Uruguay
Crisis por desabastecimiento de agua: Uruguay restringe consumo solo al ‘uso prioritario’
Dentro de las acciones que quedaron prohibidas se encuentra el lavado de andenes, el llenado de piscinas y el aseo de carros.
En medio de la ola de sequía que ha golpeado a varios países en la región y en el mundo, esta semana se conoció una decisión adoptada por las autoridades sanitarias y ambientales de Uruguay, en el que se establecieron reglas claras para propender por el cuidado del recurso escaso, en momentos en que no hay presencia de lluvias, y las reservas del líquido son cada vez menores.
Así, las autoridades de Uruguay, en procura de cuidar la poca agua disponible, han especificado que queda prohibido el uso para fines que se considere no esenciales, invitando además a hacer un uso racional del recurso en aquellas prácticas que se estiman como básicas.
Según medios locales, la medida se toma en medio de la peor crisis hídrica de su historia, en momentos en los que uno de sus principales sectores de exportación, el agropecuario, ha revelado la disminución de su producción, y el impacto que ello tendrá sobre la economía, advirtiendo los problemas que representan para los cultivos la inminente sequía.
Así, la medida instaurada desde el pasado sábado establece prohibiciones del uso del agua en labores que no se considerarán realmente esenciales, y se extenderá por un periodo ‘indeterminado’, en tanto las autoridades no pusieron plazo para el levantamiento de la medida, haciendo un llamado a su vez a la responsabilidad y solidaridad, en tanto, el desperdicio de agua por parte de unos, es el desabastecimiento de otros.
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Según detallaron las autoridades, más precisamente la OSE, la medida está actualmente en vigor en el área de Montevideo, en la denominada región de Canelones.
Dentro de las actividades que quedaron prohibidas en la referida disposición, se encuentra el riego de jardines y exteriores, el lavado de andenes, el uso recreativo, el llenado de piscinas, y el lavado de carros.
La crisis en Uruguay se suma a otras situaciones similares manifestadas en la región en países como Argentina, Chile, Bolivia, entre otros, donde la reducción en las lluvias significa serios problemas para el sector agrícola, y para el abastecimiento de las ciudades.
Uruguay, al igual que sus vecinos, ha registrado un evidente descenso en sus embalses, lo que pone en jaque la posibilidad del abastecimiento de las ciudades, siendo ello en gran parte lo que impulsa a la imposición de fuertes y estrictas medidas.
Según las autoridades, en algunas zonas se estima que el abastecimiento de agua potable podría verse comprometido por lapsos de hasta dos semanas sin que se pueda enviar el recurso vital.
Recientemente, desde países como Argentina, se dio a conocer que la sequía que afronta su país puso en serios problemas la producción agrícola, así como otros sectores como la ganadería que, debido a la imposibilidad de alimentar los ejemplares dispuestos tradicionalmente para la producción lechera, han tenido que destinarlos para el negocio cárnico, como medida urgente para hacer contrapeso a las pérdidas económicas, en medio de una situación que también se ha traducido en la reducción de la producción de algunos productos, subiendo así su precio.
En Argentina también se han reportado serios impactos en sectores como el de la soya.
En el caso de Bolivia, el sector agrícola también se ha visto seriamente afectado, pues la sequía y las heladas han hecho inviables sectores como el de la producción de papa; uno de los principales cultivos de ese país, amenazando con llevar a la quiebra a cientos de familias que viven exclusivamente de su cultivo.
Ciudades como La Paz, han advertido la reducción de sus reservas hídricas y han llamado a la población a abstenerse de desperdiciar agua.