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“Conmigo o con nadie”: joven fue asesinada porque no quiso una relación
El fiscal José Arias dijo que el victimario tenía una “obsesión” y que no hubo una relación, pero sí una pretensión con Valeria.
En Argentina, la ciudad de Concordia se mantiene consternada tras el asesinato de la joven de 25 años, Valeria Leoncino, esta semana en horas de la noche. Las amigas de la mujer vieron cómo su vida se le escapaba, después de la que también sería la última vez que verían al sospechoso: Carlos Passarella, a quien acusan de estar obsesionado con ella.
Según relató Florencia, una amiga de la víctima a Todo Noticias, a comienzos de semana Valeria estaba con sus amigas en su residencia, mientras el sujeto había parqueado su carro afuera y aguardaba a que la joven bajara y le entregara unas pertenencias. Según la testigo, había un presentimiento de que las intenciones de Passarella fueran otras.
Por esa razón, Valeria decidió bajar las escaleras en compañía de otras compañeras (ella iba en camino); sin embargo, y de acuerdo con las investigaciones preliminares, el sujeto aprovechó para forzar el portón y sacar su arma. El objetivo de este era claro: acabar con la vida de quien, según quienes la conocían, se había negado a las pretensiones de una relación (una negativa que no estaba dispuesto a aceptar).
En ese momento, Passarella sacó su arma y dos impactos los recibió Valeria en el torso; otro más, en la cabeza. La escena era de caos y, tras las detonaciones, las amigas de la mujer aseguraron haber empezado a correr, mientras el atacante se apresuró en subirse a su vehículo y salir de ese lugar; aunque no con fines de escapar, pues su cuerpo fue encontrado a pocas cuadras.
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Según las autoridades argentinas, después de que asesinara a la joven, decidió también acabar con su propia vida y con la misma pistola que usó para cometer el crimen. El sujeto, que tenía entre 34 y 35 años, no habría comprendido el ‘no’ a un interés mayor a la amistad y las pesquisas iniciales apuntaron a ese como el motivo del ataque fatal.
¿Cuál era la conexión con la víctima?
Las amigas de la víctima señalaron que entre ellos nunca hubo un noviazgo porque Valeria le había dejado claro, durante meses, que no podía ofrecerle algo más allá de una amistad. En algún momento llegaron a trabajar juntos, aunque fuentes cercanas a los hechos apuntaron a que la mujer mantenía su distancia al observar la actitud insistente del individuo.
“Él era una persona obsesionada con ella. Valeria siempre le dejó en claro que no iba a haber más que una amistad, pero él nunca lo entendió”, a tal punto que “la familia tuvo que involucrarse”, dijo una de las testigos a Todo Noticias. Además, indicó que cuando la argentina aceptó el trabajo lo hizo porque había dos negocios y uno de estos estaba dirigido por otra mujer.
No obstante, poco después la víctima se percató que le habían hackeado su dispositivo móvil y “se dio cuenta de que le leía todo, la seguía, ella decidió renunciar y después de un tiempo pasó lo que pasó”, agregó. En medio del acoso, se intentó poner una denuncia que no fue tenida en cuenta, o al menos eso aseguran allegados como Florencia, quien dijo que la Fiscalía no tomó en serio lo que pasaba.
En un comienzo Valeria llegó a pensar que quien había creado una cuenta en redes sociales (a su nombre) había sido otro sujeto, pero con el tiempo las dudas se fueron despejando y descubrió que no se trataba de nadie diferente a Passarella. Florencia comentó al medio mencionado que este leía las conversaciones y había sustraído fotos personales.
El caso quedó en manos inicialmente del fiscal, José Arias, quien corroboró que el victimario tenía una “obsesión” y que no hubo una relación, pero sí una pretensión de la misma.