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China atraviesa una nueva ola de contagios de covid-19.
China atraviesa una nueva ola de contagios de covid-19. | Foto: AFP / Autor: Noel Celis (izquierda), AFP / STR (derecha)

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¿Covid-19, de vuelta? China enfrenta más de 130 subvariantes de ómicron; crematorios y hospitales están colapsados

La Organización Mundial de la Salus (OMS) puso en duda que 2023 represente el fin de la emergencia por coronavirus. Según The Guardian, para expertos del organismo aún es “demasiado pronto”.

22 de diciembre de 2022

China vuelve a tener en el radar la pandemia de coronavirus, a casi tres años desde que se detectaron los primeros contagios a nivel global. A pesar de su política de ‘cero covid’, el virus vuelve a tomar un papel protagónico que, según expertos, aleja la posibilidad de un fin en la emergencia sanitaria para los próximos meses.

El portal de noticias Yicai citó a un integrante de la Comisión Nacional de Salud, quien situó en más de 130 las subvariantes de ómicron, cuya circulación ya están en el país asiático, detectadas en los últimos 90 días. Pese a ello, la nación modificó los criterios para determinar qué muertes se tendrán en cuenta en el registro de covid y cuáles no.

Este martes –20 de diciembre– el Gobierno indicó que solamente aquellos que fallecieron, producto de una falla respiratoria, serían incluidos en su reporte del virus; anteriormente, se compilaban los decesos por otras causas, pero de quienes tenían la infección. Tras la disminución de restricciones (que desataron una ola de protestas) las autoridades dan cuenta de un aumento en las hospitalizaciones y crematorios a punto del colapso.

La sombra de las subvariantes

“Actualmente, después de ser infectado con la variante ómicron, la principal causa de muerte son las enfermedades subyacentes (...). Los ancianos tienen condiciones (de base) y solo una pequeña parte muere directamente por fallo respiratorio causado por una infección de covid”, señaló Wang Guiqiang, miembro del Primer Hospital de la Universidad de Pekín, en una rueda de prensa de la Comisión Nacional de Salud (CNS).

Sin embargo, otro es el panorama en funerarias y crematorios que revelan días con un sistema a punto del colapso desde el suroeste al noroeste de China. Desde el fin de semana también se ha convertido en un reto el rastreo del brote con pruebas obligatorias. Según expertos, las próximas dos semanas serán determinantes en repuntes de contagios.

“Tenemos que actuar rápidamente y preparar clínicas para fiebre y recursos para tratamientos graves y de emergencia”, advirtió Wang Guangfa, experto de medicina respiratoria del Primer Hospital de la Universidad de Pekín, al diario estatal Global Times. El miércoles, la nación contabilizó 3.049 casos nuevos del virus.

OMS, con la lupa en China

Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) confía en que el próximo año llegue con el fin de las emergencias para viruela del mono y covid-19, el organismo reconoció su preocupación por la ola de contagios. Además, pidió al Gobierno de Jinping más detalles sobre la magnitud de su expansión.

“La OMS está muy preocupada por la evolución de la situación en China (...). Para realizar una evaluación completa de los riesgos de la situación, la OMS necesita información más detallada sobre la gravedad de la enfermedad, los ingresos hospitalarios y las necesidades de las unidades de cuidados intensivos”, dijo el director de la entidad, Tedros Adhanom.

El panorama en territorio asiático también está bajo el radar de Estados Unidos, donde el Departamento de Estado señaló que el balance de víctimas “preocupa al resto del mundo”. Washington asegura que sigue entregando vacunas y ayudando a que otros países superen la fase aguda de la enfermedad.

El portavoz de esa oficina norteamericana, Ned Price, apuntó a que el virus tiene el potencial de mutar y; en ese sentido, convertirse nuevamente en una amenaza para las personas en diferentes partes.

Las restricciones, que incluían confinamientos y obligatoriedad en los tests de diagnóstico, derivaron en una serie de protestas antigubernamentales que pusieron en vilo al país. A finales de noviembre, la gente salió a las calles para exigir más libertades e incluso pidieron la renuncia de Xi Jinping. También derivaron en un panorama “tenso” en un territorio donde las movilizaciones en masa no son recurrentes.

*Con información de AFP y Europa Press.