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Trump y Corea del Norte: ¿De las palabras a los hechos?
El régimen de Kim Jong-Un prometió un ataque "inminente" a Estados Unidos luego de que el magnate afirmará que respondería con “fuego” a las provocaciones de Piongyang.
Cuando Donald Trump asumió como presidente de Estados Unidos el 20 de enero, la posición de la nueva administración frente a Corea del Norte era todo un misterio. Siete meses después, y luego de diversas provocaciones, la situación es completamente diferente.
Con la amenaza de desatar "una furia y un fuego jamás vistos en este mundo", el presidente estadounidense ha dejado de cuidar sus palabras frente a todo lo que tiene que ver con uno de sus más viejos enemigos.
De acuerdo con medios estadounidenses, las relaciones entre ambos países, —siempre tensas—, están en su momento más crítico desde los años de la Guerra de Corea. La llegada del magnate a la presidencia y su fuerte retórica han ayudado sin duda a agravar esta situación.
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Pero por si faltaba algo para aumentar la tensión, este martes el régimen de Kim Jong-Un informó que sus fuerzas armadas tienen listo un plan para atacar la isla de Guam, uno de los territorios de Estados Unidos en el Pacífico. Según la agencia estatal KCNA, la isla sería atacada con cuatro misiles balísticos de medio alcance a mediados de agosto.
"Un diálogo sensato es imposible con un tipo así que carece de raciocinio y con él sólo funciona la fuerza absoluta", indicó la agencia estatal norcoreana KCNA, citando al general Kim Rak Gyom.
No es la primera vez que Corea del Norte pone en su punto de mira a este estratégico territorio estadounidense en el Pacífico. Lo hizo el año pasado, también en 2013, durante otros episodios de tensión entre ambos países. Allí cuenta Washington con una base naval, en el sur, y otra de las fuerzas aéreas, en el norte, que fue utilizada durante la guerra de Vietnam.
El anuncio de Corea del Norte sobre un posible ataque a este territorio vino poco después de que Trump elevara su tono frente al régimen asiático. "Será mejor que Corea del Norte deje de amenazar a EE. UU. (...) o se encontrará con el fuego y la furia y, francamente, un poder de una magnitud que jamás se ha visto antes en este mundo", dijo esta semana el mandatario norteamericano.
Pero esta no es la primera vez que el mandatario estadounidense sobre Corea del Norte de una forma agresiva. Desde su llegada al poder en enero de este año han sido varios los encontrones entre el magnate y su homólogo norcoreano Kim Jong-Un. Y mientras ha pasado el tiempo, el grado de los ataques ha ido creciendo.
Se eleva el tono de la confrontación
El secretario de estado estadounidense, Rex Tillerson, ha intentado moderar el discurso. Foto: AFP
Los choques retóricos entre Washington y Piongyang se han intensificado desde julio, cuando Corea del Norte realizó dos pruebas de misiles intercontinentales y anunció al mundo que ahora dispone de la tecnología para atacar a Estados Unidos.
Pero la diferencia con respecto a bravuconadas anteriores es que de acuerdo con reportes de inteligencia estadounidenses las capacidades militares de Corea del Norte han aumentado y, según los expertos, sus misiles balísticos pueden alcanzar a la estratégica Guam.
En su plan, el ejército norcoreano ha explicado que su plan se basaría en lanzar cohetes tipo Hwasong-12, un nuevo tipo de misil intercontinental probado este año y que equipado con una carga de unos 650 kilos podría recorrer más de 3.700 kilómetros. Guam está a unos 3.400 de la península coreana.
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Sin embargo, una cosa es un ensayo misilístico y otro una verdadera acción militar. Aunque el martes el diario The Washington Post reportó que Corea del Norte tendría más armas nucleares de lo previsto (60) y estaría en capacidad de colocar pequeñas ojivas nucleares en esos misiles, algunos especialistas citados por el diario aseguran que Piongyang aún debe superar obstáculos técnicos para construir con éxito un misil nuclear intercontinental.
Pero más allá de las ambiciones de Corea del Norte de ser capaz de golpear territorio continental estadounidense con un misil, el régimen de Kim Jong-un sí tendría la capacidad suficiente para lanzar un ataque a Corea del Sur y a Japón, dos de los aliados de Estados Unidos en el noreste asiático.
Algunos analistas afirman que un conflicto armado sigue siendo una posibilidad remota, pero las recientes acciones de Trump no hacen más que agravar el problema. "Esta guerra de palabras se está agravando, quizás hasta un punto nunca visto, lo que aumenta la tensión y hace más difícil el objetivo final: que las partes se sienten a negociar", aseguró al diario El País Lu Chao, experto en Corea del Norte de la Academia de Ciencias Sociales de la ciudad china de Liaoning.
Y aunque este miércoles el secretario de estado estadounidense Rex Tillerson optó por moderar el discurso oficial asegurando que "Los americanos pueden dormir tranquilos por la noche". Lo cierto es que la creciente tensión, junto con la incertidumbre sobre las acciones del presidente de Estados Unidos seguirán alimentando, al menos en el imaginario de la gente, la posibilidad de un conflicto nuclear entre ambos países.