Condenan a un joven por contagiar de Covid a su abuelo tras ir a una fiesta

La pandemia del coronavirus dejó miles de muertos en diferentes países del mundo y significó uno de los momentos más difíciles de la historia contemporánea de la humanidad, debido a lo que ello significó y la forma en la que esta la enfrentó a través de las distintas políticas de aislamiento y cuarentena.

Si bien la mayoría de las personas hacían caso a las medidas de bioseguridad, y el mundo se volcó, en la mayoría de casos al trabajo remoto, y al cierre de múltiples comercios, las directrices no fueron cumplidas por todos, y en algunos escenarios, se convirtió en escándalo el hecho de que grupos de personas recurrieran a la clandestinidad para participar de escenarios como fiestas amparándose en su ‘juventud’, e incluso en el escepticismo frente al virus, sin medir las consecuencias de sus actos.

Precisamente, ese es el caso de un joven en Argentina, que tras romper las reglas de aislamiento, terminó siendo paciente covid, y lo que es peor, siendo ente transmisor de la enfermedad a algunos de sus familiares, incluido su abuelo, para quien el virus conllevó consecuencias mortales.

En este caso, más allá del remordimiento y la presión social ejercida por la propia familia, el castigo para el joven escaló a las vías jurídicas, en tanto fue demandado por los daños referidos a la muerte de su abuelo, encontrando que él era el responsable del caso de contagio, por haber violado las normas de aislamiento para disfrutar de una fiesta.

Ahora, tres años después del inicio de la emergencia global, y como consecuencia de sus actos irresponsables, el hombre, identificado cómo Eric Luciano Torales, no solo carga con el peso de ser el responsable de la muerte de su abuelo, sino que a ese peso se la ha sumado la carga legal del hecho.

En medio de la investigación, las autoridades pudieron determinar que, además de haber violado la cuarentena y haberse contagiado en una fiesta, el joven no tomó las debidas precauciones, y terminó llevando con ello a la tumba a su abuelo.

Sobre el caso, se ha detallado que el ahora juzgado joven, quien trabajaba como funcionario bancario, decidió descuidarse a través del incumplimiento de una directriz clara, y terminó afectando a su abuelo, quien murió días después.

El contagio ocurrió en medio de una fiesta de 15 años de una familiar, hecho que, además de haber estado prohibido por la normativa, contó con la irresponsabilidad del joven contagiado, quien, además de no haber guardado cuarentena, terminó exponiendo a su abuelo y demás seres queridos.

Dadas las circunstancias, el hecho despertó indignación en la familia, que obviando la responsabilidad de todos por haber realizado la fiesta pese a estar prohibida, terminaron señalando la responsabilidad del joven, indignados porque este los puso en riesgo a todos.

Así, respondiendo a la legislación vigente, y luego de que el caso fuera puesto en conocimiento de las autoridades, el hombre terminó siendo imputado por delitos como conductas indebidas, y no respetar la cuarentena, en espacios que además contaba con presencia de personas potencialmente vulnerables dadas sus comorbilidades.

En el evento, estaban presentes cerca de 100 personas, lo que representó un escenario propicio para la aspersión del virus.

Precisamente durante esta celebración, y dada la naturaleza de esos espacios, el joven se vio obligado a acudir, debido a la enfermedad, a recibir atención médica en la clínica Adventista de Belgrano.

En el reporte, se señala que el joven, en ese momento de 24 años, reportó haber retornado recientemente de un viaje a Estados Unidos, y presentando síntomas como tos seca y cuadros febriles altos.

Pocas semanas después, el 1 de abril, el abuelo del joven falleció. Era un hombre de 78 años, identificado cómo Luis María Suárez, quien apenas pocos días antes fue diagnosticado como portador de la enfermedad.

En consecuencia de lo anterior, y debido a la indignación que el hecho despertó en la familia, los tribunales de justicia de Argentina abrieron una causa en contra del joven, señalando que el nieto era el responsable de la muerte, en la medida en que este fue el que lo contagió.

Dentro de la causa legal, la familia también advirtió (obviando que violaron la cuarentena), que el abuelo no fue el único que salió contagiado de la fiesta.

En cuanto a los cargos imputados al joven, estos responden al de homicidio culposo, lo que generó opiniones divididas, llevando a que la causa en su contra se rigiera por el señalamiento de violación del artículo 203 del Código sanitario local.

En su defensa, el joven señaló que acudió a la fiesta amparado en la importancia afectiva que para él tenía el evento, señalando que este era “único e irrepetible”, y explicando que para la fecha él no había confirmado si estaba o no contagiado.

“No podría decirse que tuve la menor intención de contagiar absolutamente a nadie y menos a personas que forman parte de mi entorno familiar”, reconoció el joven, quien ahora deberá ir tras las rejas y pagar una cuantiosa multa, cuyos fondos van destinados al sector salud en Argentina.