AMÉRICA LATINA
Crisis en Perú: ¿Hay suficientes razones para destituir a Vizcarra?
Este viernes se vota en el Congreso peruano la moción de “vacancia presidencial” tras la publicación de audios que relacionarían a Vizcarra con un caso de corrupción. Pero el Tribunal Constitucional podría evitarlo.
El escándalo político que provocó una nueva crisis en Perú, además de la sanitaria y económica desatada por la pandemia del coronavirus, estalló el jueves pasado después de que en el Parlamento se presentaran audios en los que se escucha al presidente peruano, Martín Vizcarra, coordinar con sus asesoras las respuestas frente a los cuestionamientos por las visitas de un polémico cantante, Richard Cisneros, a la sede del Ejecutivo. De inmediato, el Congreso inició una moción para destituir al mandatario por “incapacidad moral”, que será votada este viernes.
En los audios se discutía sobre la controversia generada por la contratación del cantante, también conocido como “Richard Swing”, quién habría recibido 50.000 dólares para brindar conferencias motivacionales a funcionarios del Ministerio de Cultura para lo que, aparentemente, no estaba capacitado.
Karem Roca, asistente del despacho presidencial y autora de las grabaciones, ya fue separada de su cargo. La segunda protagonista de la interceptación, Mirian Morales, asesora de la Secretaria General de Gobierno, ofreció su renuncia. En las conversaciones, esta última recomendaba al presidente “negar hasta el final” las visitas de Cisneros al Palacio de Gobierno. Algo que, efectivamente en su momento, Vizcarra hizo.
Pide disculpas
“Tengo que lamentar profundamente y pedir disculpas porque una persona del despacho presidencial, en quien confiaba, no desde ahora sino desde años atrás, ha generado estos dichos que alimentan el chisme y el morbo”, dijo el presidente Martín Vizcarra el lunes en un mensaje a la nación televisado, en el que también acusó al presidente del Parlamento, Manuel Merino, de una “conspiración” en su contra.
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Sin embargo, el juicio político abierto en el Congreso contra Vizcarra parece perder fuerza, después de que distintos partidos anunciaron que no apoyarán más la moción de vacancia. “Hay ciertas grietas y vacíos en el artículo 113, inciso 2, de la Constitución, que dice que se vaca a un presidente por incapacidad física o moral permanente. Los congresistas interpretan que el presidente ha mentido, de modo que está incapacitado moralmente para seguir en el cargo. Algo que es un despropósito increíble. Diferentes partidos ya han anunciado que votarán en contra. Por eso no creo que el presidente sea destituido”, señala en entrevista con DW Fernando Tuesta, politólogo de la Universidad Católica de Perú (PUCP).
A siete meses de que se realicen elecciones generales y a nueve meses de que Vizcarra deje el cargo, Sara Brombart, representante en Lima de la fundación alemana Friedrich Ebert Stiftung, considera que es innecesario este tipo de conflictos entre los dos poderes del Estado: “Este tipo de confrontación es normal en Perú, pero en medio de una pandemia, de la cual Perú es uno de los más afectados a nivel mundial, los esfuerzos deberían estar centrados en la crisis sanitaria. Perú es uno de los países que menos invierte en salud en América Latina y esta pandemia ha destacado todas esas debilidades. Esto es una burla para la gente que a causa del coronavirus sigue enferma, ha perdido a sus familiares o sus trabajos”.
Las conspiraciones
Las acusaciones de conspiración aumentaron el fin de semana, después de que el portal de investigación IDL-Reporteros revelara que el presidente del Congreso, Manuel Merino, del partido Acción Popular, quien asumiría el poder en caso de que Vizcarra sea destituido, llamó a jefes de las Fuerzas Armadas para informarles del proceso de vacancia contra el jefe de Estado antes que este se inicie. Ante esta revelación, el ministro de Defensa, Jorge Chávez, dijo que su comportamiento no sólo “fue imprudente y fuera de lugar, sino que colisiona con el orden democrático”.
El experto Tuesta, de la PUCP, cree que, en general, este “fue un mensaje muy positivo, porque los militares se convierten en una instancia no deliberante y por lo tanto no se entrometen en política. Lo cual dejó muy mal parado al presidente del Congreso”.
Para la politóloga Denisse Rodríguez, de la Universidad Libre de Berlín, “esta es una muestra más de las tirantes relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo, que se dan en el marco de la discusión sobre la reforma electoral que contempla el financiamiento de organizaciones políticas. Al mismo tiempo, el presidente de la Comisión de Fiscalización, Édgar Alarcón, ex Contralor General de la República, buscaba citar a Vizcarra por el caso Cisneros. Alarcón tiene denuncias por enriquecimiento ilícito agravado y peculado, y fue él mismo quien presentó los audios con los que se busca la vacancia presidencial”.
Keiko Fujimori también en contra
En su intento de paralizar el proceso de destitución por “incapacidad moral”, el Gobierno de Vizcarra ha presentado una demanda de competencia ante el Tribunal Constitucional y la medida cautelar por “uso indebido del Congreso de la facultad para declarar la vacancia por incapacidad moral”. De esta manera, los magistrados del TC, máximo tribunal del país, podrían dejar sin efecto el proceso de vacancia.
Incluso la líder de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, además de los partidos FREPAP y el Partido Morado, se ha mostrado en contra y ha dicho que “no existen elementos suficientes” para la vacancia. También el partido Alianza para el Progreso se distanció del pedido de vacancia.
Para dejar al país sin presidente en medio de la pandemia, la moción del viernes debe recibir 87 votos, de los 130 que tiene el Parlamento peruano. Vizcarra carece de partido y de bancada, pero parece aún tener respaldo de la población: en una última encuesta realizada por la consultora Ipsos, el 79 por ciento de peruanos está a favor de que Vizcarra sea investigado después de que termine su Gobierno y el 72 por ciento rechaza el comportamiento del presidente del Congreso.
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