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COP16: la conferencia que llenó de orgullo a Colombia y puso a Cali en el top de anfitriones del mundo
La COP16 fue un evento sin igual. No solo le mostró al mundo el enorme tesoro natural de los colombianos, sino que unió al país como nunca y consagró a Cali como un anfitrión dorado.
En los casi 30 años que llevan realizándose las Conferencias de las Partes sobre Biodiversidad, nunca se había realizado un evento como la COP16. Las negociaciones internacionales suelen ser muy técnicas y congregan a un sector de los ambientalistas y líderes internacionales en recintos cerrados, en donde la minucia de la discusión es lo preponderante.
La COP16 tuvo eso, y muchísimo más.Quizás nunca antes una ciudad entera había girado en torno a una COP. Cali vibró con la realización de lo que su alcalde, Alejandro Eder, llamó el evento más importante de su historia. Se podría decir que la ciudad “botó la casa por la ventana” y deslumbró a sus visitantes. La secretaria de Desarrollo Económico de Cali, Melissa Vergara, habla de cifras históricas, en materia económica, que no se comparan con ningún otro evento realizado en la historia de Cali.
“Tenemos un repunte en la economía caleña de aproximadamente 25 millones de dólares”, dijo la funcionaria. El sector hotelero presentó una ocupación del 97 por ciento. Incluso, hasta los moteles debieron ser acondicionados para recibir el gran flujo de turistas. “Solo este sector, obtuvo ganancias de alrededor de 11 millones de dólares”, recalcó.
En cuanto a los visitantes, subrayó que tan solo en la Zona Verde, comprendida entre el bulevar y el centro histórico de Cali, hubo un registro de al menos 537.000 personas. “Fue un éxito total”, señaló con júbilo la secretaria. “Adicionalmente, tuvimos un Circuito de la Biodiversidad, donde se reportaron alrededor de 57.000 visitantes, con unas ventas cercanas a los 600 millones de pesos”.
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“Otro de los sectores beneficiados en esta COP16 es, sin duda, el gastronómico. Tenemos cifras que nos reportan un crecimiento cercano al 100 por ciento en los restaurantes del área de influencia de la Zona Verde”, recalcó Vergara. Ante esto, Brany Prado, director ejecutivo de Acodres (Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica) en Cali, explica que el crecimiento económico de restaurantes aledaños a la Zona Verde fue de aproximadamente 15.000 millones de pesos.
“No tendríamos con qué comparar este evento en términos locales. La COP ha sido uno de los que más impacto económico ha tenido en este sector”. El gremio de los taxistas no se quedó atrás. Jhonny Rangel, vocero de la Mancha Amarilla, le contó a SEMANA que el trabajo se quintuplicó. “Ni en Feria habíamos trabajado tanto. Nos preparamos para esto, y ver la cantidad de turistas en la ciudad fue algo muy positivo”, manifestó el conductor.
La ciudad no solo mostró su riqueza biológica, sino también la diversidad cultural del país. Y ante todo, impregnó alegría. Las dos inauguraciones de la COP, la de la Zona Azul y la de la Zona Verde, fueron eventos de primer nivel. El montaje artístico Del Agua y de la Tierra, que reunió a pueblos originarios, afrodescendientes y campesinos, así como la presentación de la artista canadiense Genevieve Cote fueron majestuosas.
En la Zona Verde el turno fue para cantantes locales de la talla del chocoano Alexis Play; mientras que en el Circuito de la Biodiversidad los caleños y turistas gozaron al ritmo del Grupo Niche, los Hermanos Lebron, Mike Bahía, Herencia de Timbiquí y la maestra Nidia Góngora, entre muchos otros.
La exdirectora de Parques Nacionales y congresista, Julia Miranda, que lleva décadas asistiendo a esos encuentros, así lo narra: “Nunca hubo tantos y tan variados eventos. Tampoco una presencia tan fuerte del sector privado. Ni una agenda cultural tan rica. Ni una participación tan amplia y tan importante de los grupos de indígenas. Cali estuvo impecablemente limpia y linda. La ciudad recibió a miles de delegados con una arborización extraordinaria y unos ocobos florecidos en rosados y morados preciosos”.
El único lunar de la COP fue la intención del presidente Gustavo Petro de querer politizar el evento con un ataque al alcalde Alejandro Eder y al gremio azucarero durante la inauguración de la Zona Verde; no obstante, ese conato de confrontación no prosperó porque los caleños y vallecaucanos cerraron filas en la defensa de la Conferencia de las Partes y de las industrias de la región.
En términos estrictamente medioambientales, la COP sirvió de mucho. Puso de presente la grave crisis que vive el planeta en uno de sus escenarios más biodiversos. Contó con la presencia del secretario general de la ONU, António Guterres, quien advirtió que el mundo vivía una “crisis existencial”. La enviada de la Comisión Europea, Florika Fink-Hooijer, también señaló que ninguna lucha por el cambio climático será exitosa sin la preservación de la biodiversidad. En la negociación, la tarea que tenía la COP16 no era fácil.
Su meta era poner a 196 países a trazarse unas metas concretas y poner unas cifras de financiación para alcanzar 23 objetivos que se habían propuesto en el Marco Mundial para la Biodiversidad de Kunming-Montreal hace dos años. “Se lograron avances importantes como la decisión sobre especies invasoras exóticas y la adopción, después de ocho años de negociaciones, de la decisión sobre las Áreas Marinas de Importancia Ecológica o Biológica (EBSA)”, asegura la negociadora colombiana, Jimena Nieto.
Colombia tendrá por dos años la presidencia de la COP, en cabeza de la ministra Susana Muhamad. Empezó con el pie derecho y promete hacer un aporte fundamental a una de las tareas más importantes del planeta.