UCRANIA
Los bebés de vientres de alquiler que siguen esperando a sus padres en Ucrania
Más de 100 bebés nacidos por gestación subrogada esperan a sus padres adoptivos, quienes no han podido recogerlos por culpa de la pandemia de covid-19.
"Estamos muy felices de tener por fin a nuestro propio hijo. Estamos totalmente enamorados". Julia y Peter, un matrimonio alemán, hablan con regocijo de su hijita nacida a principios de mayo. Durante años soñaron con tener su propia descendencia, pero todos sus intentos fallaron. La pareja vive ahora en un complejo de viviendas en un triste barrio de las afueras de Kiev, la capital de Ucrania. La clínica privada BioTexCom llama "hotel" al lugar donde se alojan.
Es un edificio que alberga a sus clientes y que está dando titulares a nivel mundial. El motivo es un video de socorro difundido por la propia clínica. Las imágenes muestran a 46 bebés, en su mayoría destinados a parejas occidentales, que esperan poder salir del país. Las fronteras cerradas debido a la pandemia lo hacen ahora prácticamente imposible.
Videos para que los papás conozcan a sus bebés
En el patio interior del "hotel" ondean banderas de países de los que proceden los clientes: China, España, Suecia, Italia, Alemania… Quien quiera entrar, debe llevar tapabocas y guantes. En las estancias reina una atmósfera que oscila entre lo caro y lo kitsch: muebles pasados de moda, techos de estuco. Julia y Peter están entre los 30 años y se llaman en realidad de otra manera. Prefieren permanecer en el anonimato, sobre todo porque la gestación subrogada está prohibida en Alemania. La pareja tuvo suerte y pudo viajar a Ucrania antes del cierre de fronteras.
"Compramos pasajes de inmediato y volamos. Hemos esperado a nuestra hija en el hotel durante dos meses", relata Julia. La mayoría de las otras parejas solo pueden ver a sus recién nacidos a través de fotos y videos que les envía el personal de la clínica. "Eso me rompe el corazón. Precisamente en las primeras semanas, cuando es tan importante la conexión entre la mamá y el bebé", dice Julia.
Más de 100 bebés nacidos de gestaciones subrogadas aún deben ser recogidos por sus padres adoptivos, que no han podido hacerlo debido a la pandemia de coronavirus.
Número desconocido de bebés
Al contrario de lo que ocurre en muchos países occidentales, la gestación subrogada es un negocio lucrativo y legal en Ucrania. Decenas de agencias ofrecen sus servicios. No está claro cuántos bebés en todo el país no pueden ser acogidos por sus progenitores. Los ministerios responsables no han atendido las preguntas formuladas por DW. Liudmyla Denysova, encargada parlamentaria de Derechos Humanos, nos dice que se trataría de unos 100 recién nacidos, pero esta cifra no es oficial y continúa creciendo.
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Aparentemente, el país no controla en qué circunstancias se encuentran aquellos bebés que no han venido al mundo en grandes clínicas como BioTexCom. "Basta con que sus progenitores sepan dónde están", dice Denysova al respecto. Hay indicios que apuntan a que algunos pequeños se encuentran alojados en viviendas alquiladas y que son atendidos por cuidadoras, no por personal médico. "Todo depende de las agencias. Es difícil encontrar personal cualificado en estos tiempos de coronavirus", explica SerhiAntonov, director del Centro Legal de Medicina Reproductiva, una empresa privada de Kiev. "Cada una ofrece atención y condiciones diferentes". Hay algunas que posiblemente trabajan de manera ilegal. "Nadie las controla, no pagan impuestos", dice Antonov, que aconseja escoger con cuidado la agencia reproductiva con la que emprender el proceso de gestación subrogada.
Prohibido en Alemania, permitido en Ucrania
Para poder viajar a Ucrania durante la cuarentena, las parejas extranjeras necesitan un permiso especial del Ministerio de Relaciones Exteriores ucraniano. Hay dos formas de conseguirlo. La mayoría lo intenta a través de la embajada de su país de origen, un proceso que dura semanas, en parte debido también a la pandemia. Según Denysova, la forma más rápida de conseguir ese permiso es a través de su oficina, pero parece que pocas parejas conocen esta posibilidad.
En cualquier caso, para volver a casa, todos necesitan la ayuda de su embajada, porque allí es donde obtienen los documentos de viaje de sus hijos. La embajada alemana en Kiev dice a DW estar dispuesta "a apoyar a las familias afectadas y a facilitar el viaje de los bebés con sus familias a Alemania".
Los bebés son atendidos por personal de la empresa de gestaciones subrogadas hasta que sus padres adoptivos puedan venir a buscarlos.
La dificultad radica en las diferencias legales. En Ucrania, todos los padres con hijos de gestación subrogada son inscritos en los certificados de nacimiento. Eso es algo que Alemania no reconoce. Los vientres de alquiler están prohibidos en Alemania por razones éticas. "La ley alemana solo reconoce la maternidad a la madre de alquiler ucraniana, pero no a la mamá alemana que encargó al bebé", dice a DW Marko Oldenburgen, abogado especialista en derecho de familia. En el caso del padre, la situación es diferente. "Si se trata de un niño concebido a partir del semen del padre en la fecundación artificial y la madre de alquiler está de acuerdo, la paternidad puede ser reconocida y confirmada ya antes del nacimiento." En ese caso, el bebé obtendría la nacionalidad alemana y podría salir de Ucrania. Una vez en Alemania, la mujer tendría que adoptar al hijo gestado por vientre de alquiler.
Llamados a prohibir la gestación subrogada
El video con los bebés de Kiev ha desatado un debate político en Ucrania. El encargado de derechos humanos del niño, Mykola Kuleba, es partidario de prohibir la gestación subrogada. De igual manera se manifestó en principio Denysova, la encargada parlamentaria de Derechos Humanos, aunque después matizó sus declaraciones abogando por una mejor regulación. "La demanda de vientres de alquiler por parte de extranjeros es muy elevada. Prohibirlo no solucionaría el problema, sino que haría surgir una fábrica a la sombra de gestación de bebés", dice Denysova.
A petición de DW, el Ministerio de Justicia ucraniano informó que en 2019 casi 1.500 bebés nacieron de vientre de alquiler en Ucrania, por encargo de parejas extranjeras. Alrededor de 140 de los bebés tenía al menos un progenitor con nacionalidad alemana. En 2018, las cifras oficiales reportan 1.100 nacimientos de este tipo.
Por su situación económica, muchas mujeres ucranianas están dispuestas a ser vientres de alquiler. Cada bebé supone unos 15.000 euros, mientras que el salario promedio en Ucrania ronda los 350 euros al mes, aunque la actual pandemia está llevando a mucha gente al desempleo. "Sin duda, he hecho esto por mis propios hijos, porque deseo financiarles una buena vida", dice a DW una de estas madres de alquiler.