lo que ejemplifica como un “agujero de gusano” para llegar a la tierra ideal, un lugar con bosques frondosos y cascadas con aguas cristalinas.
Alexander confesó al medio citado que, tras haber entrado en coma por una infección en su cerebro, en el momento en el que estuvo inconsciente, los informes médicos indican que no estaba en condiciones de tener sueños o alucinaciones, por lo que su historia fue respaldada más por la religión, que por la ciencia.
El neurocirujano indicó que en medio de su tiempo en coma vio una luz blanca y escuchó una música “perfecta”. Luego de eso habría visto una “guía espiritual” que lo llevó a atravesar por el agujero de gusano, donde luego encontró la mencionada tierra “perfecta”.
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“Y todo eso me llevó a través de este agujero de gusano, o portal de luz, hasta el Gateway Valley, como yo lo llamo. Hermosos bosques muy frondosos y cascadas de prados en piscinas de color azul cristalino, absolutamente espectacular y hermosa. Era como el mundo de ideales de Platón. Era un mundo de perfección”, indicó doctor al medio citado.
Además, resaltó que en ese lugar también se encontraba una “deidad” que no podía describir y que tampoco podía darle un nombre, pero resaltó que para él era Dios, el que se había encontrado en su viaje, por lo que desde ese momento comenzó a creer en él.
“Alá, Vishnú, Jehová, Yahweh: los nombres se interponen y los detalles contradictorios de las religiones ortodoxas oscurecen la realidad de una fuente tan infinitamente amorosa y creativa”, afirmó para el medio citado.
Y agregó: “La profunda realidad es que cualquier religión se enfoca absolutamente en el amor incondicional, la inclusión completa de todos, la no exclusión, la bondad, la misericordia, la aceptación y el perdón. Si esos son los principios profundos de la religión, tienen todo el derecho a continuar”, haciendo referencia a las religiones.
“Simplemente no podía entender cómo la conciencia podía sobrevivir a la muerte del cerebro y el cuerpo... Ese era un gran misterio para mí, y es por eso que creo que pasé por este viaje extraordinario”, afirmó para el periódico británico.
Y concluyó: “Creo que lo más importante que hay que decir es que tenemos un propósito real para estar aquí. Nuestras vidas tienen significado, y la evidencia desde un punto de vista neurocientífico de que nuestra conciencia sobrevive a la muerte corporal y que la fuerza vinculante del amor es lo más importante que nos conecta es abrumadora”.