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Con viejas ametralladoras del Ejército Rojo, voluntarios ucranianos derriban drones de Rusia
El equipo de voluntarios cuenta con armamento originalmente usado por el Ejército Rojo soviético, hace varias décadas.
Voluntarios y ejército ucraniano lograron destruir tres drones de ataque lanzados por los rusos sobre su capital Kiev, derribándolos con viejas ametralladoras del Ejército Rojo.
“El primero fue en octubre. Volaba de día y era claramente visible. Abrimos fuego cuando entró en nuestro sector”, explica el comandante de la unidad, a quien apodan “Smak”, una palabra que significa entusiasmo.
Rusia ha estado enviando en los últimos meses olas de drones Shahed iraníes, muchos de ellos dirigidos contra redes eléctricas. A diferencia de los misiles de crucero, vuelan relativamente despacio y su pequeño motor es ruidoso, por lo que los soldados pueden seguirlos con la vista y el oído.
Los voluntarios ucranianos
“Los otros dos los derribamos el 1 de enero, después de Año Nuevo. Estaba oscuro, pero nuestros colegas encendieron focos y utilizaron cámaras térmicas, así que los localizamos y los derribamos. Yo personalmente les disparé con una ametralladora”, detalla “Smak”, de 49 años.
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Este hombre dirige un equipo de 80 voluntarios civiles, algunos jubilados, otros aún en activo, que vigilan los drones día y noche. Su base es una pequeña habitación en la planta baja de un edificio en construcción a las afueras de Kiev.
A las 8:00 de la noche llega un nuevo equipo para cubrir el turno de noche. Si suenan las sirenas antiaéreas, se suben a los coches y corren a una colina cercana donde toman posiciones de tiro, para intentar derribar cualquier avión no tripulado que se acerque a la ciudad.
Hay alrededor de una docena de unidades de este tipo vigilando el cielo de Kiev, como parte de la fuerza de defensa territorial.
Ametralladoras y armamento de los años 20
Además de kalashnikovs, el grupo está equipado con dos ametralladoras degtyaryov, utilizadas originalmente por el Ejército Rojo soviético a finales de la década de 1920, que tienen un característico cargador de gran capacidad. Cuando atacan drones, disparan balas trazadoras que emiten destellos brillantes para corregir su rumbo.
El subcomandante Mykola, de 50 años, subraya que tienen muchas unidades en todo el país que vigilan los drones, que entran en el espacio aéreo de Ucrania y transmiten la información. Los drones son disparados desde el mar Negro, al sur, o desde la frontera rusa, al este.
Desde octubre, los ucranianos han reforzado sus defensas aéreas, y los aliados occidentales han prometido y suministrado modernos sistemas de misiles antiaéreos capaces de derribar numerosos misiles y aviones no tripulados.
Los ataques de Rusia también se han hecho menos frecuentes y potentes. “Por el momento no estamos recibiendo tantas alertas, es un período más o menos tranquilo”, afirma Mykola.
Los voluntarios duermen en camas y sillas, mientras el subcomandante se queda de guardia hasta las 5:00 de la mañana, cuando el equipo bebe café, en medio de un frío glacial.
“Somos la última línea de defensa”, precisa Mykola, con los prismáticos colgados del cuello. “Si tuviésemos algo como la Cúpula de Hierro en Israel, me alegraría”, añade en referencia al innovador sistema de defensa antiaérea del país del Cercano Oriente.
Finalmente, terminó el invierno
Este miércoles, Ucrania anunció que “sobrevivió al invierno más difícil de su historia”, pese a los bombardeos masivos rusos que dejaron a millones de personas sin electricidad, un año después de que Moscú iniciara su invasión.
El jefe de la diplomacia ucraniana, Dmytro Kuleba, aseguró este miércoles que el país “ha vencido el terror invernal”. “Hacía frío y estaba oscuro, pero fuimos inquebrantables”, dijo.
Según el calendario ucraniano, la primavera empieza el 1 de marzo. Ucrania sufrió un invierno bajo una larga serie de ataques rusos con misiles y drones explosivos contra instalaciones energéticas, provocando periódicamente cortes masivos de electricidad y agua potable.
Con información de AFP