¿Cómo inició el conflicto diplomático entre México y Perú? le contamos los detalles de la crisis entre ambos países

Un conflicto binacional se ha suscitado en las últimas horas entre Perú y México a raíz del asilo otorgado a la familia del destituido presidente de Perú, Pedro Castillo, y los comentarios por parte del gobierno de López Obrador sobre la crisis política en el país y la detención “sin fundamento” del expresidente.

El gobierno de México concedió el asilo diplomático a la familia de Pedro Castillo y anunció que ya se encontraban al interior de su embajada en Lima; un hecho que molestó al gobierno peruano, recordando que la esposa de Castillo también es investigada por la fiscalía por presunta corrupción.

La cancillería, en forma de protesta por la decisión de México, decidió declarar “persona non grata” al embajador de ese país en territorio peruano, Pablo Monroy Conesa, dándole 72 horas para abandonar el país.

La razón, expresada por la Ministra de Relaciones Exteriores de Perú, tiene que ver con la injerencia por parte de México en asuntos internos del país.

México decidió ordenar el regreso de su embajador al país “con el fin de resguardar su seguridad e integridad física”, dice el comunicado emitido por la cancillería.

El jefe del ministerio de exteriores, Marcelo Ebrard, también se manifestó a través de sus redes sociales, rechazando la medida tomada por el gobierno peruano en cabeza de Dina Boluarte y aseguró que su gobierno no cambiará su postura frente a la situación de Pedro Castillo y su familia.

Las relaciones entre ambos países se vieron opacadas después del 7 de diciembre pasado, cuando el presidente Pedro Castillo decidió sin éxito disolver el parlamento y denunciar un golpe de Estado en su contra. Fue detenido y seguido a esto se le dictaron 18 meses de prisión preventiva en Lima.

Desde ese momento, el presidente de México, Andrés Manuel López Obradror, entre otros presidentes de la región, se manifestaron en contra de la detención de Castillo, argumentando que en ese momento no se había confirmado ninguna orden de captura por parte de la fiscalía y, por el contrario, fueron sus propios escoltas quienes lo entregaron a la justicia.

López Obrador no reconoció el gobierno de Dina Boluarte y, en cambio, aseguró que Pedro Castillo seguía siendo el presidente del país y pidió respetar la voluntad del pueblo.

“Es un principio fundamental de nuestra política exterior, la no intervención y la autodeterminación de los pueblos. A eso nos ceñimos en el caso de lo sucedido en Perú”, dijo el mandatario mexicano en sus redes sociales.

El mensaje del presidente López Obrador fue claro desde aquel 7 de diciembre, llamando a respetar los derechos de Castillo, mientras que el gobierno peruano buscaba abrirle paso a la justicia para que fuera “castigado” por sus delitos.

“Consideramos lamentable que por intereses de las élites económicas y políticas, desde el comienzo de la presidencia legítima de Pedro Castillo, se haya mantenido un ambiente de confrontación y hostilidad en su contra”, dijo López Obrador.

Por su parte, el canciller de México confirmó a través de sus redes sociales que la familia del presidente Castillo se encuentra en Ciudad de México después del asilo otorgado por el gobierno.

Cabe recordar que hace pocos minutos el presidente López obrador aseguró que la cancillería mexicana “ha decidido no romper relaciones, entre otras cosas, porque necesitamos mantener nuestra embajada para dar protección a los mexicanos que radican, que trabajan, que viven en Perú”, aseguró el mandatario en su conferencia de prensa diaria.

“Nosotros no vamos a expulsar a nadie, no lo hemos hecho y no se va a hacer”, añadió el mandatario.

Adelanto de elecciones en Perú

Este martes 20 de diciembre, tras un extenso debate en el Congreso de Perú, los parlamentarios votaron para decidir si se adelantan las elecciones presidenciales, luego de la crisis política desatada por la destitución del expresidente Pedro Castillo, y la juramentación de Dina Boluarte, quien era la segunda al mando, como presidenta encargada de la nación.

Con un total de 93 votos a favor de los 87 que necesitaba para pasar, 30 en contra y una abstención, el órgano legislativo de Perú decidió que se adelantarán las elecciones para abril de 2024, por lo que los perfilados a tomar el cargo tendrán desde este momento y todo 2023 para consolidar su campaña política para llegar al poder del país latinoamericano.

Con respecto a la renuncia de la actual presidenta Boluarte, que también reclaman los manifestantes, la mandataria indicó que está dispuesta a irse en los nuevos plazos. Aunque esta será quien entregue el cargo al nuevo presidente que conquiste las elecciones en 2024, según se recalcó en el debate del Congreso.

Con información de AFP*