Estados Unidos
Crisis en el Partido Demócrata de cara a las elecciones de noviembre. ¿Reemplazarán a Biden por Kamala Harris?
Una semana después del desastroso debate de Joe Biden, la crisis en el Partido Demócrata sigue. Aunque nadie lo dice públicamente, aumentan las dudas sobre si el presidente debería presentarse a la reelección.
Joe Biden está a unos meses de cumplir 82 años, siendo ya el presidente más longevo de la historia de los Estados Unidos. Su rival, el expresidente Donald Trump, tiene 78 y, en caso de ser elegido, ostentaría el título del mandatario de mayor edad en gobernar al país más importante del mundo. A solo meses de las elecciones, este tema se ha vuelto el foco principal para los votantes, y en el Partido Demócrata abunda el desespero por la pobre imagen de su líder, a quien muchos le piden dar un paso al costado.
Es tal el contraste y lo que significa esta elección entre dos hombres de la tercera edad, que Bill Clinton, quien fue elegido presidente hace 30 años, es más joven que los dos candidatos actuales. Pero ahora, si bien el asunto de la edad es clave, es mucho más relevante la condición física y mental de Biden y Trump, un aspecto en el que el mandatario demócrata parece estar muy lejos de poder competir contra su némesis político.
El debate de la semana pasada parece ser el punto de inflexión. Durante meses, el mandatario tuvo episodios en los que se le veía desorientado, trastabillando en los discursos, confundiendo a personas y mostrando que no está al cien por ciento de sus capacidades. Pero contra Trump, se vio lo peor del mandatario, ya que fue prácticamente arrasado sin mucho esfuerzo por su contrincante.
Ahora, con este panorama, la campaña de Biden está haciendo esfuerzos para intentar hacer creer que todo está bien y que más que un estado de salud deteriorado, fue una mala noche del presidente, algo que resulta difícil de creer por los pasados episodios similares. Con la opinión pública volcada en su contra, la campaña da patadas de ahogado para intentar mantenerse en carrera, algo que no se sabe si logrará.
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“La dinámica de la política norteamericana es muy peculiar. Veamos lo que pasó con Donald Trump la primera vez que se lanzó y que ganó: muchos decían que no era una candidatura seria, que era un payaso, que estaba sepultado, y al final ganó. Entonces, la campaña no está sepultada, pero sí está gravemente afectada”, dice a SEMANA Enrique Prieto, profesor de Derecho Internacional de la facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario.
Las encuestas son el mejor medidor para determinar el tamaño del lío en el que está metido el presidente Biden luego del debate contra Trump. Según el sondeo más reciente de The New York Times, la distancia entre el demócrata y el republicano se ha duplicado, pasando de tres a seis puntos: el 49 por ciento elegiría al exmandatario, mientras que el 43 por ciento votaría por una reelección. La ventaja en votantes registrados es mayor, siendo de 49 contra 41 puntos. En toda la campaña, la superioridad del magnate no había sido tan amplia.
Pero estas no son las únicas encuestas que preocupan al mandatario. Según Harvard CAPS/Harris, el 66 por ciento de los votantes encuestados consideran que Joe Biden es demasiado viejo para ser presidente, una cifra que subió 12 puntos desde mayo. Además, el 54 por ciento de ellos también cree que ha empeorado en su mandato como presidente, esto teniendo en cuenta que está en su momento más impopular, con alrededor de 40 puntos porcentuales de aprobación.
La labor mediática de la campaña de Biden es una tarea titánica, ya que ha visto cómo aliados han dicho públicamente que debería dar un paso al costado. Durante esta semana, muchos de los principales medios de comunicación locales y del mundo se han bajado del barco del mandatario y piden que exista un relevo generacional que compita contra Donald Trump en noviembre.
The New York Times abiertamente pidió al mandatario que se retire de su campaña, en un duro editorial en el que reconocen que Biden ha sido un buen presidente que ha tenido que lidiar con mucho, y que Donald Trump es un peligro para la democracia y el futuro del país, pero como dice el título del artículo: “Si quiere servir a su país, el presidente Biden debería abandonar la carrera”.
“Ha sido un presidente admirable. Bajo su liderazgo, la nación ha prosperado y ha comenzado a abordar una serie de desafíos a largo plazo, así como las heridas abiertas por Trump que gracias a él han comenzado a sanar. Pero el mayor servicio público que Biden puede hacer ahora mismo es anunciar que no seguirá postulándose para la reelección”, dice el editorial del diario estadounidense.
También, The Boston Globe pidió la renuncia de Biden, asegurando que debía hacerlo “por el bien del país y su legado”, mientras que The Washington Post fue más allá, debido a que su junta editorial escribió un hipotético discurso de Biden retirándose de la carrera a la presidencia, en el cual pediría unas primarias en las cuales Kamala Harris sería parte de ellas. Dicho artículo cayó muy mal en los demócratas.
Pero el golpe más doloroso fue el de The Economist, que en su portada más reciente se lanzó contra el mandatario pidiéndole su renuncia y que sea reemplazado por su vicepresidenta. “Como jefe de Estado, el presidente encarna las virtudes de la República. Cuanto más se lo vea como un anciano testarudo que deja el trabajo real a sus cortesanos, más socavará la fe de los estadounidenses en su sistema de gobierno”, dijo el prestigioso medio británico.
La llamada del destino
Kamala Harris, actual vicepresidenta de los Estados Unidos, fue pensada como candidata en 2024 cuando fue designada como fórmula de Biden en 2020, pero el presidente la invisibilizó durante años, no tuvo apoyo del gobierno y solo era un elemento decorativo en los eventos del mandatario. Incluso, durante años, era una figura más impopular que el mismo presidente, pero ahora, con el nuevo panorama, todo podría cambiar.
Según la última encuesta de la CNN, Kamala Harris superaría en intención de voto al mismo Joe Biden. Según el sondeo, el magnate republicano tendría el 49 por ciento de los votos frente a los 43 puntos del presidente demócrata. Mientras que la mujer tendría 45 puntos frente a 47 del expresidente. Si bien de igual manera ganaría el discutido exmandatario, la ventaja es mucho más corta si existiera el cambio.
“Puede llegar a tener un apoyo importante en las bases del Partido Demócrata, pero ya públicamente han salido varios reportajes en los cuales donantes aseguran que no es la candidata adecuada, que de hecho se evidencia un mensaje diciéndole al presidente Biden que si va a renunciar, al menos no vaya con su aliada, que es Kamala”, dice el profesor Prieto sobre la oposición que enfrenta Harris.
Si bien existe esa posición, teniendo en cuenta la cantidad de dinero invertido en campaña y que los demócratas no quieran mostrar su rechazo a Biden públicamente –con excepción de tres congresistas–, Kamala podría ser la opción ganadora para el partido. Es joven, no tiene grandes polémicas en su contra y además encarna una visión de continuidad del proyecto del presidente, para el cual no existen grandes reparos con respecto a cómo ha administrado el país.