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Se contempla invocar la enmienda 25 para remover a Trump porque está ‘mentalmente incapacitado’
La norma permitiría que Mike Pence asuma el primer cargo de la nación si se demuestra que el magnate “no puede hacer su trabajo”.
La situación de Donald Trump parece complicarse cada vez más. La caótica jornada de protestas ha generado conmoción y rechazo no solo en los Estados Unidos sino en el mundo entero. El Senado reanudó el miércoles por la noche su sesión de certificación de la victoria presidencial del demócrata Joe Biden, después de una pausa de varias horas debido a la violenta invasión de partidarios del mandatario saliente Donald Trump al Congreso en Washington.
Sin embargo las cosas podrían ir más lejos que eso. Un grupo de congresistas le piden a Mike Pence que asuma el poder. “La 25ª Enmienda permite la destitución de un Presidente. Es hora de destituir al presidente”, trinó Charlie Crist, de la Cámara de Representantes por Florida.
The 25th Amendment allows for the removal of a President. It's time to remove the President.
— Charlie Crist (@CharlieCrist) January 6, 2021
El House Judiciary Committee de los demócratas le escribió a Pence que era urgente hacer uso de esta herramienta constitucional. “Incluso en el video de esta tarde el presidente Trump dejó claro que no está mentalmente bien y que no ha podido procesar la derrota de las elecciones”.
La norma constitucional establece lo siguiente: “Cuando el vicepresidente y la mayoría de los principales funcionarios de los departamentos ejecutivos o de cualquier otro cuerpo que el Congreso autorizara por ley trasmitieran al presidente pro tempore del Senado y al presidente de la Cámara de Representantes su declaración escrita de que el presidente está imposibilitado para ejercer los poderes y obligaciones de su cargo, el vicepresidente inmediatamente asumirá los poderes y obligaciones del cargo como presidente en funciones”.
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La petición de invocar la 25 enmienda no se ha formalizado, pero podría darse al avanzar los debates. Si se llega a hacer deberá ser aprobada por el Congreso para ser efectiva. Según el diario The Washington Post esta no es la primera vez que ha salido como vía esta enmienda constitucional. “Durante el tormentoso mandato del presidente Donald Trump, sus críticos han citado la enmienda con aprobación, incluso con ilusión, mientras revisan lo que consideran su comportamiento errático. Se discutió cuando le diagnosticaron Covid-19. El asedio al Capitolio de Estados Unidos por parte de los partidarios de Trump ha vuelto a plantear el tema, incluso con Trump en sus últimas semanas como presidente”.
El diario cuenta que la norma busca resolver la pregunta de qué pasa ante una ausencia de poder. Y cita un antecedente de 1841, cuando falleció en el cargo el presidente William Harrison. En ese momento, explica el Washington Post, existió un debate sobre si el vicepresidente John Tyler se convertiría en presidente interino, presidente o permanecería oficialmente como vicepresidente. Al final ese asunto lo resolvió un juez.
En 1965 el Congreso aprobó la 25 enmienda. Dos años antes Estados Unidos había vivido momentos de confusión por el asesinato de John F. Kennedy. El país debatió en ese momento cuál era la vía jurídica para determinar quién debía gobernar al país si quien está al mando quedaba herido de gravedad o perdía la consciencia de manera grave. La enmienda, sin embargo, nunca ha sido usada para destituir a un presidente en ejercicio. Pero sí ha sido invocada por presidentes que han querido dejar temporalmente el mando en manos de su segundo a bordo. Lo han hecho, por ejemplo, según recuerda el diario, George W. Bush y Ronald Reagan para poder realizarse procedimientos médicos.
También hay voces al interior del Senado que hablan de abrirle un juicio político para responsabilizarlo por una de las jornadas más violentas que se han vivido en la capital del país en la historia reciente.
“Intentaron perturbar nuestra democracia y fallaron”
En la apertura de la sesión, el vicepresidente Mike Pence lamentó un “día oscuro” y condenó la “violencia” registrada. “Incluso después de la violencia y vandalismo sin precedentes en este Capitolio, los representantes electos del pueblo de Estados Unidos se reúnen nuevamente este mismo día para defender la Constitución”, destacó Pence.
Una multitud de partidarios de Donald Trump invadió el Capitolio durante varias horas el miércoles, lo que llevó a los congresistas y sus empleados a ser confinados y presionó a la alcaldesa de la capital estadounidense a establecer un toque de queda en la ciudad. Los legisladores recibieron máscaras de gas para que se protegieran del gas lacrimógeno mientras huían por su seguridad. Para aquellos que huían, era una carrera contra el tiempo: los manifestantes estaban entrando tan rápidamente como salían los miembros del Congreso. Algunos de ellos ocuparon la oficina de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y se tomaron fotografías ocupando burlonamente su escritorio. “No veo nada como esto desde que estuve desplegado en Irak”, dijo Mike Gallagher, un legislador republicano y veterano de guerra, al canal de noticias CNN.
El líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, aseguró en la reanudación de la sesión que la Cámara “no se dejaría intimidar”. “Intentaron perturbar nuestra democracia y fallaron”, dijo. Su homólogo demócrata Chuck Schumer, por su parte, dijo que los hechos del miércoles, provocados “por las palabras, las mentiras” de Donald Trump, dejarían una “mancha que no se borraría fácilmente”.
“La mecha fue encendida por Trump”
El expresidente Barack Obama también se despachó contra el magnate y lo responsabilizó por los desmanes. “Un momento de gran deshonor y vergüenza para nuestra nación”, dijo. “La historia recordará la violencia de hoy en el Capitolio, alentada por un presidente que mintió incansablemente sobre el resultado de una elección, como un momento de deshonra y vergüenza para nuestro país”, agregó.
El expresidente Bill Clinton también denunció un “asalto sin precedentes” a las instituciones estadounidenses, “alimentado por más de cuatro años de políticas envenenadas”. “La mecha fue encendida por Donald Trump”, denunció el exmandatario. La intrusión de los partidarios del presidente saliente resultó en la interrupción de la certificación de la victoria presidencial de Joe Biden durante varias horas el miércoles.