Nación
Colombiana murió al salir de fiesta en Malta; al parecer le suministraron escopolamina
Medios locales informan que están investigando el caso de la ciudadana colombiana.
La ciudadana colombiana Sandra Zamudio murió en Malta (Europa), cuando asistió a una fiesta en la que unos presuntos delincuentes le habrían suministrado escopolamina en su bebida. Luego de esto fue trasladada a un hospital en donde le diagnosticaron muerte cerebral.
“El sábado 2 de julio, nuestra bella Sami decidió salir de noche con su querido marido a un bar local de Malta, donde viven desde hace un año. Desgraciadamente, se convirtió en un objetivo y en la víctima de unos malvados desconocidos”, afirma el texto que publicó la madre de Sandra, Clarivel Torres, en la plataforma GoFundMe en la que están recolectando dinero para repatriar el cuerpo sin vida de Zamudio.
“Estamos devastados, no hay palabras, la vida nunca volverá a ser la misma sin ella. Sami era una apasionada de la vida, era una hija cariñosa, hermana, esposa, tía, amiga y llena de vida. Sami y su marido se trasladaron desde su país natal, Colombia, lejos de sus seres queridos, en busca de un futuro mejor”, señala otro parte del texto publicado por Clarivel Torres.
Según el texto publicado en GoFundMe, uno de los deseos de Sandra era donar sus órganos, para “salvar la vida de otras personas. Además, la familia de Sandra Zamudio reiteró la necesidad de recolectar el dinero a través de este medio para devolver su cuerpo a Colombia.
“Nuestro objetivo es recaudar dinero para financiar los gastos relacionados con el fallecimiento de Sami. Estos incluyen, pero no se limitan a repatriar (el cuerpo), el costo del funeral y los gastos médicos en Malta”, recalcó la madre de Sandra.
Clarivel Torres, madre de Sandra Zamudio, finaliza el mensaje en la plataforma GoFundMe agradeciendo cualquier donación que ayuden a realizar los trámites para repatriar el cuerpo de su hija.
De acuerdo con medios locales, las autoridades de Malta están realizando las investigaciones para esclarecer este incidente en el que murió la colombiana Sandra Zamudio.
Mitos y verdades sobre robos con escopolamina en Bogotá
SEMANA habló con el coronel Luis González, jefe de la Sijín de Bogotá, unidad encargada de investigar estos robos. El oficial derribó algunos mitos urbanos que se han tejido sobre esta modalidad de hurto y entregó una radiografía de lo que está pasando en la ciudad con estos casos.
Mito de la escopolamina
Según el coronel González, en este tipo de robos no siempre se trata de uso de escopolamina para someter a las víctimas. El oficial indicó que, por lo menos en los últimos 20 años, no se tiene información de la utilización de esta sustancia por los delincuentes para cometer los hurtos.
Explicó el jefe de la Sijín que lo que se ha descubierto es que los ladrones acuden a las llamadas benzodiacepinas para cometer sus crímenes.
¿Pero qué son las benzodiacepinas?
Son psicofármacos que afectan el sistema nervioso central y se utilizan, según el médico cirujano Pedro Granja, en procesos de anestesiología o para tratar a personas con problemas de insomnio o depresión. “Sobre estos medicamentos hay varias presentaciones, los inyectables, en pastilla o en gotas. Hay algunos que son leves y de efecto demorado, y otros fuertes, de efecto rápido”, señaló el profesional de la salud.
Así mismo, indicó que también pueden producir una clase de amnesia temporal. “Esto produce un efecto de sedación y cuando alguien está bajo esta condición es fácil su manipulación”. Sobre si estos medicamentos pueden causar la muerte, explicó Granja que lo que lleva a esta es la combinación de los medicamentos con sustancias como alcohol y estupefacientes o, en algunos casos, si se suministra en grandes cantidades.
‘Modus operandi’
El coronel González indicó que, en Bogotá, el modo de operar de quienes se dedican al hurto de personas utilizando esta modalidad consiste en suministrar el fármaco en bebidas, sin que quien las consume se dé cuenta.
Por lo general, sucede en establecimientos de rumba, restaurantes, etc. Entre las principales víctimas se encuentran hombres que son seducidos por mujeres en las discotecas y, luego de ganarse su confianza e intercambiar un par de copas, ellas suministran el medicamento en la bebida y se los llevan para hurtarles el dinero que tienen en las cuentas bancarias, los celulares y demás elementos de valor.
En otros casos, se van con las víctimas a sus apartamentos y allí aprovechan para robarles las pertenencias, en lo que se conoce como apartamenteras.