MUNDO
El hambre se toma Venezuela
Ahora la policía tiene que vigilar las tiendas y supermercados de alimentos. Cientos de personas se pelean por un poco de comida.
La crisis en Venezuela cada vez se pone peor. Cientos de ciudadanos, sin importar su afiliación política y estrato social, están desesperados por conseguir alimentos. Ahora los policías deben vigilar panaderías, carnicerías, farmacias y otras tiendas de comestibles.
Según informó The New York Times en las últimas dos semanas fallecieron al menos cinco personas, una niña de cuatro años murió en medio de los más de 50 disturbios, varios supermercados han sido saqueados y decenas de empresas han sido destruidas.
Un panorama como este no se veía desde el “Caracazo” en el gobierno de Carlos Andrés Pérez en 1989 cuando los bajos precios del petróleo y los recortes de subsidios dejaron a muchos venezolanos empobrecidos.
Actualmente, el presidente Nicolás Maduro se enfrenta a una situación similar. El colapso económico de los últimos años ha hecho que la nación sea incapaz de producir suficientes alimentos y también se le ha negado la posibilidad de importar lo que hace falta.
Según el Ministerio de Industria y Comercio las importaciones han caído un 60 % respecto a 2015. Y Datanálisis, una consultora nacional, muestra que el precio de productos básicos ha aumentado en un 82,8 %.
Varios campos agrícolas del país se han vuelto improductivos por falta de fertilizantes. La maquinaria se pudre y las fábricas están cerradas. Alimentos básicos como el maíz y el arroz, ahora deben ser importados y llegan en cantidades que no logran abastecer a toda la población.
Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida ENCOVI, solo el 42,97 % de los venezolanos come algún tipo de lácteo, 34,68 % huevos y solo el 28,72 % tiene acceso a frutas. El estudio señala que el consumo de carnes se ha convertido en un lujo, y que el 87 % de los encuestados no tiene suficientes ingresos para la compra de comestibles. Además, se reveló que 72 % del salario de los venezolanos es usado para comprar alimentos.
Foto: Meridith Kohut / The New York Times
Para dimensionar un poco la problemática, se estima que la escasez de comida ha hecho que los precios suban a tal punto que una familia necesite 16 salarios mínimos para poder tener una buena alimentación.
Como respuesta el gobierno venezolano ha militarizado las ciudades en virtud de un decreto de emergencia, también ha reforzado el control del suministro de alimentos en manos de un grupo de brigadas leales al gobierno.
"Están diciendo, en otras palabras, puedes tener comida si eres simpatizante", dijo a The New York Times Roberto Briceño-León, el director del Observatorio Venezolano de Violencia.
La escasez de alimentos y medicinas empieza a permear otros aspectos de la vida de los ciudadanos. Muchos padres han decidido no llevar a sus hijos a clase y el ausentismo escolar por este motivo afecta a alrededor del 25 – 30 % de los niños. También los hospitales han pedido ayuda internacional para poder atender a tantas personas que mueren en los centros de salud.
Inseguridad, violencia, revueltas, muertes, enfermedades, y grandes pérdidas vive Venezuela, sin que se vea un aliciente cercano.