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Corea del Norte dispara misil balístico tras advertencia de EE. UU. sobre pruebas nucleares
En 2022, Corea del Norte ha aumentado considerablemente sus pruebas y lanzamientos balísticos, que mantienen inquieto al mundo.
Corea del Norte disparó este sábado 7 de mayo un misil balístico lanzado desde un submarino (SLBM), anunció el Ejército surcoreano, horas después de que Estados Unidos advirtiera sobre la posibilidad de que Pyongyang reanudara las pruebas nucleares.
“Nuestros militares han detectado hacia las 05:07 GMT que un misil balístico de corto alcance, supuestamente un SLBM, fue disparado desde el mar frente a Sinpo, Hamgyong de Sur”, declaró el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur en un comunicado.
Desde el inicio del año, Corea del Norte ha aumentado considerablemente sus pruebas y lanzamientos armamentísticos.
El disparo de este sábado es la decimoquinta demostración de fuerza del país y tiene lugar poco antes de la investidura el martes 10 de mayo de un nuevo presidente en Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, con una posición más hostil hacia Pyongyang que su predecesor, Moon Jae-in.
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Estados Unidos aseguró el viernes 6 de mayo que Corea del Norte podría estar preparando una prueba nuclear este mes, la primera desde 2017.
Según los guardacostas japoneses, que citaron a su Ministerio de Defensa, Pyongyang lanzó un objeto, “probablemente un misil balístico”.
La semana pasada, durante un importante desfile militar, el líder norcoreano Kim Jong-un se comprometió a desarrollar sus fuerzas nucleares “lo más rápido posible” y advirtió contra posibles ataques “preventivos”, como mencionó el futuro presidente surcoreano.
El viernes, Washington, a través de la portavoz diplomática Jalina Porter, advirtió que Pyongyang “está preparando el sitio de pruebas de Punggye-ri y podría estar listo para llevar a cabo una prueba allí este mes, lo que sería su séptima prueba nuclear”.
“Este análisis es coherente con las recientes declaraciones públicas de la propia Corea del Norte”, añadió, y aseguró que el Gobierno estadounidense “continuaría” su “estrecha coordinación” con sus aliados.
Carrera armamentística
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, viajará este mes a Japón y Corea del Sur, y Pyongyang será uno de los temas que abordará durante su visita.
Este lanzamiento podría estar relacionado con la visita de Biden o con la toma de posesión el martes de Yoon, que ha prometido una línea dura con su vecino del norte.
Para Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad Ewha de Seúl, “en lugar de aceptar las invitaciones al diálogo, el régimen de Kim parece estar preparando el ensayo de una cabeza nuclear táctica”.
Corea del Norte se autoimpuso una moratoria en los ensayos de armas nucleares y de largo alcance en medio de un acercamiento diplomático entre Kim y el entonces presidente estadounidense Donald Trump, que colapsó en 2019 y está paralizado desde entonces.
Pyongyang ha efectuado seis ensayos de armas nucleares desde 2006. El último y más potente fue en 2017 con una bomba de hidrógeno de 250 kilotones.
“Un séptimo ensayo nuclear sería el primero desde septiembre de 2017 y alimentaría las tensiones en la península coreana, aumentando los peligros de error de cálculo y de comunicación entre el régimen de Kim y la administración entrante de Yoon”, señaló Easley.
Corea del Sur tiene una mayor capacidad de armamento convencional que su vecino del norte y Yoon ha pedido que se desplieguen más medios militares estadounidenses. En 2021, Seúl probó misiles supersónicos, lanzados desde un submarino.
El miércoles, Pyongyang disparó lo que Seúl y Tokio describieron como un misil balístico, pero los medios estatales de Corea del Norte, que suelen informar de las pruebas, no lo mencionaron.
Para Hong Min, investigador del Instituto Coreano para la Unificación Nacional, “el lanzamiento de hoy es similar al del misil balístico del miércoles”. “Parece que el Norte está realizando una serie de pruebas para lograr sus objetivos estratégicos”, señaló.
Hasta ahora, las negociaciones para convencer a Kim Jong-un de que abandone las armas nucleares han sido infructuosas. Durante cinco años, el presidente surcoreano Moon Jae-in llevó a cabo una política de diálogo con Pyongyang, pero según su sucesor, este enfoque “servil” fue un claro fracaso.
Los analistas afirman que Kim Jong-un puede estar señalando con esta serie de pruebas que no está abierto al diálogo con el nuevo gobierno.
*Con información de la AFP.