Mundo
Condenan a 39 años de cárcel a líder pandillero en El Salvador y requerido por Estados Unidos
El caso adquirió relevancia después de que los fiscales cerraran la puerta a la posible extradición de ‘Blue’ a Estados Unidos alegando que debía ser juzgado en El Salvador.
Una semana duró el juicio de alias Blue de Gangster, líder de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13) y quien era requerido por Estados Unidos por cargos de terrorismo.
Armando Eliú Melgar Díaz es el primer líder de la MS-13 en ser inculpado por cargos de terrorismo en Estados Unidos, donde se le acusa de haber ordenado el asesinato en mayo de 2018 de Nayeli Guzmán, una adolescente de 14 años.
Melgar Díaz fue deportado desde Estados Unidos a El Salvador en 2013, pero a finales de ese año volvió a emigrar en forma ilegal hacia la nación norteamericana.
“En 2016 fue deportado nuevamente (desde Estados Unidos), lo cual le permitió seguir ordenando delitos desde El Salvador. Era el responsable de recibir y distribuir dinero para fortalecer a las estructuras de la MS”, remarcó la Fiscalía.
Lo más leído
Es así como un juzgado de El Salvador lo condenó a 39 años de prisión por la comisión de tres delitos: asociación ilícita, tráfico ilegal y conspiración para cometer el delito de homicidio.
“Ha concluido la lectura del fallo de la vista pública contra ‘Blue’. Hemos logrado que sea condenado a la pena máxima por cada uno de los delitos cometidos. No volverá a vivir en libertad”, dijo el fiscal general salvadoreño, Rodolfo Delgado, en un mensaje a través de Twitter.
Ha concluido la lectura del fallo de la Vista Pública en contra del Blue de Gangster.
— Rodolfo Delgado (@FiscalGeneralSV) October 27, 2022
Hemos logrado que sea condenado a la pena máxima, por cada uno de los delitos. No volverá a vivir en libertad.
El caso adquirió relevancia después de que los fiscales cerraran la puerta a la posible extradición de ‘Blue’ a Estados Unidos, alegando que debía ser juzgado en El Salvador. Washington había pedido su extradición en septiembre de 2020 y la justicia salvadoreña desestimó entregarlo.
‘Blue’ fue detenido por agentes de la Policía Internacional (Interpol) en septiembre de 2020 en la puerta de entrada de la cárcel de Zacatecoluca, de máxima seguridad, tras ser puesto en libertad.
Ante estos hechos, el jefe de la ONU, Antonio Guterres, se declaró “preocupado” ante el aumento de la violencia en El Salvador y confía en que las medidas adoptadas por el presidente Nayib Bukele para combatirlo “estén en línea con los derechos humanos”.
El secretario general “ve con preocupación el pico de violencia en El Salvador y expresa su solidaridad con los salvadoreños en esta difícil coyuntura”, dijo su portavoz, Stéphane Dujarric, en un comunicado.
La problemática de las pandillas en El Salvador
La creación de estas pandillas tienen su origen al finalizar los Acuerdos de Paz firmados en 1992 entre el gobierno y la guerrilla del Frente Farabundo Marí para la Liberación Nacional (FMLN) que luego de 12 años de conflicto armado terminó con un acuerdo de paz entre las partes.
Estados Unidos inició entonces una política de deportación de delincuentes a sus países de origen, esos vuelos llegaron con deportados a El Salvador con varios de los creadores de las principales pandillas del país (MS-13 Y Barrio 18).
Si bien ya se encontraban constituidos algunos grupos de jóvenes con características de pandilleros, los patrones culturales de los deportados provenientes de California comenzaron a liderar esas formaciones delincuenciales conocidas hoy como “maras”.
Las pandillas llevaban décadas azotando a la población de El Salvador, muchos incluso se atrevían a decir que dichos grupos criminales tenían más poder que cualquier gobierno de turno. Sin embargo, en 2019 Nayib Bukele llegó al poder y desde entonces ha impulsado reformas sin precedentes en el país centroamericano.
Pero la inmensa e indiscutible popularidad de Bukele tiene su raíz en la inexorable lucha contra las pandillas que ha liderado desde que llegó al gobierno. En total, más de 53.000 personas han sido detenidas desde el estado de excepción que decretó el presidente Bukele, quien les ha declarado una guerra a muerte a las bandas criminales y las ha convertido en su obsesión personal.
*Con información de Europa Press.