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El primer ministro británico, Boris Johnson, sale de cuidados intensivos
Emprenderá su recuperación del coronavirus en un servicio general del hospital St Thomas de Londres, anunció este jueves el Gobierno.
El primer ministro británico, Boris Johnson, hospitalizado desde hace cuatro días con coronavirus, salió de la unidad de cuidados intensivos y emprenderá su recuperación en un servicio general del hospital St Thomas de Londres, anunció este jueves su gobierno.
Johnson, de 55 años, "ha sido trasladado esta tarde de los cuidados intensivos a la sala general, donde recibirá una estrecha vigilancia durante la fase inicial de su recuperación", afirmó un portavoz de Downing Street.
"Su estado de salud sigue mejorando", había afirmado el portavoz de Downing Street. "Continua dando pasos positivos", precisó el ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, que lo reemplaza interinamente a la cabeza del ejecutivo.
Raab preside el comité gubernamental de respuesta a la crisis, conocido como COBRA, que comenzó a analizar los datos disponibles para determinar cuánto más debe durar el confinamiento.
Muy criticado por haber tomado medidas de distanciamento social más tarde que sus principales vecinos europeos, Johnson cambió el rumbo de una estrategia inicial aparentemente destinada a lograr inmunidad colectiva y el 23 de marzo ordenó al país quedarse en casa.
Una "medida excepcional para circunstancias excepcionales", dijo en un solemne discurso televisado, prometiendo que sería revisada al cabo de tres semanas.
El confinamiento en el Reino Unido es menos estricto que en otras naciones. Sus habitantes están autorizados a salir para ir a trabajar -en caso de que sea absolutamente necesario-, hacer la compra, ir al médico y hacer ejercicio físico, algo prohibido por ejemplo en España.
El ejercicio físico está teóricamente limitado a una vez por día pero a diferencia de Francia no requiere llevar consigo un justificativo escrito, no hay control efectivo de la policía y los parques están abarrotados de gente haciendo footing.
Con la llegada de las vacaciones de Pascua y el buen tiempo, las autoridades temen que proliferen viajes y picnics, y empezaron a multiplicar los mensajes insistiendo en que la gente se "quede en casa".