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Coronavirus: anuncian nuevo confinamiento en Francia a partir del viernes
En Francia han fallecido hasta el momento 91.679 personas por el coronavirus.
El primer ministro francés, Jean Castex, anunció el jueves un nuevo confinamiento de un mes en París y otras regiones para combatir un rebrote de la covid-19 que tiene los hospitales cerca del colapso.
Los negocios no esenciales volverán a cerrar sus puertas y los desplazamientos serán restringidos en las regiones afectadas, pero las escuelas permanecerán abiertas y se permitirá el ejercicio al aire libre en un radio de 10 kilómetros alrededor del domicilio.
“Estamos adoptando una tercera vía, que debería permitir frenar sin encerrar”, dijo Castex en una rueda de prensa transmitida en directo por televisión.
Además de la región de París, una de las más densas con 12 millones de habitantes, los otros territorios afectados por las nuevas medidas incluyen Altos de Francia, en el noreste del país, donde está ubicada la ciudad de Lille.
Estas medida tomadas por “al menos cuatro semanas” podrían extenderse a otras regiones del país si la situación se deteriora, apuntó Castex.
Después de dos confinamientos nacionales que paralizaron la economía del país, el Ejecutivo francés apuesta ahora por un enfoque territorializado en la gestión de la crisis.
Desde hace unas semanas ya está en vigor un confinamiento los fines de semana en el turístico departamento de los Alpes Marítimos (sureste), donde se encuentra Niza, y en el departamento de Pas-de-Calais (norte), frente a las costas británicas.
Paralelamente, Castex anunció que Francia reanudará el viernes la vacunación con AstraZeneca, luego de que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) determinó que esa vacuna es “segura y eficaz”.
“Me vacunaré con esta vacuna para demostrar que podemos confiar plenamente en ella”, afirmó Castex.
Hace casi exactamente un año, el presidente Emmanuel Macron ordenó un primer confinamiento nacional en Francia, que fue de los más estrictos del mundo, seguido de otro a finales de octubre.
Vale recordar que casi 40 millones de italianos iniciaron el pasado lunes 15 de enero un nuevo confinamiento por el aumento de los contagios debido a las variantes de coronavirus, con Roma y Milán desiertas y divididas entre la tristeza y la esperanza.
“Me siento muy triste. No me lo esperaba. Pasar de zona amarilla, con la cafetería abierta, a zona roja fue algo inesperado”, le confiesa a la AFP Ana Cedeño, del popular bar-cafetería del Cinque, en el corazón del barrio romano de Trastevere.
Dos italianos sobre tres, en una población de 60 millones, residentes en 11 de las 20 regiones, deberán permanecer confinados hasta el 6 de abril en lo que se denomina “la zona roja”.
“La esperanza es que en estas dos semanas las cosas cambien. Hemos perdido mucho dinero, porque nuestros clientes habituales no vienen. Tenemos abierto solo para llevar, y veremos qué pasa”, reconoce la ecuatoriana Cedeña, compañera del propietario, con algo de optimismo.
Un año después del primer confinamiento, las calles de Roma están de nuevo vacías, el silencio reina y solo pueden abrir algunas tiendas, entre ellas supermercados, lavanderías, farmacias, librerías y quioscos, mientras las escuelas han sido cerradas.
Unos 6,9 millones de estudiantes deberán estudiar a distancia, cerca de ocho sobre 10, según los cálculos de la página internet Tuttoscuola (Todoescuela), y no se excluye que el número aumente en caso de que los contagios en las regiones en zona naranja (intermedia) aumenten y superen el índice semanal de 250 cada 100.000 habitantes.
*Con información de AFP