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Combates en Sudán: enfrentamientos dejan más de 400 muertos y miles de heridos, ¿qué está pasando?
Desde el sábado 15 de abril, el país africano libra un aumento de las hostilidades.
Este viernes 21 de abril, la Organización Mundial de la Salud informó que los enfrentamientos que estallaron hace casi una semana en Sudán (África) se han saldado con más de 400 muertos y 3.500 heridos. Un total de “413 personas murieron y 3.551 resultaron heridas”, dijo Margaret Harris, portavoz de ese organismo, en una rueda de prensa desde Ginebra.
James Elder, portavoz de Unicef, apuntó a que “al menos nueve niños murieron en los combates y más de 50 resultaron heridos (…). Por desgracia, sabemos que mientras los combates continúen, los niños seguirán pagando el precio”, agregó.
También señaló que la atención vital que se prestaba antes de los enfrentamientos a unos 50.000 niños en desnutrición “se interrumpió”. “La vida de estos niños está amenazada”. Por culpa de las hostilidades, no son pocas las familias atrapadas, con pocos o ausencia de servicios básicos como electricidad.
Sudán tiene uno de los índices de desnutrición infantil más altos (a nivel global), con alrededor de 600.000 niños en desnutrición aguda grave antes de los últimos enfrentamientos, subrayó Unicef. En esta jornada continuaron los choques entre los paramilitares y el ejército regular, pese a los constantes llamados de cese al fuego por la fiesta del fin del Ramadán.
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Sin señal de tregua
El ejército y los paramilitares continúan sus combates con explosiones y enfrentamientos en las calles de Jartum (la capital). Antes de la salida del sol, como ha sucedido desde el sábado 15 de abril, esa ciudad fue golpeada por disparos y ataques aéreos entre las fuerzas de los dos generales que libran una contienda por el poder en la nación.
“Durante la noche (…), numerosos barrios de Jartum fueron bombardeados y son todavía blanco de bombardeos entre el ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido” paramilitares, dijo este viernes el sindicato de médicos. Soldados y paramilitares llevaban a cabo combates en las calles en zonas residenciales del centro y el norte de Jartum, contaron testigos a AFP.
Humanitarian operations in Sudan are virtually impossible at this moment.
— António Guterres (@antonioguterres) April 20, 2023
Warehouses, vehicles and other humanitarian assets have been attacked, looted and seized.
Targeting humanitarian workers and humanitarian assets must end.
They are #NotATarget. pic.twitter.com/MYww7nHHQ1
En la jornada anterior, las Naciones Unidas y Washington habían pedido una tregua de “al menos” tres días para permitir a la población celebrar la fiesta del Aíd al Fitr, evento que marca el final del mes de ayuno musulmán del Ramadán.
No obstante; el jefe del ejército, Abdel Fatah al Burhan, cerró las puertas el jueves a negociar con Mohamed Hamdan Daglo, el jefe de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
Un panorama de caos
Las FAR habían anunciado “su acuerdo para una tregua de 72 horas” que aliviara los ánimos entre los sudaneses, en medio del fuego cruzado. Mientras tanto; en Jartum, múltiples familias intentan librar estos días con lo poco que les queda y ante la carencia de agua y electricidad. Las líneas telefónicas operan de manera interrumpida. Muchos intentan escapar entre puntos de control de ambos bandos y cuerpos tendidos en las calles.
Washington anunció el envío de militares a la región en caso de que se precise evacuar su embajada. El aeropuerto capitalino está cerrado desde el sábado y las embajadas llaman a sus nacionales a buscar refugio. Además, numerosos civiles se han ido al extranjero para huir de las hostilidades, concentradas particularmente en Jartum y en la región occidental de Darfur.
El estallido fue la culminación de las divisiones entre el ejército y las FAR, cuyos líderes se unieron en abril de 2019 para derrocar a Omar al Bashir, tras las masivas manifestaciones populares contra sus tres décadas de poder. Hace dos años, los dos hombres encabezaron un golpe contra el gobierno civil establecido tras la salida de Bashir y terminaron una transición respaldada por la comunidad internacional.
*Con información de AFP.