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¿Cooperará Estados Unidos con los talibanes para luchar contra el Estado Islámico?
Los jefes del Pentágono aseguraron que habrá una profunda reflexión sobre los 20 años de guerra en Afganistán.
La retirada de las tropas militares de Estados Unidos desde Afganistán aún tiene más preguntas que respuestas. Aun cuando este país sacó por aire a más de 123.000 personas del aeropuerto de Kabul, una gran cantidad de personas que intentaron huir no pudieron hacerlo.
Ante el caos presentado en el país, los fuertes operativos de evacuación y los ataques que hizo en los últimos días el Estado Islámico (ISIS-K), aún está en juego el papel que EE. UU. desempeñará en adelante y sin presencia en este territorio, aun cuando el presidente Joe Biden ha asegurado que no ha acabado con el EI, mientras asumió la responsabilidad de todas las decisiones que tomó.
Este miércoles, los jefes del Pentágono dijeron sentir “dolor” e “ira” tras el retiro estadounidense de Afganistán y que “humildemente” intentarán aprender las lecciones de guerra en ese país que quedó bajo control de los talibanes, contra quienes combatieron durante 20 años.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Mark Milley, reflexionaron sobre un conflicto que se cobró la vida de 2.461 soldados estadounidenses, incluyendo 13 en un ataque suicida del Estado Islámico-Khorasan el 26 de agosto, mientras se desarrollaba la evacuación desde el aeropuerto de Kabul.
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“Estos han sido días, de hecho años, increíblemente emotivos y duros”, dijo Milley. “Todos tenemos (...) sentimientos de dolor e ira, pena y tristeza, combinados con orgullo y resiliencia”, añadió.
Entre las reflexiones y el trabajo que hay por hacer a futuro por parte de las tropas de EE. UU., las declaraciones abrieron la puerta a una posibilidad lejana, pero que se contempla: luchar junto a los talibanes contra el Estado Islámico.
Pese a que los talibanes están considerados como un grupo terrorista ante la ONU, Milley señaló que este tipo de cooperaciones son “posibles”, aunque no está claro si las intenciones de este grupo que ahora está en el poder en Afganistán han cambiado y ahora no son un “grupo despiadado”.
Sin embargo, Austin aseguró que “no quisiera hacer predicción alguna” sobre esta cooperación y que aún hay camino por delante.
Al tiempo, Austin reconoció la oleada de sentimientos intensos sobre la guerra que comenzó con el derrocamiento de los talibanes del poder a finales de 2001, y que acaba de terminar con el cuestionado y caótico repliegue en medio del regreso de los talibanes al poder.
La invasión estadounidense se produjo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, que dejaron casi 3.000 muertos en Estados Unidos y fueron perpetrados por Al Qaeda, organización basada en Afganistán y protegida por el gobierno talibán.
“Sé que estos han sido días difíciles para muchos de nosotros. Y mientras miramos hacia atrás como nación la guerra en Afganistán, espero que todos lo hagamos con consideración y respeto”, dijo Austin. “Como siempre hacemos, este departamento mirará hacia atrás, de manera clara y profesional, y aprenderá todas las lecciones posibles”, agregó sobre el resultado, al que no calificó de “pérdida” ni de “derrota”.
Milley, por su parte, explicó que hay muchas lecciones tácticas, operativas y estratégicas que aprender. “La forma en que llegamos a este momento en Afganistán será analizada y estudiada en los próximos años. Y nosotros, en el Ejército, abordaremos esto con humildad, transparencia y sinceridad”, dijo.
“Cuando vemos los acontecimientos de los últimos 20 años y de los últimos 20 días, eso genera dolor e ira”, añadió.
*Con información de la AFP.