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Coronavirus | En la Unión Europea se ve una luz al final del túnel
La cifra de contagios cae y la de vacunados crece. La pandemia aún no termina en Europa, pero la situación está mejorando. Ese es el mensaje de la cumbre de la UE: 100 millones de dosis se destinarán a países pobres.
La tendencia es positiva. El número de infecciones por coronavirus está disminuyendo. Eso es lo importante desde el punto de vista de los líderes de la Unión Europea. La incidencia, es decir, el número de contagios detectados por las pruebas, lleva semanas disminuyendo.
La mayoría de los países de la UE han iniciado un lento regreso a la vida “normal”: ir de compras, salir a comer a un restaurante, ir al teatro, alojarse en hoteles y mantener las escuelas abiertas. Cada país, claro, con normas muy distintas respecto de las pruebas de coronavirus: los horarios, las restricciones del toque de queda o las mascarillas obligatorias.
Según el Centro Europeo para el Control de las Enfermedades (ECDC), la incidencia de contagios de coronavirus es de entre 60 y 120 en gran parte de la UE. En Francia, los Países Bálticos y Suecia es el doble. Solo el Reino Unido, Finlandia y Portugal, así como algunas islas, aparecen en amarillo en el mapa. Es decir, allí la incidencia varía entre 30 y 60 en siete días cada 100.000 habitantes.
El punto en común
No existe un enfoque uniforme en la UE, pero durante la cumbre hubo un punto en común. “El ritmo de vacunación ha aumentado en toda Europa y eso debería continuar. Junto con una mejor situación epidemiológica, esto permite reabrir nuestras sociedades. Sin embargo, debemos permanecer alerta”, dice el comunicado de los 27 jefes de Gobierno del bloque.
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Las distintas estrategias frente al coronavirus en la UE, algo que a veces fue criticado, esta vez ya no molestó en la cumbre. En 16 meses de pandemia, los dirigentes han aprendido que la política sanitaria era –y sigue siendo– una cuestión nacional y, en muchos lugares, regional. “Ahora es necesario centrarse no solo en los enfermos, sino también en las personas sin trabajo y en las consecuencias mentales del coronavirus”, dijo a DW la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas.
Al final de la cumbre, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea declararon escuetamente que “los intentos de mayor coordinación continuarán hasta el verano”. Así se refirieron, en particular, al “certificado digital covid-19” para toda la UE, que hasta la semana pasada se llamaba “pasaporte verde de vacunación”. El certificado permitirá a las personas vacunadas, recuperadas, y a las que se hayan sometido a un test recientemente, viajar sin más regulaciones de cuarentena ni formularios de entrada a partir del 1.° de julio de 2021.
Además, cada Estado puede determinar por sí mismo qué derechos tiene un visitante dentro de su territorio con el pasaporte de vacunación de la UE, es decir, la entrada, por ejemplo, a un restaurante, bar, conciertos o la visita a una residencia de ancianos. También se dejó en claro que la UE pondrá en marcha la plataforma técnica para el reconocimiento mutuo de los certificados nacionales de vacunación.
A mediados de junio, los jefes de Estado europeos revisarán nuevamente las recomendaciones para realizar viajes dentro de la UE, teniendo en cuenta también restricciones para zonas donde están apareciendo variantes del coronavirus.
Donaciones a Covax
El número de dosis de vacunas distribuidas está aumentando rápidamente en toda la UE. A finales de año, habrá unos 2.600 millones de dosis, las cuales, obviamente, no serán necesarias en su totalidad para un continente de 450 millones de personas. Por ello, una parte, concretamente 100 millones de dosis, se donará a la iniciativa mundial de vacunación Covax.
El resto de las dosis podrán ser compradas por Covax con las donaciones que provengan de los países industrializados más ricos. Ese era el plan de la Comisión de la UE y la Organización Mundial de la Salud (OMS) cuando se lanzó el programa Covax, hace un año. Asimismo, la UE seguirá persiguiendo el objetivo de establecer instalaciones de producción local en los países más pobres, tal y como se decidió en la Cumbre Mundial de la Salud del pasado sábado.
Con información de DW.