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Congreso de Perú da ‘luz verde’ a reconsiderar el adelanto de las elecciones presidenciales a 2023
El pleno Parlamento andino aprobó la iniciativa con 78 votos a favor, 34 en contra y siete abstenciones.
El Congreso de Perú aprobó durante la jornada de este viernes una propuesta para reconsiderar el adelanto de las elecciones presidenciales para finales de 2023, en lugar de en abril de 2024, tal y como habían aprobado en un primer momento los congresistas.
El pleno Parlamento andino aprobó la iniciativa, con 78 votos a favor, 34 en contra y siete abstenciones, por lo que el adelanto de los comicios podrá volver a ser debatido y votado.
La propuesta fue presentada este jueves por el presidente de la Comisión de la Constitución, Hernando Guerra García, perteneciente a la fujimorista Fuerza Popular, con el objetivo de paliar la crisis gubernamental y social que tiene lugar en Perú desde los últimos meses tras la destitución del expresidente Pedro Castillo.
La propuesta de Guerra García era la de reconsiderar la votación aprobada el pasado 20 de diciembre, donde se aprobó en primera instancia la celebración de las elecciones anticipadas el próximo abril de 2024.
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Sin embargo, el congresista fujimorista descartó que el posible adelanto de los comicios permita incluir en la votación la convocatoria a una asamblea constituyente, como han propuesto los partidos de la izquierda, según recogió la agencia de noticias peruana Andina.
Por su parte, la presidenta de Perú, Dina Boluarte, exhortó al Congreso para que se fije “la fecha y hora” para adelantar las elecciones.
“Que se retome esa propuesta que no tiene ningún condicionamiento nos va a sacar de este atolladero en el que estamos (...) Que se adelanten las elecciones a la fecha y hora que el Congreso diga. Inmediatamente nosotros, desde el Ejecutivo, estaremos convocando a esas elecciones”, agregó el mandatario, según dijo La República.
Según las cifras de la Defensoría del Pueblo de Perú, más de medio centenar de personas han muerto en los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad durante las protestas que están teniendo lugar en el país para pedir la salida de la presidenta Dina Boluarte, la convocatoria de elecciones anticipadas y el cierre del Congreso.
Las millonarias pérdidas que registra el sector turístico peruano por las protestas
El sector turístico de Perú ha perdido 6,2 millones de dólares diarios por la crisis política de los últimos meses, agudizada en diciembre con la destitución del expresidente Pedro Castillo y las protestas que han seguido en enero, informó el ministro de Comercio y Turismo.
Las pérdidas que el Ministerio contabilizó desde junio 2022 hasta el 22 de enero “ascienden a 25 millones de soles diarios (USD 6,2 millones), solo en el sector turismo”, afirmó el ministro Luis Fernando Helguero ante la prensa.
El ministro no especificó, sin embargo, si hubo un aumento en las pérdidas diarias desde el 7 de diciembre, cuando la destitución del entonces mandatario Castillo y su reemplazo por la vicepresidenta, Dina Boluarte, desataron una ola de protestas y violencia en todo el país.
Como consecuencia, cinco aeropuertos fueron cerrados en el sur del país, incluido el Alejandro Velasco Astete, de Cusco, punto de acceso al santuario inca de Machu Picchu, la gran joya del turismo peruano.
Cusco, parada obligada para subir a Machu Picchu, está desolada, con hoteles y restaurantes cerrados o con pocas horas al día abiertos, afectados por la escasez de combustibles y algunos víveres a raíz de los bloqueos de rutas a nivel nacional.
Numerosos turistas nacionales y extranjeros quedaron varados por varios días en torno a Machu Picchu. Según el ministro, hasta un 85 % de los paquetes turísticos previamente vendidos fueron cancelados.
Helguero aseguró que su sector buscó dialogar con los manifestantes, pero que ningún posible interlocutor lo aceptó.
El funcionario añadió que el gobierno tiene listos varios anuncios publicitarios para promover el turismo hacia Perú, “pero no se pueden enviar al extranjero si todavía tenemos situaciones difíciles”.
Las protestas, que buscan la renuncia de Boluarte, elecciones generales inmediatas y, en algunos casos, la convocatoria a una Constituyente, dejan hasta ahora 46 civiles y un policía muerto en enfrentamientos y millonarias pérdidas en diversos sectores.
Los manifestantes, a los que el Gobierno acusa de responder a consignas ideológicas radicales, atacaron o intentaron atacar los aeropuertos de Ayacucho, Juliana, Abancay, Arequipa y Cusco, todos en el sur andino, en regiones de mayoría indígena pobres y con problemas históricos de discriminación y desigualdad.