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Venezuela: un mar de incertidumbre

Tras las elecciones del domingo, Maduro está empezando a destapar sus cartas y anunció que “reestructurará” la Fiscalía, eliminará el actual parlamento y actuará contra la "burguesía parasitaria".

31 de julio de 2017
La jornada de la elección de la Asamblea transcurrió según el Gobierno en paz, según las cifras con violencia. Murió una decena de personas, algo sin precedentes en las elecciones venezolanas. | Foto: Fotomontaje SEMANA / Fotos: AFP y Presidencia de Venezuela

Cuando llegaba la media noche, Nicolás Maduro proclamó su victoria en una tarima desde la plaza principal de Caracas, acompañado de un vociferante grupo de partidarios. Según las cuentas del CNE la votación superó los ocho millones, un número aún mayor de los que logró el mismo Chavéz en sus mejores momentos. La oposición denunció fraude y señaló que los puestos de votación estuvieron vacíos y las calles solitarias, solo a veces frecuentadas por grupos que obligaban a algunas personas a ir a votar. Por lo tanto no se sabía de dónde habían salido las multitudes.

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La eliminación de la fiscal Luisa Ortega y “la reestructuración de la Fiscalía” es uno de los principales propósitos de la constituyente. Maduro venía fraguando este plan desde hace algunos días cuando nombró vicefiscal a Katherine Harrington, una pieza del Gobierno que reemplazaría a Ortega.

Maduro también dijo que en las próximas horas "levantará la inmunidad parlamentaria a quien haya que levantarla", lo que es un anuncio al parlamento opositor y a los miembros de la Fiscalía, que seguramente van a ser víctimas de la retaliación por su postura frente al régimen.

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Habrá que esperar si la acción contra la "burguesía parasitaria" implicará un paso adicional en la socialización del país, en medio de la aguda crisis social y económica que atraviesa. Así las cosas, Venezuela entra en un mar de incertidumbres, con una violencia callejera permanente que no parece tener fin.

Aislamiento

“Venezuela se está convirtiendo en una isla como Cuba y el pueblo venezolano no quiere eso”, dijo Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional a la que seguramente le quedarán pocas horas de vida.

Entre tanto Colombia, Panamá, Perú, Argentina, España, Costa Rica y México anunciaron que desconocerán los resultados de la constituyente y la Unión Europea se pronunció en términos similares.

La semana pasada, Estados Unidos tomó medidas contra 13 funcionarios y militares cercanos a Maduro, entre ellos a Tibisay Lucena, presidenta del poder electoral. Algunos adelantan que podrían llegar a suspender o limitar las compras de petróleo, lo que hasta el momento no parecería muy factible ya que muchos consideran que una medida de este tipo afectaría a toda la población venezolana que atraviesa una angustiosa situación.   

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¿Qué puede venir?

Mientras unos temen que se instale definitivamente un sistema socialista, que afectaría a los sectores económicos que aún perviven en el país, otros consideran que sería la única oportunidad para que grandes masas finalmente puedan consolidarse dentro de los postulados de la revolución bolivariana.

Pero lo más grave es que las libertades básicas de reunión y de expresión queden  definitivamente coartadas. Sin contar que es previsible que Diosdado Cabello sea el nuevo presidente de la asamblea y eventualmente el reemplazo de Maduro. En ese sentido algunos afirman que se aplicaría el dicho: “toda situación por difícil que sea es susceptible de empeorar”. 

La violencia en una incierta jornada electoral

Durante el domingo, el Gobierno intentó transmitir que la votación transcurrió sin mayores inconvenientes, pero el saldo de violencia lo desmiente. Doce muertos, choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad, ataques a centros electorales y bloqueos marcaron la jornada.

Igualmente, mientras Maduro y el Consejo Nacional Electoral afirmaban que fueron más de ocho millones los venezolanos que votaron, la oposición señaló que se dio un espantoso fraude.

"No reconocemos este proceso fraudulento, para nosotros es nulo, no existe", dijo el líder Henrique Capriles, al llamar -a nombre de la oposición- a una marcha el lunes contra lo que llamó la "masacre" y "fraude" en la votación, y el miércoles a una movilización en Caracas.

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Un antes y un después para Venezuela

Para diferentes analistas, la jornada electoral del pasado domingo romperá en dos la actual crisis que vive el país vecino. A partir de la próxima semana, 545 asambleístas, entre quienes se encuentran Diosdado Cabello, Cilia Flores, Delcy Rodríguez y otros pesos pesados del chavismo, serán los encargados de redactar una nueva carta magna que rija  el futuro de Venezuela.

De ese modo, el actual panorama político venezolano es un completo enigma. Se sabe cuándo empieza la constituyente, pero no cuándo termina y menos aún en definitiva que hará.

Y aunque Maduro afirmó repetidamente que la constituyente se estableció con el objetivo de establecer "un diálogo" para superar la crisis, lo cierto es que la oposición ve en este intento una forma de “hacerle conejo” a la voluntad popular, que según ellos es la del rechazo al gobierno.

Una de las preocupaciones de la oposición venezolana es el tema de las elecciones regionales. La última vez que el Gobierno venezolano se sometió a una votación general fue en el año 2015, cuando la oposición se hizo con el control del Parlamento. Desde ese año y hasta la fecha, la crisis en el país vecino se ha recrudecido y son varias las encuestas que afirman que el rechazo a Maduro es cada vez mayor.

Sin embargo, con la elección de la asamblea constituyente,  las futuras elecciones también quedan en veremos, o al menos así lo hizo entender Socorro Hernández, una de las dirigentes de la Comisión Nacional electoral. La funcionaria dijo que frente a los nuevos acontecimientos los comicios para la elección de gobernadores -que debieron hacerse en 2016 pero fueron pospuestos para diciembre de 2017- dependerán de "las decisiones" de los asambleístas.