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Con uniforme militar y armado con un fusil, reapareció el líder del Grupo Wagner reclutando mercenarios en África
En el video, Yevgeni Prigozhin también se declaró enemigo de Estado Islámico y Al Qaeda.
El jefe del Grupo Wagner, Yevgeni Prigozhin, reapareció en un video difundido en canales afines a esta organización de mercenarios y en el que el oligarca sugiere que está en África, aludiendo a una “temperatura de más de 50 grados” y reivindicándose como enemigo de Estado Islámico y Al Qaeda.
En el video el jefe del grupo de defensa estaba armado y vestido con atuendo militar mientras se veía parado en un paisaje similar a una sabana, con varios hombres y camiones armados visibles.
Prigozhin lanzó en junio un motín inédito contra las Fuerzas Armadas rusas que llevó a sus efectivos a avanzar incluso hasta Moscú. Desde entonces, no había vuelto a aparecer en un vídeo, entre múltiples especulaciones sobre su situación y paradero reales.
El jefe del PMC "Wagner", Yevgeny Prigozhin, declara "¡África será libre!" pic.twitter.com/p3paroceVH
— L.A (@L_O_R_E_N_A1984) August 21, 2023
Las últimas informaciones oficiales sobre este le situaban en Rusia, pero el fundador de Wagner ha reaparecido ataviado con uniforme militar y armado con un fusil, aludiendo a la capacidad de su grupo para hacer que Rusia sea grande “en todos los continentes” y mencionando de manera expresa a África.
Tendencias
El Grupo Wagner ha ganado presencia en los últimos años en países como Burkina Faso y Malí y aspira también a irrumpir en Níger tras el golpe de estado de julio. De hecho, la nueva junta nigerina se habría mostrado abierta a esta nueva alianza, a costa de romper lazos con los socios occidentales.
Todo ello mientras permanece en el aire su papel dentro de Rusia. Tras la rebelión de junio, el grueso de mercenarios de Wagner se ha movido a la vecina Bielorussia y el presidente ruso, Vladimir Putin, ha roto lazos con su antiguo socio, al menos en público, recordándole su deslealtad.
Reconfiguración del grupo
Los servicios de Inteligencia de Reino Unido consideran que el Grupo Wagner, la red de mercenarios liderada por el oligarca ruso Yevgeni Prigozhin, se ha visto obligado a reducir su tamaño y a iniciar un proceso de “reconfiguración” tras su ruptura del Kremlin.
“Existe una posibilidad real de que el Kremlin ya no financie al grupo”, ha valorado la Inteligencia militar británica, que sitúa como “el segundo pagador más factible” a la vecina Bielorrusia, adonde se han trasladado los mercenarios tras la rebelión lanzada por Prigozhin.
Sin embargo, la magnitud del Grupo Wagner supondría un desembolso “significativo” ―”y potencialmente mal recibido”―, teniendo en cuenta los “modestos” recursos de los que dispone Bielorrusia en comparación con Rusia.
Sólo después de la revuelta, lanzada en junio, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, reconoció públicamente que Wagner había recibido fondos rusos, en concreto más de mil millones de dólares en el año previo.
Ahora, el objetivo de Prigozhin pasaría por “salvar” la viabilidad de una compañía sometida a “presión financiera”. No en vano, desde el motín, las autoridades rusas han adoptado medidas contrarias a las actividades empresariales de Prigozhin, según el análisis compartido por el Ministerio de Defensa británico.
Maniobras del Grupo Wagner en la frontera entre Bielorrusia y Polonia
El Centro de Resistencia Nacional de Ucrania, un organismo creado a raíz de la invasión rusa, alertó recientemente que los mercenarios del Grupo Wagner en Bielorrusia han llevado a cabo maniobras de simulación de despliegue en la frontera con Polonia.
De acuerdo con las autoridades ucranianas, este operativo tiene como objetivo poner en alerta y “estirar” a las tropas polacas a lo largo de la frontera en una maniobra catalogada como “psicológica”, pues de momento tan solo busca “escalar” las tensiones en Europa del Este.
El organismo ucraniano ya había advertido en anteriores ocasiones de la posibilidad de que Rusia y su socio Bielorrusia pudieran utilizar a los mercenarios del Grupo Wagner para “simular actividades” en el marco de una campaña rusa para “presionar a la población de Europa”.
Con información de Europa Press*